Los expertos en tuberculosis bovina han anunciado que la vacuna de esta enfermedad para jabalíes ya ha sido científicamente desarrollada y probada de manera práctica, de forma que, a falta únicamente de trámites administrativos, podría estar disponible en unos meses. Así lo avanzaron en una conferencia celebrada en el marco del I Congreso Ibérico de Caza y de Conservación organizado por la Federación Extremeña de Caza y que se celebró en Olivenza. Siguiendo la línea marcada por los organizadores del Congreso, en el caso de la tuberculosis bovina se buscó la participación de unos ponentes de un sobresaliente nivel, con el propósito de plantear situaciones y extraer conclusiones y posibles soluciones a problemas que afectan tanto a los ganaderos como a los cazadores en la región.
En concreto, la ponencia ‘Tuberculosis bovina. Interacción entre caza y ganadería’ fue moderada por la abogada cinegética Paula Simóes, y contó con la participación de Christian Gortázar Schmidt, doctor en veterinaria y jefe de Sanidad y Biotecnología en el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos; Pedro Fernández-Llario, doctor en veterinaria por la Universidad de Extremadura y director de Ingulados; y Cristina Sanz Jiménez, jefa del servicio de Sanidad Animal de la Junta de Extremadura.
Gortázar Schmidt es autor de numerosas publicaciones científicas, así como especialista en la investigación de epidemiología en la vida silvestre y el control de enfermedades, la tuberculosis y las enfermedades emergentes.
En su intervención, aclaró que está tuberculosis animal -“no bovina porque afecta a más especies”- es un problema de ganaderos y de cazadores que afecta a numerosas especies, tanto domésticas como silvestres. Sobre los últimos avances en la investigación de la tuberculosis, avanzó que la vacuna ya ha sido desarrollada y probada, de forma que está a falta de trámites administrativos para ser aplicada.
Sin embargo, Gortázar Schmidt aclaró que está vacuna “no es la bala plata” contra la tuberculosis, de forma que es imprescindible aplicar planes integrales que aborden este problema desde todos los frentes para poder frenar el avance de la enfermedad. En el caso de la fauna silvestre, apostó por una triple vía: prevención, vacunación y control de poblaciones. En ese esquema, dijo, la vacuna sería un elemento más, pero no puede pensarse que será la solución definitiva. De hecho, dijo, desde el Gobierno central se está trabajando en el diseño de un plan de control de tuberculosis centrado en las especies silvestres.
Por su parte, Fernández-Llario incidió en el éxito de algunas experiencias de mejora de hábitat y de alimentación de especies silvestres contra la tuberculosis, usando piensos enriquecidos con calcio y vitamina D, además de con desparasitación. El resultado, disminución de la mortalidad y enfermedad contenida. A su juicio, esto se debe entre otras cosas cosas a que hay elementos naturales en los ecosistemas mediterráneos que no se dan en las zonas más afectadas por la tuberculosis y que se pueden introducir de manera artificial.
Por último, reclamó que los espacios naturales protegidos “deben ser gestionados con criterios técnicos”, con un control de poblaciones basado en datos objetivos.
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