N.G.- Aún queda un mes para que comience la media veda, pero los cazadores esperan optimistas y esperanzados el inicio de la temporada, ya que la climatología y la calidad de las cosechas parecen favorecer la presencia de codornices.
El presidente de la Asociación para la Defensa del Cazador y el Pescador Vasco (Adecap), Juan Antonio Sarasketa, asegura que «hay codornices, hay buena cosecha y eso es un buen síntoma», aunque reconoce que los sistemas de recolección del cereal y su maduración temprana por el buen tiempo no propician la cría y la presencia de la especie.
Se refiere, en concreto, a que en muchas zonas codorniceras del Estado la siega viene adelantada, lo que es un hándicap para la proliferación de esta apreciada ave. «Las cosechadoras trabajan a ras de tierra y arrasan con todo lo que encuentran. Se tragan pollos y huevos en época de nidificación y cría». Para evitarlo, los cazadores recomiendan una forma específica de cosechar que consiste en recolectar de día, porque de noche las aves están con las defensas mermadas.
especie sensible También es preferible hacerlo de dentro hacia afuera, «desde el medio y en círculos para que los animales, mientras van desplazándose las máquinas, puedan escapar y no terminen pereciendo». Por otra parte, si se cosecha rápido, al mediar un período muy largo hasta la desveda, los campos se convierten en un erial y el animal huye en busca de alimento hacia el sur o Centroeuropa. Y es que, según Sarasketa, se trata de una especie muy sensible.
Normalmente, se dirigen al norte peninsular, a Burgos, donde se cosecha más tarde y la temperatura es más agradable. A ese lugar se desplazan también gran cantidad de cazadores vascos durante la media veda, que este año se abrirá aproximadamente el 21 de agosto en la zona norte burgalesa, y el 15 en el sur, y durará 20 días, como todos los años.
El presidente de la Federación de Caza de Castilla y León, Santiago Iturmendi, coincide en que «las previsiones son buenas, la cosecha no es tan temprana como pensábamos y los anilladores han identificado una importante cantidad de codornices».
El campo está «en muy buenas condiciones, con una vegetación adventicia que favorece la presencia» de estas aves. Para Iturmendi, «los datos a día de hoy son muy ilusionantes, aunque estas migratorias son muy aleatorias».
Subraya, no obstante, que «las perspectivas son buenas en tiempos como estos en los que la caza necesita un poco de ilusión», señala en referencia a las peleas que han protagonizado los colectivos de cazadores por modificar proyectos legislativos como el Reglamento de Armas o la Ley Vasca de Caza. «Hay tantas cosas en contra que es bueno que los cazadores se animen a seguir cazando», incide.
20.000 codornices Para conocer exactamente los días y las zonas de caza hábiles, Iturmendi recomienda estar al tanto de las webs de la federación, donde se colgará la orden de caza específica.
En el País Vasco, donde se capturan unas 20.000 codornices, la media veda adquiere importancia sobre todo en Araba, territorio cerealístico.
En Navarra, sin embargo, la cifra se reduce a unas 36.000 piezas. Bizkaia y Gipuzkoa son los territorios con menor incidencia de cazadores, aunque no por ello afrontan la temporada con falta de ilusión.
El delegado de caza de la sociedad San Huberto de Errenteria, Adolfo Olivera, destaca que en estos dos territorios la media veda se limita a la paloma torcaz y la tórtola, y que las capturas son escasas en los últimas temporadas. «Aparecen un par de días en rachas y luego no las vuelves a ver».
En opinión de Olivera, la media veda básicamente sirve para «darse unos paseos por el monte y mantener al perro en forma».