Como era previsible los jabalíes empiezan a causar serios problemas en la parte alta de Barcelona capital; accidentes, agresiones, destrozos y transmisión de enfermedades. Cinco años lleva el Ayuntamiento con “técnicos” intentando solucionar el problema y la presencia de jabalíes va en aumento y como no se tomen medidas más drásticas es posible que tengamos más ataques de jabalíes. Hasta ahora al parecer su presencia se ha limitado a hembras con crías, que no dejan de ser también peligrosas porque muerden con saña y pueden hacer mucho daño. Nada comparado cuando empiecen a entrar los grandes machos con unos colmillos de respeto que a nada que se les presione, tienen una gran capacidad de general desgracias mayores. Un jabalí por su altura y forma de atacar incide hacia la parte baja del estómago y de abajo a arriba. A nada que la cuchillada corte la femoral en la parte interior de la pierna la muerte se produce en pocos minutos. No pretendo asustar a nadie, simplemente informar porque los conozco bien, media vida cinegética les he dedicado ayudado por una pequeña rehala. El problema de su presencia en las calles no es tan difícil de solucionar a mí entender. Simplemente con que no tengan acceso a las bolsas de basuras y con hacerles unas esperas con rifle en unos cebaderos automáticos de maíz ubicados fuera de la ciudad en zonas sin peligro y debidamente señalizadas créanme que el peligro rápidamente desaparecería. Bastaría con abatir preferentemente las hembras mayores. De seguir alimentándose en las calles vamos a cambiarles el régimen alimenticio y el problema sería más grave. Menos instinto de conservación, mermados para subsistir en el monte y en consecuencia más atrevidos y peligrosos en la ciudad. No hay porque rasgarse las vestiduras por abatir cuantos jabalíes sean precisos. Es una especie motivo de caza, en clarísima progresión y en este caso con peligro para la población. Eso de esterilizarles no se le ocurre ni al que asó la manteca. Muerto el cerdo se acabó la rabia. Así que vamos a dejarnos de ñoñerías que no solucionan el problema y conducen a crear peligro para la población.