Suele decirse que mal año de cosechas, mal año de capturas. Y el sector agrícola no ha pasado por sus mejores momentos este 2017, por lo que, si se cumple el dicho, la media veda que comenzará el próximo martes puede ser frustrante para los cazadores.
14/08/2017 | El Norte de Castilla | ÁLVARO GÓMEZ
«Las expectativas son malas, muy malas. Ha venido un año muy malo de cosechas y hay una sequía pertinaz. Estos elementos no favorecen nada la presencia de codornices, que es la pieza más codiciada». Santiago Iturmendi, presidente de la Federación de Caza de Castilla y León, pronostica que tan solo algunas zonas del norte de la comunidad contarán con lugares con una alta presencia de esta ave. En el resto de zonas, Iturmendi recomienda aprovechar la mayor presencia de palomas torcaces, que harán «pasar algún rato bueno a los cazadores». Respecto a la tórtola, con menor presencia, el cupo de este año ha descendido hasta los seis ejemplares por cazador y jornada.
A pesar de las malas expectativas, Castilla y León sigue siendo primera en el ranking de presencia de la codorniz aunque la distancia cada vez es menor. «Siempre se ha dicho que de las codornices que se cazan en España, la mitad se cazan en Castilla y León», indicó Iturmendi.
La mitad, en Burgos
Igualmente, «la mitad de las de la región se cazan en Burgos», pero ambas teorías «empiezan a no ser exactamente así». Comunidades como Aragón están aumentando el número de codornices capturadas debido a, según el representante de los cazadores, las nuevas zonas de regadío que poseen. Respecto a la primacía de Burgos, Iturmendi declaró que zonas como el Páramo de León o la provincia de Palencia están experimentando un crecimiento al ser «zonas frescas», pues el animal busca refugio y humedad, por lo que emigra al norte.
A pesar de que todo apunte a que no será el mejor de los años, el presidente de la Federación de Caza consideró que el próximo martes saldrán a practicar esta actividad en torno a unos 50.000 cazadores, la mitad de los que tienen licencia, estimó. «Habrá muchos que no repitan debido a la escasez de codorniz o saldrán algún día en busca de palomas», presagió Iturmendi. «El día 15 se verá por las autovías, a primera hora, un continuo ir y venir de todoterrenos con remolques con perros. Ahí es donde se nota lo que mueve la caza y la renta que genera en la hostelería, en servicios y en las propias rentas de los arrendamientos».
En este sentido, Iturmendi destacó que la estimación de lo que genera la caza en Castilla y León ronda los 600 millones de euros anuales, una cifra «nada desdeñable» y que se da sobre todo en las zonas rurales, siendo uno de los principales motores económicos junto a la agricultura y la ganadería.
Desde el próximo martes día 15 se podrán cazar codornices, cuyo cupo máximo es de 30 ejemplares, pero para otras especies como las palomas torcaces y las tórtolas comunes habrá que esperar hasta el día 22.