EL PERIÓDICO DE ARAGON. El lobo que desde el pasado mes de abril deambula por la sierra de Alcubierre, atacando rebaños de ovejas ocasionalmente, llegó a Aragón procedente de Cataluña. Pero no es un lobo ibérico, sino italiano, según han determinado los análisis genéticos realizados con las muestras obtenidas en el lugar donde fue fotografiado el ejemplar.
Los lobos han ido pasando estas últimas décadas de Italia a Francia, por donde han bajado hasta alcanzar el Pirineo en la parte más próxima al Mediterráneo. De allí a Cataluña no hay más que un paso que dieron hace unos años.
El Gobierno de Aragón, que ayer anunció que apostará por la convivencia con el lobo «si llega a establecerse en la comunidad autónoma», se inclina por el pedigrí transalpino del lobo que ya ha matado en torno a dos centenares de ovejas en distintos términos de Monegros y el Bajo Gállego.
Esta circunstancia, dicen los expertos, refuerza la hipótesis de que se trata de un animal que ha salido de su hábitat y que no se establecerá en estos parajes, sino que volverá a su lugar de origen.
Con todo, es probable que, dado que Aragón es un territorio despoblado y que limita con zonas donde sí proliferan los lobos, como Castilla-León y La Rioja, es probable que estos acaben llegando e instalándose en cualquiera de las tres provincias, hasta convertirse en una imagen «más habitual e incluso estable».
CONFLICTO // De ahí que el Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad apueste por la convivencia, una política para la que será necesario alcanzar un equilibrio entre la biodiversidad y las necesidades de las explotaciones ganaderas.
Los pastores, sin embargo, no lo ven de la misma manera. Los propietarios de rebaños de Monegros y el Bajo Gállego, ya han manifestado que respetan al lobo. Pero, desde su punto de vista, en el caso del ejemplar que ha atacado en Leciñena, Monegrillo y otros lugares, lo ideal sería capturarlo y devolverlo a su hábitat natural.
Luis Manuel, un ganadero de Leciñena que perdió varias ovejas por el ataque del lobo, manifestó recientemente que no es posible la convivencia con este animal salvaje que mata ovejas para alimentarse, «por más altos que sean los cercados» que protegen las cuadras y las zonas cerradas situadas junto a los pastos.
Ante esta situación, la DGA ha anunciado que establecerá un sistema de indemnizaciones y que contribuirá a hacer las explotaciones ganaderas más inexpugnables para el lobo.