Guardar las distancias y no generar situaciones de conflicto son las recomendaciones básicas para evitar un ataque de oso. La consejera de Desarrollo Rural y Recursos Naturales del Principado de Asturias, María Jesús Álvarez, ha inuaugurado en Cangas del Narcea el ciclo de charlas para enseñar a actuar ante los plantígrados que lleva el nombre ‘Conviviendo con osos’. En la primera jornada ha intervenido Guillermo Palomero, de la Fundación Oso Pardo. Álvarez ha destacado que el incremento de ejemplares implica un aumento de los daños en el medio rural y posibles situaciones de riesgo, razón por la que se celebran estas jornadas.
Nada de tratar de ahuyentarlos con palmadas palos y piedras. Todo lo contrario. «Hay que identificarse, casi presentarse, para que el oso no se sienta amenazado y te vea, y cambiará de camino con total naturalidad». Es la primera regla que Guillermo Palomero, de la Fundación Oso Pardo (FOP), ofreció en la inauguración de las jornadas ‘Conviviendo con osos’, que comenzaron ayer en Cangas del Narcea y se llevarán a cabo en distintos puntos del Principado de Asturias.
«No hay que mantener una actitud que el oso interprete como agresiva porque entonces intentará defenderse de esa agresión», añadió. Es algo que la gente de la zona, que convive con el oso, ya sabe, «pero es bueno que los visitantes también lo conozcan». Guardar las distancias y no generar situaciones de conflicto, son claves para un encuentro accidental con un oso, «algo de puro sentido común, pero de lo que hay que hablar».
Actualmente, el censo de osos en la cordillera cantábrica está entre 230 y 260 ejemplares. Estas cifras indican que «afortunadamente la población osera está aumentando, está en paz con las personas, y eso genera osos más relajados ante nuestra presencia y un mayor contactos con vecinos y turistas, que vienen deseosos de verlos». Por eso es muy importante «administrarlo, saber qué hay que hacer cuándo te encuentras con un oso y, si hay algún ejemplar que se muestre demasiado familiar con nosotros, hay que avisar a los equipos del Principado para evitar que acabe siendo un oso habituado e incluso conflictivo».
Las jornadas fueron inauguradas por la consejera de Desarrollo Rural, María Jesús Álvarez, que señaló que el incremento de ejemplares implica también un aumento de los daños al medio rural, además de que el comportamiento de algunos animales genere situaciones de riesgo». El objetivo de las jornadas es «en primer lugar, llevar a la población tranquilidad, pero también pautas de comportamiento, nuevos protocolos de actuación y la seguridad de que frente a una situación concreta de riesgo y alarma, van a poder contar con la Administración del Principado, que tendrá un protocolo de actuación a través del servicio de Emergencias del 112 y una colaboración muy importante de la Patrulla Oso».
Estuvieron presentes vecinos de la zona de Moal, que piden desde hace meses medidas para ahuyentar a la especie del núcleo urbano. «Venimos expectantes a ver qué es lo que ofrecen estas jornadas, si piensan adoptar soluciones y que no limiten nuestra vida diaria», señaló Toño Rodríguez, alcalde de barrio.
Fuente. EL COMERCIO.ES