Según publica NOTICIAS DE GIPUZKOA la Diputación defiende su competencia en la materia y ultima una estrategia que prohíba toda actividad cinegética en Ulia. El Ejecutivo foral acata por el momento el fallo judicial que anula la declaración de zona de seguridad del monte.
Sí, pero no. Sobre el papel, la caza vuelve a estar autorizada en Ulia, en cumplimiento de una sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco que anula la declaración de zona de seguridad del monte, acordada hace cuatro años. A la Diputación de Gipuzkoa no le ha quedado más remedio que acatar el fallo judicial. Así lo ha hecho con la publicación el 13 de julio en el Boletín Oficial de Gipuzkoa (BOG) de la modificación de la norma foral de esta actividad en los municipios de Donostia y Pasaia. Pero que no se dispare la alegría entre los cazadores. Pese al fallo judicial, indican fuentes forales, se va a echar mano de toda la ingeniería jurídica necesaria para que la actividad cinegética no sea posible.
Tanto es así que el Ejecutivo no alberga ninguna duda al respecto. Según afirmaron ayer las mismas fuentes, “la decisión ya está tomada y no se va a poder cazar en Ulia de ningún modo”. No se plantea desobedecer el fallo judicial. La estrategia pasa por sacar el mayor rédito posible al compás de espera que se abre a partir de ahora. La sentencia del TSJPV autoriza la caza en época de pase de aves migratorias, es decir, en otoño. De ahí que, a pesar de la publicación de la modificación de la norma foral, no se puede pegar un solo tiro en el monte hasta después del verano.
Ese es precisamente el tiempo que quiere ganar la Diputación para “desarrollar el instrumento jurídico que imposibilite la caza, atendiendo a la singularidad del monte Ulia y en consonancia con la voluntad expresada por los ayuntamientos de Pasaia y Donostia”.
Todos estos argumentos parecen haber sido tomados en consideración para poner coto a una actividad que defienden con el gatillo en el dedo los cazadores. Cerca de 10.000 aficionados recorrieron a mediados de abril las calles de Donostia bajo el lema Euskadin Ehiza bai(Sí a la Caza en Euskadi), para reclamar respeto. Entre sus proclamas se pudieron escuchar gritos a favor de cobrarse piezas en Ulia, “un asunto que sigue bloqueado, a pesar de las sentencias judiciales del Supremo que avalan que esta actividad es totalmente legal y legítima en la zona”.
No se trata de una decisión que haya sido tomada al libre albedrío y de manera unilateral ya que, según fuentes consultadas, fue planteada en el último Consejo de Caza, el órgano consultivo en el que se dan cita todos los agentes implicados. A través del citado mecanismo jurídico, el Ejecutivo insiste en que hará todo lo necesario para “impedir prácticas de caza de aves migratorias en los pases tradicionales” durante la época de actividad. “Tenemos un margen hasta que comience la temporada, y lo vamos a aprovechar”.
La Diputación lo tiene claro, pero el intervalo que se abre a partir de ahora siembra de dudas a organizaciones ecologistas como Eguzki. Entienden que tras la orden foral aprobada “es un hecho que Ulia ha dejado de ser una zona de seguridad”. Es la lectura que hacen a corto plazo, al margen del mecanismo jurídico del que se pueda echar mano en un futuro para prohibir la caza.
La preocupación es de tal calado que una treintena de entidades ciudadanas de todo tipo ha suscrito el manifiesto Ulia, por un parque seguro y para tod@s. Los ayuntamientos de Donostia y Pasaia también han aprobado sendas mociones en ese sentido. Según alertan estos colectivos, “si en la próxima Orden de Vedas la Diputación autoriza la caza, estará alineándose una vez más con los intereses del lobby de la caza y dando la espalda a la mayoría de los usuarios, contraria a que en este parque se autorice una actividad generadora de situaciones de inseguridad, riesgo, ruido, estrés y falta de confort”.
