El conejo es una especie fundamental para el equilibrio de la biodiversidad, ya que es la base de la cadena trófica al ser el principal alimento de las rapaces y predadores que habitan en ella, muchos de ellos protegidos.
Es una especie muy importante para la gestión cinegética de los cotos de caza, ya que donde abunda al ser la pieza de caza más común entre los cazadores disminuye la presión cinegética respecto al resto de especies cazables necesitada de las protección, como la perdiz, liebre, etc, y donde es una especie en regresión en cambio aumenta sobre las otras, ocasionando una disminución de sus efectivos peligrando la viabilidad de las mismas. Es una cuestión de equilibrio ecológico, y por ello la Administracion Foral, que es el gestor de las políticas medioambientales y de caza en Navarra, es el que tiene el deber de conservarlo y mejorar sus poblaciones, teniéndolo controlado ni por exceso ni por defecto en toda su área de distribución de la geografía Navarra.
El conejo en la mayor parte de Navarra es una especie en franca decadencia en la que el Gobierno de Navarra poco está haciendo para que aumenten sus poblaciones, mientras que en otras, principalmente en la zona de las Nekeas y margen derecha del río Ebro, tiene un exceso de poblaciones que están causando importantes perjuicios al dañar los cultivos agrícolas de las zonas afectadas y ocasionando conflictos sociales, por lo que es preciso abordar seriamente con la colaboración de todos los entes implicados en ello el estudio y la solución a este grave problema que ya lleva muchos años sin resolver.
De un sistema de responsabilidad objetiva en la que todos los daños se tenían que abonar por parte de los adjudicatarios de los aprovechamientos cinegéticos y de los titulares de los cotos, se pasó a un sistema de ayudas gubernamentales que han ido disminuyendo a lo largo del tiempo hasta desaparecer, habiéndose cargo de la mayor parte de los mismos Agroseguros a través de unas pólizas con una franquicia del 20% subvencionadas en parte por el estado y la Administracion foral, situación que parece que a partir de este año corren el peligro de desaparecer, con el peligro que ello va a suponer para las economías de los agricultores y de las sociedades de cazadores que no van a poder hacerse cargo de las reclamaciones que se interpongan frente a ellos.
Desde el Gobierno de Navarra, por enésima vez, se está intentando dar con una solución para resolver este grave problema, habiendo convocado en las próximas fechas a una reunión a todos los entes afectados.
LA SOLUCIÓN PASA POR GESTIONAR DE FORMA CONJUNTA EL EXCESO DE CONEJOS, Y APROVECHAR LOS EXCEDENTES PARA RECOLOCARLOS DONDE HAN DESAPARECIDO
Para ADECANA la solución a este problema no se tiene que circunscribir únicamente a través de la prevención y control de los excedentes de las poblaciones de conejo de las zonas conflictivas, sino que hay que aprovechar para que los conejos que se capturen vivos mediante redes y hurones se recoloquen en otras zonas y lugares donde prácticamente han desaparecido sus poblaciones, recolocaciones que en aras de la solidaridad y de la caza social no tienen que tener un objetivo económico, sino social y solidario con el resto de compañeros cazadores que no disponen de esta especie, no debiendo especularse con la venta de conejos silvestres al resto de acotados, asumiendo las sociedades demandantes los gastos de captura y translocación, todo ello con el control de la Administracion que debe velar para que todo ello se efectúe según lo acordado.
Para la Asociación de Cazadores Navarros el control de las zonas conflictivas tiene que enfocarse desde un punto de vista global y adecuado a las diferentes características y peculiaridades de cada termino municipal afectado mediante normativas de obligado cumplimiento, logrando como se ha conseguido ya en algunos cotos de la Ribera, como por ejemplo Cortes y Villafranca, donde a través de una serie de acuerdos se están implicando todas y cada una de las entidades relacionadas con ello. Por una parte, el Gobierno de Navarra como gestor del territorio y de las especies que es el que tiene que plantear las directrices de actuación, por otra de los Ayuntamientos que son los titulares de los cotos y de las zonas comunales que adjudican, de los agricultores que tienen que tener la obligación de colaborar en la prevención de las medidas para evitar los daños, de las concesionarias públicas que mantienen espacios vallados donde al no poder cazar proliferan sin control estos roedores y que causan daños fuera de ellos, y de las sociedades de cazadores adjudicatarias de los aprovechamientos cinegéticos que tienen que gestionar de forma correcta sus poblaciones con el apoyo y colaboración de todos ellos.
