El pilar básico de la ordenación de los recursos cinegéticos en Álava, los cotos de caza, puede llegar a desaparecer a partir del día 12 de Mayo, ante la imposibilidad de hacer frente a la póliza de seguro de responsabilidad civil que cubre los siniestros en carretera con especies cinegéticas. Ante esta situación crítica, el pasado día 11 de abril se reunían en Murgia representantes de los cotos asociados en ACCA, para comentar, entre otras cuestiones, la situación de las reclamaciones por daños agropecuarios, la accidentalidad en carretera con especies cinegéticas y analizar los cambios propuestos por la Diputación en la caza del corzo para esta temporada.
En este sentido, destaca Teófilo Ruiz de Viñaspre, presidente de ACCA, en una nota, «que a pesar del notable incremento de la población de este ungulado, reflejado en un aumento exponencial de los accidentes de carretera, el Servicio de Montes ha sorprendido a todos con su nueva regulación, manteniendo los cupos, por tercer año consecutivo, y agravando el problema, más si cabe, planteando la caza de hembras en septiembre y octubre, que dejará muchos juveniles huérfanos y con alta probabilidad de acabar sus días en el asfalto de una carretera.
Además del problema de los daños agrícolas, cuya cifra supera ya ampliamente los 100.000 euros/anuales, los cotos se ven, ahora, en la disyuntiva de tener que hacer frente a una póliza de seguros que superaría, según las previsiones más optimistas, los 550.000 euros, además de las correspondientes franquicias por siniestro. Ello es consecuencia del exagerado repunte de la siniestralidad en los dos últimos años (precisamente el período en el que la Diputación ha tomado directamente las riendas de la gestión de corzos y jabalíes) y que en 2011, ha supuesto un total de 242 accidentes en los cotos de ACCA, frente a los 172 del año anterior.
De no buscar una solución de aquí al 12 de mayo de 2012, los 103 cotos asociados en ACCA desaparecerían por la renuncia al aprovechamiento de los adjudicatarios, quedando más de 210.000 hectáreas como zona de caza de aprovechamiento común (zona libre), suponiendo un notable perjuicio para la conservación del medio natural alavés. Además, este obligado abandono de los cotos supondría, además de la pérdida de ingresos por los arrendamientos, que la responsabilidad en materia de daños y accidentes en carretera recaería automáticamente, y según sentencia de la Audiencia Provincial de Álava, sobre Ayuntamientos, Juntas Administrativas y propietarios de las fincas de donde provenga en animal implicado en la colisión.
En este escaso plazo que queda, la Asociación de Cotos de Caza de Álava se ha comprometido, ante sus socios, a buscar todas las posibles soluciones, incluida una serie de comparecencias en las comisiones de agricultura y medio ambiente de las Juntas Generales de Álava, además de reunirse con representantes del sindicato agrario (UAGA) y la asociación de concejos (ACOA). Esta situación límite no es un problema de caza, es un asunto que implica a todos los alaveses y que puede comportar graves e irreversibles cambios en el medio rural.
La posición de las sociedades de caza es clara: ni pueden ni están dispuestos a soportar por más tiempo es situación injusta que les obliga a hacer frente a todos los daños que provoca una fauna, que es de todos, y cuya gestión les viene impuesta por una Diputación, que mientras haya alguien que pague, mira para otro lado».