Los accidentes
de tráfico causados
por la irrupción de
animales salvajes en la
calzada tienen como
escenario vías de
todo tipo que se
sitúan en distintas
comarcas, y generalmente se
producen por la presencia de
un solo animal.
Sin embargo, un
accidente puede ocurrir en
una autovía y tener
como origen la entrada de
una manada de animales en
plena madrugada. Así
ocurrió, la semana
pasada, en la autovía
del Noroeste (A-6) a su paso
por el municipio de
Guitiriz.
Un turismo, un Skoda
modelo familiar, que
circulaba en sentido Lugo
alcanzó, sobre las
tres de la madrugada, a tres
jabalíes cerca del
acceso de Parga, a la altura
del kilómetro 533 de
la citada autovía. El
conductor, único
ocupante del turismo,
llegó a darse cuenta
de la presencia de los
animales y frenó para
evitar el impacto, aunque
finalmente no pudo
impedirlo.
Eran tres animales de
buen tamaño, y los
tres, una hembra y dos
crías, murieron en el
acto. El conductor
resultó ileso, y
contó, entre otras
ventajas, con el buen
funcionamiento de los
airbags del vehículo,
que ayudaron a mitigar el
impacto. El coche
sufrió algunos
desperfectos, sobre todo en
la parte delantera, aunque en
principio menores de los que
se pueden suponer en un
impacto de esas
características. La
Guardia Civil de
Tráfico
levantó el
correspondiente atestado tras
desplazarse al lugar, adonde
acudió
también un equipo
del Grupo de Emerxencias
Supramunicipal (GES) de
Guitiriz, que retiró los
animales de la calzada tras
el accidente.
Aviso de un
cuarto
El incidente
quedó ahí,
aunque la alarma fue mayor
y las consecuencias
podrían haber sido
incluso peores, ya que en un
primer momento
también se
informó de la
presencia de un jabalí
que deambulaba por la
calzada de la A-6. Sin
embargo, el equipo del GES
de Guitiriz que se
desplazó al lugar del
accidente no vio más
animales en ese punto, ni en
las inmediaciones del
escenario del atropello, por
donde anduvo para buscar
ese otro animal y lograr
ahuyentarlo de la
calzada.
Otro asunto que suscita
preocupación es el
lugar por el que los tres
animales entraron en la
autovía del Noroeste.
No son extraños los
casos en los que la fauna
salvaje accede a una
autovía rompiendo
las mallas de
protección o
aprovechando algún
hueco; sin embargo, en el
entorno del lugar del
accidente no se vio
ningún indicio de que
los animales hubiesen
logrado acceder a
través de las vallas
que protegen la A-6.
Pocos precedentes
El sucesos ocurrió
en una zona en la que
sí se han registrado
accidentes en los que se han
visto implicados corzos,
perros de caza o perros
domésticos. Sin
embargo, no había
apenas precedentes de
incidentes como el de la
semana pasada, que
además tuvo, para
lograr un desenlace menos
peligroso, la ayuda de las
circunstancias
meteorológicas: no
había niebla ni
llovizna, con lo cual la
visibilidad fue mayor antes
del choque y el
vehículo no
patinó.
En el municipio de
Guitiriz, en cambio,
sí son más
frecuentes los accidentes con
jabalíes en un tramo
de la N-VI, que discurre muy
próxima a la
autovía del Noroeste.
Entre A Moscosa y las
cercanías de un
acceso al balneario de
Pardiñas, en una
distancia de unos tres
kilómetros, sí
ha habido más casos
de accidentes. No parece
haber una razón
especialmente convincente
que explique esa abundancia
de sucesos, que hasta ahora
no han tenido consecuencias
graves para los ocupantes de
vehículos implicados.
La muerte de los animales y
los daños en los
vehículos han sido las
características
habituales.
Frecuentes en la A-
8
Una zona de
autovía donde la
reiterada presencia de
animales en la calzada
llegó a causar
preocupación, aunque
no accidentes graves, es un
tramo de la autovía
del Cantábrico (A-8)
que discurre por los
municipios mariñanos
de Ribadeo y de Barreiros.
En los últimos
tiempos, sin embargo, el
fenómeno parece
haberse reducido.