La caza afronta un 2021 cargado de grandes retos y de proyectos clave
El sector cinegético afronta un año 2021 lleno de incertidumbre, de grandes retos y también de importantes proyectos. Tanto en lo que se refiere directamente al desarrollo de la actividad como en el frente político y en el campo de la investigación.
Para empezar porque, como explica el presidente de la Federación Extremeña de Caza, José María Gallardo, aún es pronto para saber cómo se va a desarrollar la próxima temporada, que podría de nuevo verse afectada por los posibles efectos de la pandemia.
Aún así, tiene claro que «los grandes retos son a nivel nacional y europeo, ya que ahí nos jugamos mucho». Y es que están sobre la mesa temas clave para el sector como son el futuro de la tórtola y de la perdiz (especies sobre las que han puesto el foco las organizaciones ecologistas y animalistas), además de las propuestas que hay para intentar prohibir el uso del plomo y el trabajo que se está desarrollando en defensa del silvestrismo. Todo ello unido a temas estructurales como es el refuerzo de los proyectos que impulsan el relevo generacional.
Para el presidente de FEDEXCAZA la clave pasa porque el sector sea capaz de transmitir «que la caza es igual a conservación», y que la posible ausencia de esa gestión cinegética amenaza el futuro de la tórtola y de otras especies en las que el animalismo ha puesto el foco. Por eso, Gallardo considera que hay que encontrar la forma «de conectar con esa sociedad no cazadora intoxicada por la desinformación y el uso de las noticias falsas de quienes quieren acabar con la caza».
En el caso concreto de Extremadura, la Federación Extremeña de Caza va a colaborar con la Junta para desarrollar el Plan Estratégico de la caza en la región, un proyecto clave a medio y largo plazo. Además, 2021 debe ser el año en el que se ponga en marcha del jabalí al salto, y FEDEXCAZA tiene previsto organizar, si la situación sanitaria lo permite, una nueva edición del Congreso Ibérico del sector. A todo esto se suma que será el año en el que se inicien los proyectos de investigación financiados íntegramente por la Federación, que estarán en marcha durante los próximos tres años.
Desde la Real Federación Española de Caza, su nuevo presidente, Manuel Gallardo, apunta que algunos de los retos del sector serán hacer frente a las legislaciones prohibicionistas que vengan de Europa. «Tendremos que estar más pendientes que nunca de lo que pasa en Bruselas, y trabajar de manera intensiva en el ámbito europeo será una de nuestras prioridades», ha explicado.
El presidente de la RFEC quiere, además, que la entidad impulse sus relaciones institucionales en España para tratar de frenar «las políticas negativas que pueden afectar a la actividad cinegética». De forma paralela, pretende «trabajar en el reconocimiento social económico, cultural y medioambiental de la caza», avanzar en la recuperación de la caza menor y que el sector de la caza se convierta «en un efectivo grupo de presión» capaz de influir como ya hacen las entidades ecoanimalistas.
En el campo de la investigación, la Fundación Artemisan seguirá trabajando en colaboración con el resto del sector en proyectos para recuperar la perdiz roja, la tórtola, el zorzal y la codorniz. Asimismo, Artemisan va a colaborar en la recuperación de dos especies protegidas, explica el director de la Fundación, Luis Fernando Villanueva. Por segundo año consecutivo se trabajará con el urogallo, al tiempo que la entidad se incorpora al proyecto del lince ibérico. Respecto al ámbito jurídico, «vamos a seguir trabajando con la protección de la tórtola y el lobo». En el caso del lobo, se van a poner todos los medios «para revertir la situación generada por la última decisión del Gobierno y que el lobo vuelva a ser una especie cinegética», añade Villanueva.
Fuente. hoy.es