Empezamos la jornada a las siete y media de la mañana, Togo (el futuro rey de la codorniz y de la perdiz) y yo. Era la primera vez que salía el perro de caza, así que nada más soltarle empezó a correr como un loco y continuó así veinte minutos más, luego se tranquilizó y empezó a “cazar” sin obtener su fruto hasta las nueve y media de la mañana, cuando vimos y abatimos la primera codorniz que quedó alicorta y el perro la sujetó hasta que la recogí. Dos horas y media más tarde el perro echó a correr y se fue al coche, había dado por finalizada su jornada de caza.
En el camino hacia el coche, para guardar al perro, me salieron tres codornices más, dos de las cuales abatí. En total, en la jornada vimos seis codornices, cero perdices, cero liebres y cero conejos. Comentaba la gente del coto que en Valladolid se debía abrir antes la media veda, ya que se cosecha antes que en Burgos, León y Palencia y no solo eso, sino que se cosecha y se empaca el cereal directamente y éste puede ser uno de los posibles motivos por los no haya codorniz.
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