«La sociedad de Cazadores de Cortes San Miguel, titular del aprovechamiento cinegético del coto de caza local de Cortes, al no poder hacerse cargo de los gastos de guarderío y de las posibles indemnizaciones por los daños de la fauna cinegética en los cultivos, ha procedido a devolver el coto a su titular, el Ayuntamiento de Cortes», indican en una nota de prensa desde la asociación de cazadores, Adecana.
Antes de tomar esta dolorosa medida, aseguran desde la entidad, «han hecho todo tipo de gestiones ante el Departamento de Medio Ambiente, los concesionarios de las zonas de seguridad de donde provienen los conejos que causan los daños, y ante el propio Ayuntamiento de Cortes, pero ante la falta de respuesta para resolver el problema, ante las consecuencias económicas que ello les puede suponer, han tenido que tomar esta dolorosa medida».
Los antecedentes, según relata Adecana en la nota, han sido los siguientes:
PRIMERO.- El coto de caza matrícula 10.331 de Cortes, cuyo aprovechamiento cinegético está adjudicado a la Asociación de Cazadores De Cortes San Miguel hasta hace pocos años, estaba formado casi en su totalidad por tierras de regadío, en parcelas pequeñas de poco más de una hectárea en la mayoría de los campos, con sus lindes, ribazos y liecos en la que habitaba la fauna habitual de los cotos de la ribera, es decir exclusivamente caza menor, mayormente perdiz, algo de conejo y liebre, y codornices en verano. La agricultura que se practicaba era la tradicional, siendo su gestión cinegética y el control de los daños en la agricultura sencillo de realizar. Como es lógico, con este tipo de hábitat no había fauna de caza mayor. En los planes de ordenación cinegética de años anteriores se puede leer que la especie “jabalí” en este coto era una especie ocasional y anecdótica.
Pero de unos años a esta parte, todo esto empezó a cambiar por actuaciones públicas realizadas a través del Gobierno de Navarra, el cual por Ley es a quien le corresponde la gestión del hábitat. Como ejemplos de ello podemos citar la Autopista AP 68 y la Autovía A 68, que dividen el coto de caza en dos partes perfectamente diferenciadas y valladas; los dos canales, Canal de Lodosa y Canal Imperial, que también atraviesa el coto, obras publicas que no están valladas pero si prohibido el paso a vehículos y toda persona ajena a estos caminos y canales, zonas de seguridad donde por ley esta prohibida la caza, no pudiendo por lo tanto por nuestra parte realizar una actividad cinegética de control sobre la extensa fauna cinegetica, principalmente conejos, que se han establecido en ellos, ya que su gestión y mantenimiento les corresponde a sus titulares que son la Autopista Vasco Aragonesa, el Gobierno de Navarra, y la Confederación Hidrográfica del Ebro, los cuales hacen en este aspecto dejación de sus funciones, ya que ni hacen, ni dejan hacer.
Es de interés resaltar que las obras públicas que han dado lugar a estos espacios vallados ocupados en la actualidad por un gran número de conejos, léase zonas de seguridad de la AP 68, la A 68, el Canal de Lodosa y Canal Imperial, y la Concentración parcelaria del término municipal de Cortes, las cuales por Ley han tenido que llevarse a cabo realizando la pertinente declaración de Impacto Ambiental en la que, salvo que se nos demuestre lo contrario, no se ha previsto lo que finalmente ha ocurrido, y es que la inclusión de estos espacios vallados o de paso prohibido, por dejadez de sus gestores albergan una gran cantidad de maleza en la que los conejos han encontrado un hábitat perfecto para vivir, aumentando en estos de forma desmesurada, dándose el problema que allí como no tienen con que alimentarse, de noche atraviesan las vallas y zonas de seguridad saliendo a comer a los cultivos adyacentes a estas zonas de seguridad causando cuantiosos daños que los agricultores reclaman a la Asociacion de cazadores, ya que los campos y las propias zonas de seguridad forman parte de los terrenos del coto.
SEGUNDO.- Actualmente, con las referidas obras públicas, más o menos el 99 % de la superficie del coto local de Cortes está formado por regadío, la mayor parte por aspersión y riego a manto, ya que se realizo hace unos años la concentración parcelaria, siendo el ayuntamiento propietario de todas las tierras que se encuentran en el margen izquierdo de la A 68 dirección Tudela y algunas tierras en su margen derecho que lindan con la A 68 las cuales se riegan por aspersión, arrendándolas la entidad local a los agricultores del pueblo. Estas tierras son atravesadas en su totalidad por el canal de Lodosa, la AP 68 y la propia A 68. (es decir, una autentica bomba de relojería provocadora de daños a la agricultura, cuya gestión es ajena a los cazadores, pero que los daños que se ocasionan, al producirse dentro del coto de caza nos es reclamada a la Asociación de Cazadores San Miguel de Cortes.
Es en estas vías como autopistas, cajeros de canal, barrancos, escorrederos y una escombrera municipal donde se encuentran y se reproducen sin control los conejos, ya que con la concentración parcelaria que se realizo (Y que en su Declaración de Impacto Ambiental nada se hizo mención a los problemas a la agricultura que esta obra podía producir) se destruyó la mayor parte del antiguo hábitat natural que existía en el coto de Cortes.
