El antiguo aeródromo de Dima volvió a ser el punto de encuentro de miles de cazadores y pescadores que vivieron una jornada de reivindicación, encuentro entre aficionados y familiares y espacio para observar las novedades expuestas
El Día del Cazador y del Pescador celebrado el domingo con organización de ADECAP, volvió a ser “un rotundo éxito” al reunir a un mayor número de aficionados que en sus anteriores 24 ediciones, aunque los asistentes “venían y permanecían un par de horas debido al asfixiante calor”, según señaló el presidente de la asociación, Juan Antonio Sarasketa.
La cita volvió a tener como centro tres ingredientes principales: reivindicación, encuentro de compañeros de afición y espacio para observar las novedades relacionadas con el sector cinegético y de la pesca.
En esta ocasión, además, el lema de ‘Cazador y perro. Un equipo, una pasión’ fue el argumento que permitió otorgar un protagonismo especial al fiel compañero del cazador en sus batidas. El reconocimiento está motivado por las feroces críticas que están recibiendo por parte de asociaciones de animalistas y sectores anti-caza en torno al presunto abandono de los canes cuando estos dejan de ser útiles.
Además de rechazar esas acusaciones, Sarasketa mostró ante los miles de asistentes su enorme preocupación por la reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León que prohíbe la caza en ese territorio. Aunque reconoció que “la media veda de la codorniz que debía comenzar el 15 de agosto, es más que probable que no se inicie en esa fecha”, mostró su esperanza “porque eso no quiere decir que no se vaya a cazar. La cuestión es cuándo y qué especies van a poder ser cazadas”.
Sarasketa señala que los responsables de la Junta de Castilla y León van a recurrir la sentencia para conseguir que revierta la prohibición. Los responsables administrativos de esa comunidad deberán elaborar también los estudios preceptivos relacionados con las diferentes especies cinegéticas.
Sarasketa señala en este sentido que “la proliferación de animales que carecen de depredadores como el corzo o el jabalí es tal, que no va a haber más remedio que autorizar su caza cuando se abra la veda. La superpoblación puede provocar enfermedades, incrementa el riesgo de accidentes de tráfico y provoca importantes daños en la agricultura”.
Eso sin contar el perjuicio que la prohibición provoca entre los miles de personas que se ven económicamente beneficiadas por la práctica de la caza. El presidente de ADECAP cifra en unos 600 millones de euros la repercusión de la caza en Castilla y León por la práctica de esa afición.
La fiesta vivida en las campas de Zumeltza resultó “un rotundo éxito” para el vicepresidente de ADECAP, Rufino Eizmendi, “porque todo salió según lo programado”. La masiva presencia de aficionados a la caza y a la pesca y de sus familiares anima a los organizadores a “dar continuidad a esta celebración anual”
A pesar de ello, Eizmendi ve posible mejorar algunos aspectos de la programación de cara a futuras ediciones. Entre algunas actividades que pueden ser incorporadas señala “aquellas iniciativas que pueden estar relacionadas con los perros o algunos actos complementarios, porque debido a la cantidad de gente que se reúne la relacionadas con el tiro con escopeta están descartadas”.
Por cuarto año consecutivo Dima fue un ineludible punto de encuentro para Pedro Luis López Díaz, presidente de la asociación Jóvenes por la caza, que defendió la necesidad de mantener la cita anual. La fiesta es para él “un referente de las personas que sentimos pasión por la caza. Además la organización se supera cada año”, aseguró.
López defendió la celebración anual en las campas de Zumeltza porque la cita “a diferencia de las ferias relacionadas con la caza, es un referente aglutinador de todo el colectivo, en el que la unión y las reivindicaciones comunes han permitido mantener esta afición en la situación en la que se encuentra en la actualidad”.
Aunque Jóvenes por la caza es una asociación interesada en hacer perdurar el relevo generacional, “porque el joven cazador es el futuro de esta afición”, López reconoce que se está produciendo “una importante incorporación de aficionados autodidactas, que no tienen tradición familiar, pero que están muy concienciados” por cuestiones conservacionistas.
El Día del Cazador y del Pescador sirvió además para reconocer la labor que desarrollan en aras de preservar el Medio Ambiente y en el campo de la conservación de la Naturaleza personas como el consultor medioambiental Julen Rekondo. Los organizadores del Día del Cazador y el Pescador premiaron su dedicación con la Medalla de Oro de ADECAP, a pesar de que el propio galardonado reconoce que “no soy cazador”.
Rekondo, que es miembro de Naturtzaintza-Consejo de Conservación de la Naturaleza de Euskadi y que recibió en 2002 el premio Gonzalo Nardiz del Gobierno Vasco por su trayectoria destacada en la difusión e investigación en temas de conservación de la naturaleza, considera prioritaria “la necesidad de conservar el patrimonio natural que existe en Euskadi”.
De hecho, la Comunidad Autónoma del País vasco cuenta con “una diversidad bastante interesante”. A pesar de que únicamente ocupa en torno al “1% de la superficie de la Unión europea, alberga el 35% de los hábitats de interés europeo”.
Para preservar los valores existentes es necesario “revertir la percepción social de la caza, que se encuentra en mínimos”, aunque para ello es necesario “que la totalidad de los cazadores sean conservacionistas” y poder así mantener esta afición en el futuro. En esa labor resulta imprescindible para Rekondo “que el cazador esté más informado y más concienciado y que comprenda las limitaciones ecológicas existentes”.
ADECAP, además, aprovechó su fiesta anual para conceder un Diploma de Honor a la Sociedad de Cazadores Muga de Elduaien, por la labor desarrollada en la defensa de la caza.