Eguzki exige a la Diputación que revierta la situación, y a los ayuntamientos de Donostia y Pasaia que activen todos los mecanismos administrativos necesarios para garantizar la seguridad de la ciudadanía en Ulia. “Las organizaciones ciudadanas continuaremos luchando por este objetivo”, advierten en el manifiesto consensuado por un total de 27 entidades ciudadanas.
RECURSO DE LOS CAZADORES – La caza en Ulia fue prohibida por una orden foral en el año 2012, con la institución en manos de Bildu, después de solicitudes en ese sentido tanto por parte del Ayuntamiento de Donostia en 2010 como por parte del de Pasaia en 2011.
Tras un recurso de los cazadores por cuestiones formales que fue aceptado, una nueva orden foral ratificó la prohibición en 2014, pero fue de nuevo recurrida.
El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco volvió a dar la razón en febrero de 2017 a la Federación Guipuzcoana de Caza, al entender que los citados puestos de Ulia, que se excluían de los autorizados al ampliarse la zona de seguridad en torno a la ciudad, son tradicionales y por ello están aceptados en la Ley Vasca de Caza, de rango superior a la norma foral.
Hasta ahora la sentencia no se había llegado a aplicar, puesto que el Ayuntamiento de Pasaia decidió recurrirla ante el Tribunal Supremo. Este juzgado, sin embargo, no admitió el recurso, por lo que en diciembre el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco comunicó a la Diputación que su sentencia era firme y debía ejecutarla y llevarla a efecto.
Lo hizo con la publicación el pasado 13 de julio en el Boletín Oficial de Gipuzkoa de la modificación de la norma de 2014, que incluye los puestos de Ulia entre los excluidos de las prohibiciones. Sobre el papel, y hasta que no se demuestre lo contrario, con la modificación de la norma que se aplica a la actividad cinegética en los términos de Donostia y Pasaia, a partir de ahora y en la época de pase de aves migratorias se podría cazar en los puestos fijos autorizados de Ulia y de Igeldo (del cuarto domingo de septiembre al cuarto domingo de noviembre), en los de Altza y Papin (del último domingo de agosto al segundo domingo de octubre) y en los de San Marcos y Antondegi (del último domingo de agosto al cuarto domingo de noviembre). En todos ellos, los sábados, domingos y festivos se cazaría únicamente hasta las 10.00 horas y a partir de esa hora los cazadores deberían dejar sus puestos. La Diputación insiste en que nada de ello será posible porque para entonces ya contarán con el desarrollo normativo necesario que lo impida.
Según la Federación de Caza de Gipuzkoa, hay unas 18.000 licencias para esta actividad en el territorio y unos 4.000 corresponderían a donostiarras. El colectivo defiende además que, debido a las limitaciones y medidas de seguridad exigidas, no es una actividad peligrosa. Recientemente fuentes de la federación apuntaban que si no se hubiera prohibido la caza en Ulia en 2012 habría menos de los alrededor de 40 puestos que existen en la actualidad.
LOS DATOS
2012. A instancias de los ayuntamientos de Donostia y Pasaia, la Diputación publica una norma foral que prohíbe la caza en Ulia. Fue recurrida por cuestiones formales y anulada por los tribunales.
2014. La Diputación ratifica la prohibición en una nueva orden, también recurrida por los cazadores.
2017. El TSJPV da la razón a los cazadores, pero Pasaia recurre al Supremo. Rechazado ese recurso, el TSJPV exige en diciembre a la Diputación que aplique su sentencia y permita la caza en los puestos tradicionales de Ulia.
2018. La Diputación publicó el 13 de julio la modificación de la norma de 2014 en el Boletín Oficial de Gipuzkoa, lo que permite de nuevo la caza en los puestos de Ulia. Al mismo tiempo, anuncia que trabaja en desarrollar un instrumento jurídico que no haga posible la actividad en otoño.