La leishmania es una enfermedad parasitaria que puede afectar de manera grave a nuestros perros e incluso provocarles la muerte. La causante de la transmisión es la hembra del ya famoso mosquito Phlebotomo.
En el País Vasco es una enfermedad que apenas se da porque nuestro clima no es el apropiado para la supervivencia del phlebotomo. Sin embargo, al estar bastante extendida por toda la península, los traslados de nuestros perros, ya sea por vacaciones o por las temporadas de caza, aumentan el riesgo de contraerla.
En España, las zonas más afectadas son Aragón, Cataluña, Madrid, Baleares, Extremadura, Levante, Murcia, Andalucía, Castilla La Mancha y Castilla y León.
Las épocas de riesgo oscilan entre marzo y octubre, dependiendo del clima y asociado principalmente al calor. En sitios cálidos, podremos encontrarle prácticamente todo el año. Las horas más peligrosas son el atardecer y el amanecer por lo que se debe evitar pasear a nuestros perros y que duerman en la calle.
En el momento de la picadura aparece una pequeña lesión llamada chancro, normalmente en nariz o en la oreja, y a partir de ahí se empezara a propagar el parásito. Podemos empezar a notar síntomas a partir de los 3 meses.
La Leishmania puede afectar a nivel cutáneo o a nivel visceral.
A nivel cutáneo nos dará pérdidas de pelo alrededor de ojos y nariz. El perro adoptará el aspecto de ???cara de payaso???. También nos provocará heridas en la piel y un crecimiento exagerado de las uñas.
A nivel general, el perro perderá peso pero no apetito.
A nivel visceral, puede afectar al riñón. Causará insuficiencias renales que pueden llegar al fallo renal y por ello, la muerte. Esta es la presentación de leishmania más peligrosa.
Si sospecha de esta enfermedad, lleve a su perro a un veterinario. Allí se le hará una analítica que nos indicará si es positivo o no y nos medirá el nivel de anticuerpos y un proteinograma para ver la situación de la enfermedad. Importante por supuesto, valorar el riñón también.
En función de la analítica, síntomas y estado general del perro se pondrá un tratamiento a base de pastillas e inyecciones. ¿Cómo evolucionará nuestro animal? Cada caso es único y hay que valorarlo por separado. Siempre va a ser mejor el pronóstico si el riñón está bien y cuanto antes haya sido el diagnóstico.
Con el tratamiento lograremos curar los síntomas pero debemos de saber que el perro siempre quedará enfermo y que puede haber recidivas de éstos.
Yo, como amiga de la prevención, os recomiendo que utilicéis collares Scalibor, pipetas Vectra y Advantix, sobre todo en las temporadas de calor y aun viviendo en el País Vasco, ya que en Álava ya se están viendo casos. Ahora contamos también con una vacuna. ¡No os confiéis y prevenid a vuestros perros!
Muy interesante