La importancia de la caza en la conservación del medio ambiente y en el desarrollo de los pueblos
La actividad de la caza tiene una gran importancia en la conservación del medio ambiente, y gracias a ella no solo una gran parte del territorio se ha conservado adecuadamente, tal como se puede comprobar por ejemplo con los parques nacionales de Doñana, Cabañeros, o el de los Picos de Europa que anteriormente fueron cotos de caza, por cierto, donde se ha prohibido la caza sin la menor justificación ocasionando sobrepoblaciones y enfermedades, sino que además ayuda al desarrollo y la sostenibilidad de las zonas rurales, tal como lo reconocen las más reconocidas instituciones y organizaciones mundiales en materia de medio ambiente, como la Unión Europea, el Consejo de Europa, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, BirdLife International, CITES, y el Consejo Internacional de la Caza y Conservación de la Fauna.
Tal como consta en un informe de la Consultora Deloitte y Artemisan, el impacto generado por la actividad cinegética en España es de 6.475 millones de euros, lo que representa el 0,3 por ciento del PIB anual de España, supone unos 187.000 puestos de trabajo, y equivale al 13% del PIB generado por el sector agrario, parte de lo cual puede ser trasladado a la Comunidad foral de Navarra, con las peculiaridades que aquí existen donde la mayor parte de los cotos son públicos de titularidad municipal y donde se practica mayoritariamente una caza social combinada con algunos cotos adjudicados mediante subastas.
La caza es otro fruto más del monte, como las setas, la madera, la agricultura y la ganadería, y es un bien que como un aprovechamiento sostenible que es, genera una serie de beneficios tanto económicos, sociales, laborales, medioambientales e incluso técnicos, al extraerse una parte de los excedentes de animales que causan daños en agricultura y que provocan accidentes de carretera por atropellos, así como amenazas a la salud pública a través de enfermedades que trasmiten.
IMPACTO SOCIO ECONOMICO DE LA CAZA
Ingresos de los Ayuntamientos. Uno de los impactos económicos más importantes que generan las entidades locales titulares de los cotos públicos de caza de Navarra son lo que obtienen tanto a través de su adjudicación directa a las sociedades locales de cazadores, como a través de subasta al mejor postor, principalmente de aprovechamientos de caza mayor de ciervos, corzos y jabalíes, becada y de palomeras, que en algunos casos son la principal fuente económica de sus presupuestos, siendo de interés destacar que esto tiene un beneficio para el medio ambiente, ya que por ley los titulares de los cotos tienen que Invertir el 25 por 100 de los ingresos obtenidos en la venta del aprovechamiento en la mejora de las poblaciones animales y sus hábitats.
Gastos de los cazadores en las jornadas de caza. Un cazador para ir a cazar no solo necesita comprar una o varias armas, cartuchos o balas y pagar la tarjeta del coto que le habilite para ejercitar la actividad cinegética, sino que para desplazarse consume combustible, consumos en hostelería de los pueblos, compra de ropa adecuada , así como adquisición mantenimiento y
alimentación de perros, etc.
Un gasto muy importante de las cuadrillas de caza mayor de las que hay una en cada pueblo, son los gastos veterinarios de los perros, vacunaciones, o los radiolocalizadores que portan para su control, seguros que tienen que suscribir, tanto como cazadores particulares, como a los de responsabilidad civil de las sociedades y de los perros.
Es de destacar que en Navarra se abaten todos los años de media unos 10.000 jabalíes, unos 2.000 corzos y una cantidad menor de ciervos, cuya carne se suele entregar a las dos empresas que hay instaladas en Navarra que las compran, vendiéndose en parte en el extranjero como a otros particulares Con la caza se consigue además una carne totalmente natural que complementa muy bien el sustento de las familias, tanto de caza mayor como menor, la cual es muy saludable por el alimento con el que se nutren los animales y con menos grasa y colesterol de él que el procedente de otros animales de ganadería.
Impacto laboral. La caza crea puestos de trabajo. Tal como dispone la normativa aplicable, existen una serie de actividades, como el manejo de poblaciones, caza a rececho de ciervos, monterías y ejecución de autorizaciones excepcionales en el que es obligatoria la contratación de un guarda de caza, creando por ello una serie de ocupaciones laborales que fijan el empleo en las zonas rurales. No hay que olvidar los puestos de trabajo que se crean en las armerías, empresas de servicios, clínicas veterinarias, de venta de tablillas, etc.
Impacto social. No hay que olvidar el arraigo social que tiene la caza en Navarra con unos 25.000 practicantes, de los cuales muchos de ellos disfrutan un gran número de jornadas al aire libre disfrutando del campo y los buenos amigos. Muchos cotos y pueblos que no tienen casi nadie entre semana se llenan de vida los fines de semana, sirviendo de elemento de reunión de antiguos vecinos y oriundos de ellos que viven actualmente en pueblos más grandes y ciudades, volviéndose a crear vínculos que estaban rotos.
Beneficios medioambientales. La caza sin duda beneficia a la biodiversidad al trabajar los cazadores en la mejora de los hábitats de los cotos y con ello a las especies protegidas, así como al control de los daños ocasionados por las especies cinegéticas en la agricultura y en los accidentes de carretera, que sin ello se expandirían hasta cantidades incontroladas con los problemas sanitarios y de enfermedades que ello ocasionaría.
Un reportaje de Carlos Irujo. ADECANA