La caza sigue apareciendo de forma intermitente entre polémicas más o menos fundadas que no permiten aburrirse al amplio colectivo de base que le respalda, y ni siquiera en estos largos meses de veda. Estos días, tres temas están candentes sobre la mesa y que de una u otra forma pueden afectar al devenir de los cazadores en general y vascos en particular. El primero tiene que ver con la casa real y con el accidente de Froilán, que a sus trece años ha sufrido un percance con una escopeta al dispararse en un pie. Debiera ser considerado como tal, como un accidente, pero ya se han alargado las ???líneas de tiro??? hasta criticar el obligado y necesario cuidado de las armas, la edad en la que un joven puede acceder a usar un escopeta, e incluso la propia afición a la caza o al tiro.
Por si fuera poco, su ???aitite???, en vez de ir a verle, o ir a alguna cumbre iberoamericana, estaba nada menos que cazando en Zimbabue y va y se cae. Y encima se hace daño. Todo su Estado contra las cuerdas, en plena tormenta económica, y él como un rey, de caza, ajeno a todo y todos los que le rodean. Dos accidentes muy reales pero que pueden ???salpicar??? a los cazadores de a pie. Otra vuelta de tuerca, gratis, en sociedad contra la actividad de la caza y de los cazadores. Esos individuos capaces de soportar de todo en contra por satisfacer su instinto y su ansia de coger una escopeta, el perro, y salir a disfrutar de otra manera bien distinta y respetuosa del monte o del campo.
BILDU. Pero no hay que ir tan lejos para ver cómo se las gastan contra la caza. Aquí mismito, en Pasaia, la alcaldesa de Bildu contesta por escrito a los cazadores de su municipio recordando que su decisión prohibitoria de cazar en el monte Ulia, ???no tiene vuelta atrás??? y les invita a llevar a pleno el tema pero a través de otros grupos políticos. Eso sí, desde su equipo de gobierno mantienen su ???voluntad de abrir caminos de diálogo sin caer en descalificaciones y malinterpretaciones???.
El texto y la propia carta municipal han ???volado??? por internet a una velocidad que para sí quisieran las palomas torcaces. Prohibir primero sin informar a los afectados, que por ahí nace la ya larga controversia, ratificarse en el veto aprobado en pleno, proponer que otros grupos políticos sean los que se mojen y luego hablar de ???diálogo???, todo junto, produce cuando menos escalofríos. Esa manera de proceder recuerda a otros tiempos y otros hábitos ya lejanos que se creían olvidados. Eso sí que es ???participación popular???, y si no, que se lo pregunten a las sociedades de caza Usoa y Galepertarrak, que se enteraron por la prensa de la decisión prohibitiva de la junta de portavoces tomada el 26 de octubre pasado. Como cunda el ejemplo de Bildu en Gipuzkoa, su futuro cinegético se prevé ???caliente???.
COTOS. Y queda un tercer tema gordo en el candelero; el SOS lanzado desde los 103 cotos de Araba integrados en la Asociación de Cotos de Caza de Álava, ACCA, que ha anunciado que ???los cotos de caza alaveses pueden desaparecer a partir del mes de mayo??? ante la imposibilidad que estos tienen de hacer frente a la póliza de seguro de responsabilidad civil que cubre los siniestros en carretera con especies cinegéticas. La nueva regulación alavesa y la probabilidad de que haya más accidentes, 242 el año pasado, harían que la póliza ascendiera a más de 550.000 euros, además de las franquicias. Y sin contar los llamados ???daños agrícolas???, de más cien mil euros al año, unas cifras que desde ACCA estiman insalvables para los cotos alaveses. Y mientras, se sigue sin resolver el gran problema de fondo, que es que los cazadores paguen los daños de los siniestros producidos en carretera, algo que no sucede en ningún sitio del mundo, por unos animales, también cazables, que no tienen dueño hasta que no son capturados. Los diferentes parches legales estatales solo han complicado aún más la situación.
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