La pretensión de la ICAE de limitar los derechos los cazadores se ha encontrado de frente con la campaña de la Oficina Nacional de la Caza para protegernos de estas iniciativas absurdas.
En tan sólo unos días, la ONC organizó y coordinó a las más importantes empresas del mundo cinegético y, con el apoyo de las armerías, las asociaciones y las revistas del sector, consiguió organizar un sistema de recogida de alegaciones que ha demostrado una enorme eficacia. Disponiendo únicamente del mes de agosto, periodo vacacional por excelencia, ha conseguido remitir al Ministerio de Industria más de 11.100 alegaciones directamente y otras 2.000 a través de las armerías, lo que parece motivo suficiente para que la Dirección General de la Guardia Civil se replantee sus pretensiones. Además de lo anterior, las armerías, vinculadas a la ONC a través de la Asociación Española de Armerías (AEA), han conseguido remitir más de 1500 cartas al Ministro del Interior, don Antonio Camacho, solicitándole su intervención a fin de que no se limiten los derechos de los cazadores a comprar munición.
La ONC no ha estado sola estas acciones, han apoyado de forma incondicional entidades representativas de la caza, como APROCA, ADECAP, la Asociación Española de Rehalas, la Asociación de Empresarios para la Caza y el Tiro Deportivo (ASECATI), ASAJA, la Asociación Española de Fabricantes de Cartuchos (AFEC), entre otras, han colaborado activamente en la campaña realizada contra la modificación reglamentaria.
En paralelo a la recogida de firmas y el envío de alegaciones, la Oficina Nacional de la Caza ha estado trabajando con don Teófilo De Luis, Secretario Técnico del Grupo Parlamentario Popular, así como con don Emilio Olavarría, representante del Partido Nacionalista Vasco, para hacer valer la eliminación de las exigencias para adquisición de munición no metálica en el proyecto de modificación del reglamento de artículos pirotécnicos y cartuchería. Ambos partidos han demostrado una vez más su reiterado apoyo al mundo cinegético.
La Oficina Nacional de la Caza no ha terminado su trabajo, ahora queda gestionar el extraordinario apoyo que ha tenido su iniciativa, reclamar una firme actuación política y presionar aún más hasta lograr la retirada de las exigencias de la Guardia Civil».