La RFEC, las FFAA, ONC y APROCA no estarán en la manifestación del 3 de marzo. estas organizaciones mantienen un firme compromiso con el sector cinegético y el mundo rural, por lo que no pueden permitirse en estos momentos de transición política cometer errores que puedan perjudicar a estos sectores.
Congregar en Madrid a más de un millón de personas para manifestarse es una responsabilidad muy seria con consecuencias muy importantes. No alcanzar esa cifra sería un auténtico fracaso al que no podemos condenar a la caza ni al mundo del campo en estos momentos. En el año 2008, la RFEC, junto al sindicato agrario más importe de España, ASAJA, llenó Madrid con más de un millón de personas. Ahora, bajar esa cifra sólo será entendido por la sociedad urbana como una disminución de la fuerza del colectivo cinegético y del mundo rural a favor de postulados contrarios a lo que se defiende.
La responsabilidad de la RFEC, de las FFAA, de la ONC y de APROCA está en su compromiso con los federados y asociados, en el trabajo diario, como así se viene demostrando en los últimos años. Nuestros federados y asociados nos exigen una dedicación firme y continuada, y ahora nuestro esfuerzo tiene que centrarse en hacerles ver la importancia de votar en las próximas elecciones en consonancia con el compromiso mostrado por cada partido político con el mundo rural y la actividad cinegética.
El mejor ejemplo de trabajo, esfuerzo y sacrificio lo hemos visto con la campaña #LaCazaTambiénVota, que obtuvo inmejorables resultados en Andalucía y ahora se está trasladando al resto de comunidades autónomas y pronto se pondrá en marcha a nivel nacional.
Nuestro empeño en estos momentos está en exigir a los grupos políticos que nos informen por escrito y de forma pública cuál es su implicación con nuestro sector, y la RFEC, las FFAA, ONC y APROCA trasladarán sus respuestas de manera fidedigna a los cazadores para que ejerzan su derecho al voto, que es la mayor manifestación que se puede exigir en democracia.
De igual forma, la Alianza Rural, que no es otra que la que siempre ha sido, pero ahora consolidada de forma estructural y jurídica, y dotada de un carácter profesional, se ha posicionado en esta línea de respeto total a quienes quieran manifestarse el día 3 de marzo, pero desvinculándose de su organización.
Desde hace muchos meses la Alianza Rural ha sido firme defensora de mantener un pulso frente a quienes atentan contra el medio rural, pero siempre con unos firmes objetivos y siendo muy consciente de que una manifestación es un elemento de fuerza en el que no tiene cabida el fracaso.
Instituciones de verdadero peso dentro de la Alianza Rural, como ASAJA, Unión de Criadores de Toros de Lidia, Federación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural (AMFAR), Federación Española de Asociaciones de Ganado Selecto (FEAGAS), APROCA, ONC y la RFEC toman decisiones consensuadas y muy meditadas que pasan por respetar la manifestación, pero no organizarla.
Por otro lado, ciertas personas, desde el primer momento, quisieron desvincular a la Alianza Rural de la organización de una manifestación y no han querido tomar en cuenta las decisiones del resto de compañeros –de los que la caza sólo es una parte más de seis– sobre esta Alianza.
Responsabilizar única y exclusivamente a la RFEC y a las FFAA de la postura tomada por la Alianza Rural no es más que una clara demostración de intereses particulares de asociaciones que jamás han demostrado nada en su supuesto trabajo en interés del sector.
Esta manifestación, como no puede ser de otra manera, es totalmente respetada, pero también hay que tener en cuenta que las uniones, mesas o plataformas que la están promocionando no han realizado nada palpable a favor del sector cinegético, más allá de la defensa de intereses particulares y de una mala educación que han demostrado en redes sociales faltando el respeto, una vez más, a la RFEC, a las FFAA y a sus representantes.
El compromiso de las Federaciones, ONC y APROCA (organizaciones que tienen entre sus asociados casi medio millón de cazadores y miles de simpatizantes, y más de 15.000 cotos de caza que representan a más del 50 % de cazadores y titulares de cotos que conservan los acotados y tienen su aprovechamiento) ahora está con las urnas, en luchar para que los partidos políticos se comprometan con el medio rural, en trabajar para lograr el compromiso de formaciones que hasta la fecha no han querido reconocer la importancia del sector, en afianzar las buenas relaciones con aquellos grupos que muestran su firme apoyo y mantener el diálogo con quienes, desde hace muchos años, nos han apoyado.
Una manifestación es una demostración de fuerza que pierde su razón de ser si no tiene un objetivo concreto, si no existe un gobierno a quien reivindicar unos derechos (en un mes este Gobierno no estará) o si no hay unas decisiones políticas contra las que luchar, y porque las Federaciones Autonómicas ya hicieron el pasado 15 de abril de 2018 unas manifestaciones regionales con el mismo motivo y, a fecha de hoy, pocos o casi ninguno de los asociados de estas entidades nos han pedido acudir o se han interesado por esta convocatoria.
En estos momentos de transición estas organizaciones respetan la manifestación y a quienes quieran libremente unirse a ella, de igual forma que respetan la decisión de la Alianza Rural de no movilizar a las asociaciones que la conforman, y como el resto de sus miembros, acatan esta decisión consensuada y piden respeto, siempre respeto, a todas las decisiones.