En los campos que lindan con estas zonas de seguridad es donde se declaran los mayores daños en las plantaciones de los agricultores. Vías ajenas al acotado de Cortes, llenas de alta y espesa vegetación, creando el hábitat apropiado para los conejos e inaccesible para poder realizar un control apropiado de poblaciones. Esta zona que hemos descrito, muga con los cotos de Buñuel, Ribaforada, Ablitas y Mallen (Aragón)
En el margen derecho de la A 68 dirección Tudela, comienzan las tierras en propiedad de los agricultores de nuestro pueblo regadas en su mayor parte por aspersión y el resto a manto, ya que en todo el término municipal de Cortes se realizo la concentración parcelaria. Estas tierras son atravesadas por vías férreas, canal Imperial de Aragón, barrancos, escorrederos y los Ríos Ebro y Huecha, creando estos el hábitat de los conejos, por su alta vegetación e inaccesible para realizar un control de poblaciones. En contraposición a la nueva concentración parcelaria todo eran campos pequeños y de muchos agricultores, ahora son grandes extensiones y de pocos agricultores.
TERCERO.- Asimismo, hemos de hacer mención a que la implantación del riego por aspersión ahora se hacen mas de dos cosechas al año, una de cereal, habas o guisantes y la otra de hortalizas como bróculis, coliflor, romanescu, alcachofas etc. Ello ha supuesto que muchos agricultores, al ser el cultivo de maíz uno de los mas rentables por las ayudas que se conceden, cultivan grandes extensiones del mismo, donde están acudiendo una gran cantidad de jabalíes que viven durante su crecimiento en los mismos, engordando a costa de las plantaciones causando graves daños a los cultivos, los cuales a su vez nos reclaman a la Asociación de Cazadores. Nosotros a su vez nos vemos impotentes de hacer frente a este nuevo problema para el que tenemos muy pocos medios para hacernos cargo de ellos, ya que en esta zona nunca hemos tenido ni cazadores, ni perros de caza mayor, amén de que su caza en este tipo de regadíos tiene una gran dificultad para abatir a estos animales, y los agricultores ponen muchas pegas para que los cazadores entren con sus perros en los cultivos aduciendo que estropean la zonas que lógicamente tienen que pisar, si lo que se pretende es que ahuyenten a los jabalíes.
En relación con los maizales, hemos de indicar que muchos de ellos discurren paralelamente a las carreteras comarcales que hay en el término de Cortes, con el consiguiente peligro de atropello de los jabalíes y los daños y perjuicios que con ello están causando. Dado que se trata de carreteras y al Gobierno de Navarra le corresponde su gestión, les solicitemos que las vallen y realicen los desbroces de malas hierbas de las cunetas para que haya más visibilidad, con el fin de minimizar y evitar en lo posible los accidentes que se pudieran ocasionar con daños materiales y personales.
CUARTO.- Si todo lo anterior no fuera suficiente, como este tipo de caza por daños, en virtud de la nueva modificación legal que ha sido aprobada recientemente en el Parlamento relativa al artículo 51 de la Ley de Caza y Pesca de Navarra que establece que será necesario que los cotos cuenten con un sistema de guarderío de caza para llevar a cabo la ejecución de las autorizaciones excepcionales de caza, tanto por utilizar métodos contemplados en el artículo 39, como por realizarse fuera de la temporada ordinaria de caza, al no tener medios económicos para ello ya que las cuotas sociales de sus socios no lo permiten un dispendio económico que no está al alcance de los cazadores, y en el caso de que las incrementarían, muchos socios se borrarían de la misma, viéndose imposibilitados de realizar este tipo de gestión.
QUINTO.- Por si esto no fuera poco, esta imposibilidad económica les impide que puedan hacerse cargo de las indemnizaciones que los problemas que hemos relatado puedan ocasionar, ya que no olviden que si son demandados en vía civil por los agricultores, corren el riesgo de ser condenados por unos daños cuyo origen nada tiene que ver con una negligencia por parte de los cazadores, ni por una acción de caza, sino como referimos en nuestro escrito por una política medioambiental llevada a cabo por el Gobierno de Navarra que no ha previsto en las correspondientes declaraciones de impacto ambiental todos estos problemas que se están causando, y que con el tiempo si ustedes no lo remedian van a ir a más.
En el caso de que los agricultores tengan los campos cubiertos con Agroseguros, a ellos les reclaman, pero si están sin asegurar, aunque no sean responsables de ello, reclaman a los cazadores.
SEXTO.- En suma, como todo esto no se ha arreglado y la Administración Foral sigue sin hacer nada, se han visto obligados a tener que devolver el aprovechamiento cinegético del coto al Ayuntamiento de Cortes. Desde Adecana afirmamos que el problema no son los cazadores, sino que estos son una de las partes de su solución, y esto solo se puede solucionar mediante un acuerdo global entre el Gobierno de Navarra, los concesionarios de las obras públicas, el Ayuntamiento y los agricultores. Entre todos, tenemos que hacer primero un análisis (El de los cazadores es este): segundo, concretar los hechos que están ocurriendo; tercero analizar cuál es la causa inmediata, y con todo ello hacer un plan correctivo y aplicarlo a rajatabla.
En base a todo lo anteriormente expuesto, se ha solicitado al Departamento de Medio Ambiente que procediera a llevar a efecto las medidas que considere conveniente para atajar los problemas que los cazadores han denunciado, instando a los titulares de los citadas zonas de seguridad a que pongan los medios para eliminar la plaga de conejos que habitan en los mismos, así como las que considere oportunas, así como las relativas a atajar las poblaciones de jabalíes que se están estableciendo en los campos de maíz del término municipal de Cortes, pero como nada de ello se ha hecho, ello ha abocado a que los cazadores, muy a su pesar, hayan tenido que devolver el coto.