La RFEC y AESAN lanzan una campaña de prevención de la triquinosis en carne de jabalí para autoconsumo
- Tras los casos aparecidos el año pasado, ambas entidades lanzan esta campaña conjunta para recordar la importancia de correcto análisis de la carne de jabalí para autoconsumo
- El objetivo es sensibilizar a los cazadores sobre la importancia de realizar este análisis de triquina en las piezas de caza
- Desde la RFEC se insiste en la obligación de un análisis veterinario de la carne de jabalí y en la total ineficacia de las “recomendaciones caseras” sobre la destrucción de la triquina
Madrid, 6 de septiembre de 2020
La Real Federación Española de Caza (RFEC) y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) han publicado un tríptico informativo con el objetivo de reducir los potenciales riesgos asociados al autoconsumo de carne de jabalí, es decir, aquella no procedente de los canales habituales de comercialización, por la presencia del parásito triquina.
La triquinosis (o triquinelosis) es una enfermedad parasitaria que afecta al hombre y a diferentes mamíferos silvestres y domésticos (especialmente jabalíes y cerdos), producida por diversas especies del género Trichinella (triquina).
Esta enfermedad, aunque conocida y controlada hace muchos años, puede ser grave para el ser humano, siendo la principal fuente de infección la carne y los productos cárnicos crudos o insuficientemente cocinados procedentes de jabalíes o cerdos parasitados por triquina.
Para prevenir esta enfermedad, es esencial que todos los cerdos y jabalíes que se destinen al consumo humano sean analizados para comprobar que no presentan el parásito, incluyendo los que se destinan al autoconsumo por parte de los cazadores.
La carne de animales de estas especies que se comercializa por los canales habituales (carnicerías, restaurantes, supermercados, mercados…) ha sido ya sometida a estos análisis, obligados por normativa. Sin embargo, es necesario concienciar de la necesidad de realizar este análisis también en el caso de carne de caza para consumo propio.
En nuestro país, la mayoría de los brotes de triquinosis se producen por el consumo de carne de jabalí procedente de cacerías sin control sanitario, la ingesta de carne de cerdo procedente de matanzas domiciliarias, o la mezcla de ambas carnes en embutidos.
Según ha señalado la Federación Española y AESAN, el objetivo de este tríptico es sensibilizar a los cazadores sobre la importancia de realizar este análisis de triquina en las piezas de caza.
Al tiempo, se pretende aumentar el conocimiento sobre esta enfermedad e informar sobre cómo prevenirla, persiguiendo reducir los brotes de triquinosis y proteger la salud de los consumidores de estos alimentos (cazadores, familiares y amigos) concienciándoles de la necesidad e importancia de someter esta carne a un examen veterinario previo a su ingestión.
El presidente de la RFEC, Ignacio Valle, ha querido insistir a los cazadores sobre la trascendencia de no hacer caso a los “remedios caseros” para eliminar la triquina. “La carne de jabalí para autoconsumo debe ser siempre analizada por un veterinario, el único que nos puede confirmar que está libre de triquina. No hacerlo y recurrir a métodos caseros, totalmente ineficaces, es poner en grave peligro la salud de toda la familia”.