El dictamen del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, conocido la semana pasada, y que declara a esta especie como un ave autóctona, ha causado sorpresa en el entorno cinegético, porque se trata de una especie reivindicada para la caza desde hace varios años y desde todas las instancias, aunque su ausencia del listado de aves cazables en España mantiene prohibida su caza, y solamente se captura tras ser considerada como una especie invasora.
El máximo tribunal de justicia valenciano da la razón a un grupo ecologista, pero deja abiertas muchas puertas y muchas más dudas sobre lo acertado de la resolución a nivel estatal, tanto desde el punto de vista biológico y posturas ornitológicas, como desde otros postulados ecologistas. La sentencia lo que consigue en primera instancia es que las autoridades cinegéticas de la Comunidad Valenciana no puedan autorizar su caza, pero la progresiva implantación y crecimiento de sus poblaciones en cada vez más lugares obligará más temprano que tarde a que éstas tengan que ser reguladas, y la caza legal no será una de las herramientas de control.
VETADA. En Euskadi, hay que remontarse al año 2009 en que las tres diputaciones autorizaron su caza en las correspondientes órdenes de vedas, así como en Navarra y Baleares. Antes de la apertura de ese año, ADECAP Gazteak y la Real Federación Española de Caza solicitaron que fuera considerada especie cinegética, dentro de las alegaciones hechas al Plan Estratégico del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, donde la RFEC pedía que se considerase la necesidad de erradicar las especies invasoras no autóctonas.
Legalmente ya se contemplaba en un Real decreto de 1989 de la vetusta Ley de Espacios Naturales en su Anexo II que la tórtola turca podría ser objeto de caza si se autorizaba en las comunidades autónomas. Una resolución del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, tras una denuncia ecologista, hizo modificar las órdenes vascas y prohibió su caza en Euskadi. También se quitó luego en Navarra y Baleares.
Y es que la tórtola turca, al igual que el estornino negro o el mirlo común, son especies no incluidas entre las especies cazables en España, por lo que abatirlas iría contra la Directiva de Aves Europea, la 79/409/CEE del Consejo, de 2 de abril de 1979, relativa a la conservación de aves silvestres. Modificar la Directiva supondría una revisión de todos sus anexos, y debería pasar tanto por el Consejo como por el Parlamento europeos. En noviembre de 2009, la Comisión de la Unión Europea ya declaró no tener ninguna intención de revisar los distintos anexos de la Directiva, tras una petición de una asociación de cazadores hispana, la UNAC, para incluir el mirlo común y la polla de agua. Curiosamente, ambas especies sí se pueden cazar en Francia y Portugal.
SEDENTARIA. Volviendo a la tórtola turca, su expansión se considera un fenómeno ornitológico al ser una paloma sedentaria y no migradora. En poco más de cincuenta años ha invadido y fijado sus crecientes poblaciones por toda Europa y llegado al Ártico, India, Japón o Caribe. En 1950 llegó a Francia y a partir de 1980 conquista toda la Península Ibérica y Baleares. En 1985 salta a Marruecos y en 1990 a Canarias.
Los movimientos de expansión de los ejemplares más jóvenes oscilan en Europa entre cien y hasta mil kilómetros, lo que explica su lenta pero imparable expansión, restando hasta espacio físico a la tórtola europea, aquejada ésta de muchas complicaciones crecientes para su propia supervivencia. Gracias a la fobia anti caza de algún grupo ecologista, la tórtola turca seguirá su imparable expansión, aún a costa de la tórtola europea. Así que en las zonas urbanas que moleste será tratada y eliminada como el resto de palomas, y en el campo es cuestión de tiempo el que vuelva a ser considerada especie cinegética.
Lo mas ridículo de la sentencia es que dice que la turca no es invasora, dice el juez que es conquistadora y que lleva aquí muchos años y por lo tanto es autóctona. Tendrán bemoles estos jueces que no tienen ni idea de la naturaleza.