Los lobos matan y devoran a dos perros de un cazador

Los lobos matan y devoran a dos perros de un cazador. Ni dos semanas han pasado desde el salvaje ataque que le costó la vida al perro de un cazador asturiano. Esta vez ha ocurrido en una aldea de A Coruña, donde los lobos se han llevado y devorado a dos de los perros de un cazador, y otro lleva dos días desaparecido.

Con el caso acaecido en Cangas del Narcea aún en la memoria, hoy nos topamos con otro terrible caso en el que varios ataques se han cebado con los perros de un cazador gallego. La noticia la publicaba hoy mismo Adiante Galicia, denunciando el grave problema que supone el lobo y los continuos ataques que sufren los vecinos y ganaderos de la zona.

Le han matado dos perros y otro está desaparecido.

Esta vez, los depredadores parecen haber centrado sus ataques en un mismo cazador, al que le han devorado dos de sus perros de caza. Pero el caso puede ser más grave, porque otro de sus compañeros caninos de caza lleva desaparecido dos días, y todo apunta a que habrá corrido el mismo fatal destino.

Este vecino ha denunciado que ayer el lobo se llevó uno de sus perros de caza que estaba al lado del gallinero, en la huerta de la casa. Desgraciadamente, el perro fue localizado muerto y medio devorado por el lobo no muy lejos del pueblo.

Pero este no era el primer ataque que sufrían los canes de este cazador, ya que se trataba del segundo perro de caza del que se ha tenido que despedir por haber sido devorado por los lobos estos días. Pero la desgracia es aún mayor, ya que un tercer perro le falta desde hace dos días, y todo apunta a que ha podido sufrir la misma suerte.

Muchos lobos y muy cerca de las casas.

La aldea coruñesa de Viseo, en Muxía, lleva aproximadamente un mes sufriendo una gran actividad por parte de los lobos. Sus vecinos habían denunciado avistamientos de ejemplares que se aproximan demasiado a las casas.

Han reclamado batidas o permisos para poder hacer esperas, sobre todo después de varios ataques a una granja, ya han comprobado de la peor manera que los lobos suelen volver al lugar en donde ya habían actuado.