PRECAUCIONES QUE HAY QUE TENER EN CUENTA CON LAS RECOLOCACIONES DE LOS CONEJOS QUE SE CAPTUREN
En relación a lo de trastocar conejos hay que tener en cuenta el estado vírico de los conejos de origen y sus posibles consecuencias en las poblaciones de conejo del coto receptor, por lo que hay que estudiar si están afectados por las enfermedades víricas propias del conejo o son portadores de ellas.
El problema de las translocaciones es que la cepa de los virus que ataca a las poblaciones residentes, y para la cual ya hay, seguro, individuos autoinmunes, sea diferente de la que portan los individuos traslocados, con lo que nos encontraríamos con el siguiente problema: conejos traslocados que por el estrés propio de la traslocación (este aumenta con su recogida en el campo, traslado, cercados, etc, aumentando las posibilidades de infección) , enfermen, y conejos residentes, que no estaban afectados por la enfermedad, y ahora enfermen con la nueva cepa introducida.
Para evitar esto, los conejos a traslocar, deben de proceder de zonas contiguas a las receptoras, ya que la mutación de los virus suele suceder a nivel local, por lo que sería menos probable que las cepas virales fueran distintas.
Si se plantea una repoblación con conejos de la Ribera de Navarra, en la zona centro y Norte de la Comunidad, donde quizá aún no haya llegado la segunda cepa viral de NHV, podríamos estar introduciéndola y provocando la muerte de todos los conejos residentes. Por eso, antes de ni siquiera transportar conejos de un lugar a otro deberíamos saber si son portadores de la segunda versión de la NHV o no, para decidir en consecuencia. Seguramente esta segunda cepa ya está extendida por toda Navarra (en otras comunidades limítrofes ya está infectados con ella y Navarra está más al Norte), por lo que lo que es conveniente que un veterinario haga análisis a los conejos de origen antes de soltarlos y se vea el nivel de anticuerpos que tienen y si están infectados. Habría que mirar es que las cepas virales fueran idénticas en las poblaciones de la Ribera y la de las zonas a reintroducir. Esto tiene un coste económico importante que lo tendría que asumir el gestor de la fauna que es el Gobierno de Navarra.
Otra cosa es que la translocación se haga en zonas donde el conejo lleva extinto varios años. Ahí el posible daño colateral es prácticamente inexistente.
A nuestro entender los esfuerzos e investigaciones se están centrando en el tipo de cercado, majano que se pretende utilizar para acoger las zonas de expansión, época de suelta, densidades por ha., pero nada o casi nada en el tema vírico y aquí es donde la Administración tiene que profundizar para tener éxito en la recuperación del Conejo en Navarra.
De todas formas, por lo que los técnicos de Adecana están comprobando que para que las reintroducciones funcionen hay que hacerlas a mayor escala de lo que se está haciendo en la actualidad, ya que las sueltas pequeñas tienen pocas posibilidades de tener éxito.
Por otro lado, cuando se efectúa una repoblación o traslocación de ejemplares es fundamental un control exhaustivo de los predadores es necesario para que esta actuación sea viable, y en este aspecto el Departamento de Medio Ambiente tiene que dar el máximo de facilidades para que pueda llevarse a efecto.
DESCONTENTO DE LAS SOCIEDADES DE CAZADORES POR LA PROHIBICION A TRAVÉS DE LOS POC DE LA CAZA DEL CONEJO EN ENERO
A pesar de que en la Orden de Vedas está autorizada la caza del conejo hasta el 31 de enero de 2017, desde Medio Ambiente se sigue obligando a una serie de cotos a los que se les está renovando el Plan de Ordenación Cinegética a incluir en el mismo la prohibición de su caza durante el mes de enero argumentando índices I.K.A. inferiores a 0,8 ejemplares/Km argumentando que en esa época las conejas ya están preñadas, ocasionando un problema añadido cuando al producirse daños en el nacimiento del cereal y por las quejas de los agricultores tener que solicitar permiso para cazarlos, se les obliga a contratar un guarda para su control al entender que es una autorización excepcional, cuando esta es una práctica autorizada en la citada normativa general.
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