El Plan de Gestión del Lobo aprobado el miércoles por el Consejo de Gobierno incluye algunas novedades destacables. Quizás la principal y más llamativa es que abre la puerta a la participación de cazadores en el control de esta especie, aunque lo hace sólo en unos supuestos concretos.

La localidad alavesa de Amurrio volverá a ser, un año más, el escenario en el que junten decenas de aficionados a la caza mayor, y en concreto, a los perros de caza mayor, para celebrar una comida de hermandad. Este año, además, los sentimientos entre los asistentes estarán a flor de piel tras el reciente fallecimiento de Tomás Arteta, uno de los cazadores más involucrados y activos en la organización de este evento, así como en la organización de diversas pruebas de perros de rastro.