¿Lo crees posible? El IREC enseña a varios lobos a no atacar al ganado
Los investigadores han conseguido con alimentos dañinos que depredadores en cautividad pierdan el interés por las presas
Un grupo de investigadores del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos ha publicado un estudio en el que demuestra que con aversión condicionada se puede controlar la depredación de animales silvestres, es decir, que con alimentos específicos que resulten desagradables para los lobos se les puede adiestrar para que no ataquen a las ovejas o vacas.
Según el trabajo del equipo formado por Jorge Tobajas, Pilar Gómez-Ramírez, Pedro María-Mojica, Isabel Navas, Antonio Juan García-Fernández, Pablo Ferrerasa y Rafael Mateo, los animales silvestres pueden ser “enseñados” a través de aversión condicionada (AC) a no atacar a especies protegidas o al ganado. A esta conclusión ha llegado este grupo en colaboración con la Universidad de Murcia después de cuatro años de trabajo desarrollando esta técnica, primero con perros en cautividad y luego en campo con zorros silvestres y lobos en cautividad.
Galicia, Asturias, Cataluña, Navarra, Madrid, Castilla y León, Cantabria… suma y sigue en la guerra de ganaderos y pastores contra los lobos ante los continuos ataques de animales sin identificar a sus rebaños. ¿Abatir, convivir, proteger, controlar, perseguir? Los ánimos están caldeados en numerosas comunidades, hasta el punto de que en alguna de ellas se habla de realizar batidas para acabar con los atacantes.
Ante esta situación, Tobajas y su equipo se puso manos a la obra y han demostrado que “la aversión alimentaria condicionada (CFA) es un método no letal para reducir la depredación, donde los animales aprenden a evitar un alimento ante los efectos adversos causados por la ingestión de un compuesto químico indetectable agregado a este alimento”.El objetivo de esta investigación ha sido “conseguir inducir aversión en cánidos silvestres para reducir la depredación sobre especies cinegéticas (nidos de perdiz y conejos) y sobre el lobo para desarrollar una herramienta para disminuir los ataques al ganado y aminorar el conflicto entre cazadores y ganaderos por un lado y las especies de cánidos silvestres por otro. Así se puede reducir la justificación para utilizar métodos letales para el control de los depredadores y especialmente el uso ilegal del veneno”.
La normativa de la Unión Europea considera al lobo como una especie estrictamente protegida y prohíbe taxativamente que sean abatidos. En nuestro país hay agentes del Medio Natural que luchan contra el veneno que se usa en algunos sitios para acabar con estos ejemplares. Es algo habitual (prohibido y penado) en nuestra geografía, y en diferentes lugares el uso de perros preparados es fundamental para detectar el veneno antes de que acabe en el estómago de algún depredador.
Ahora se ha dado un paso más y se pretende llevar técnicas de adiestramiento a los lobos, que en definitiva son los animales de los que provienen los perros actuales.
Según indican en el trabajo: “Mediante la utilización de la AC la gestión de los cánidos silvestres se puede realizar de una manera más ética y efectiva, ya que al mantener vivo al depredador este mantendrá su territorio y lo defenderá frente a otros individuos de su misma especie, mientras él no consumirá la presa a proteger dentro de su territorio. Este hecho, puede mejorar los resultados del manejo habitual mediante control letal de depredadores como los zorros, donde los individuos extraídos son rápidamente reemplazados por otros individuos de áreas colindantes y por un repunte en la reproducción”.
La parte más novedosa del trabajo ha consistido en generar AC en lobos en cautividad para que eviten comer una presa a la que se le ha incorporado una señal de olor artificial, lo que podría ser aplicado en un futuro a la ganadería.Tras mostrar que es posible generar experimentalmente AC en los perros domésticos para evitar que consuman un alimento altamente preferido mediante la utilización de varias sustancias de uso veterinario, los investigadores han demostrado que estos productos no tienen “efectos negativos más allá de vómitos y dolor estomacal transitorio, no observándose alteraciones en los parámetros hematológicos y bioquímicos de los perros”.En una segunda fase se ha trabajado con zorros silvestres en el campo, etapa de la investigación en la que se ha llegado a demostrar que con esta técnica, utilizada ya en su día por Paulov, “es posible reducir la depredación de nidos de perdiz, así como mejorar las poblaciones de conejos en zonas con baja abundancia tras las enfermedades víricas que ha sufrido esta especie en las últimas décadas”.En una tercera etapa, la aversión condicionada ha llegado hasta los lobos, eso sí, en cautividad. “Esta técnica abre nuevas posibilidades para reducir la depredación por cánidos silvestres y así disponer de herramientas no letales que ayuden a mitigar el conflicto existente entre el hombre y los depredadores sin la muerte de estos. Además, esta técnica puede tener otras aplicaciones dentro de la conservación de la naturaleza, como proteger zonas de nidificación de especies amenazadas o reducir el consumo de ciertos alimentos”, aunque matizan que para poder utilizar esta técnica de forma efectiva, “es necesario seguir investigando en diferentes contextos y especies”.
Fuente. La Razón