El Estudio de Abandono y Adopción 2018 realizado por la Fundación Affinity ha vuelto a sacar a la luz las falsedades vertidas por los sectores animalistas sobre el abandono de los perros de caza, pues no sólo la cifra continúa disminuyendo, sino que queda claro que el 88% de los perros abandonados proceden del entorno urbano, por camadas indeseadas, factores económicos, problemas de comportamiento y pérdida de interés por el perro.
El resumen del estudio sigue revelando la intencionalidad de las acusaciones de los radicales animalistas que achacan al mes de febrero, tras el fin de la temporada cinegética, ser el momento del año en que más perros se abandonan en España. Otra mentira más.
La Real Federación Española de Caza condena firmemente el abandono de perros y lucha por la erradicación de esta práctica. Pero también quiere puntualizar, respecto a los utilizados en la actividad cinegética, que muchos de estos abandonos son en realidad pérdidas, siendo más tarde recuperados por sus propietarios, a pesar de las trabas que muchas protectoras animalistas ponen para ello, como ocultaciones deliberadas de estos perros de caza o traslados clandestinos a otros centros, como muchos cazadores han denunciado.
Además, gran parte de estos ‘abandonos tras la temporada de caza’ son perros robados a cazadores y de los que los ladrones no han podido obtener beneficio, por lo que son abandonados tras quitarles el microchip. Igualmente, son numerosos los perros de razas de caza que sólo se utilizan como animales de compañía, por lo que el abandono de éstos no pueden ser achacado a los cazadores.
La RFEC solicitó, el pasado mes de marzo, a la Fundación Affinity datos más concretos concernientes a los perros de caza, como el número de los que eran devueltos a su propietario, la influencia de la prohibición del corte de orejas y rabos en perros en los porcentajes de abandono, o el número de galgos que eran abandonados/perdidos y adoptados, así como los centros consultados para la realización del estudio, su número, situación en núcleos urbanos o rurales, distribución por autonomías, criterios de selección requeridos a los centros para participar en el estudio y el control de la veracidad de los datos proporcionados.
La Fundación Affinity comunicó a la RFEC, en mayo, que “no podían ofrecer más datos de los que están publicados en la web”, una información que el sector sigue demandando para poder continuar demostrando las burdas manipulaciones animalistas sobre los abandonos de los perros de caza.