La trucha se multiplica en los ríos guipuzcoanos. Después de años de escasez, los aficionados han podido disfrutar de la presencia de este salmónido en los ríos, tal y como destacó el presidente de la Federación Guipuzcoana de Pesca, Patxi Urruzuno, como balance de la temporada oficial, que concluyó el pasado día 31 de julio y se mantiene dos meses más en los tramos de pesca sin muerte.
???La trucha, que iba para abajo en los últimos 4 ó 5 años, ha experimentado una pequeña remontada y el salmón ha mejorado también bastante. En general, estamos contentos???, valoró.
La recuperación de esta especie es consecuencia de las repoblaciones de salmón atlántico que lleva a cabo la Diputación y de la labor de concienciación de la Escuela de Pesca del Leizarán, gestionada por la federación, que trata de inculcar la práctica de la pesca sin muerte.
ESCUELA DE PESCA. Este tipo de pesca se realiza con cebos artificiales y tiene como objetivo que los peces, una vez capturados, sean devueltos al río para ayudar a conservar las especies. ???Hoy en día no tiene sentido matar a los peces y es mejor soltarlos para posibilitar que podamos seguir practicando nuestra afición el mayor tiempo posible???.
La pesca sin muerte es obligatoria en los embalses de Lareo y Arriaran y en algunos tramos de los ríos Oria y Urola. También en un pequeño tramo del Leizaran, en su confluencia con el Oria. En estos ríos, la pesca estará permitida todavía hasta el 30 de septiembre. Son espacios de aguas limpias donde abundan los salmónidos, mientras que en los más contaminados viven los barbos y loinas.
La Escuela de Pesca surgió hace tres años por iniciativa de un grupo de pescadores de la sociedad Hontza de Oiartzun, que plantearon al Ayuntamiento aprovechar el poder de atracción que supone que la localidad contase con campeones de España de pesca que compiten en el ámbito internacional.
Se trata de Aitor e Iñigo Urruzuno y Arkaitz Martín. Ellos y el presidente de la federación fueron, además, quienes introdujeron en Gipuzkoa la pesca a mosca, modalidad que se enseña en la escuela de pesca. El servicio se abrió asociado al centro de visitantes del Leizaran.
SE??UELOS ARTIFICIALES. Anualmente, pasan por la escuela cada año grupos de entre 30 y 40 centros escolares del territorio y se organizan también unos 20 cursillos para jóvenes que acuden principalmente los fines de semana. Se les enseña a pescar ???con anzuelos especiales para que no hagan daño a los peces???, explica Urruzuno.
Los aspirantes aprenden cómo utilizar señuelos artificiales, como moscas o plumas, para que ???cuando los peces se los metan a la boca se den cuenta de que no son naturales y no los traguen???. Los anzuelos son fáciles de soltar y los peces pueden seguir viviendo.
Además, se intenta que los jóvenes sean conscientes de que ???el río es más que peces y agua. Hace falta que el agua esté en condiciones para que estos insectos pueden vivir y de esta forma puedan alimentarse los peces y los pájaros???. Se trata, en definitiva, de ???educarles el conocimiento del ecosistema del río y de enseñarles a pensar de forma responsable sin perjudicar al río???, subraya el presidente de la federación.