La
Dirección General de
Medio Natural de La Rioja
impuso casi 700 denuncias
por infracciones durante
año pasado. Una gran
mayoría de ellas
fueron a propietarios de
vehículos todo
terreno por circular por pistas
y caminos forestales de
acceso prohibido o restringido
sin la correspondiente
autorización.
La excepcional
temporada micológica
del año pasado y la
enorme afición que
hay en La Rioja es, sin duda
alguna, la explicación
más
convincente.
Las sanciones de los
guardas forestales de La
Rioja durante el año
pasado ascendieron a 688,
una pequeña parte de
las cuales se encuentran en
proceso de trámite y
sin resolver definitivamente
por los recursos
correspondientes.
Miguel Urbiola, director
general de Medio Natural de
La Rioja,
señaló que no
había
«ningún
interés
recaudatorio». El
único objetivo
«es
ejemplarizante»,
señaló.
«El esfuerzo de la
Administración
regional, precisó
Urbiola, es ofrecer
información y educar
con un sentido de
responsabilidad. Pero, por
desgracia, en muchas
ocasiones no nos queda otra
salida que la de imponer las
sanciones».
Siendo una
región con una
diversidad reconocida y otros
reconocimientos que superan
todas las referencias
nacionales, La Rioja tampoco
se libra del uso y hasta del
abuso de lo que tenemos al
alcance de la mano. Es,
como reconocen muchos, una
tentación tenerlo todo
tan cerca.
Así, las
infracciones del año
pasado no se limitan
exclusivamente al uso de
vehículos por pistas y
caminos forestales.
Propietarios de
vehículos todo
terreno y ‘quads’ figuran
entre los denunciados. Pero
los infractores tienen
también otras
aficiones. El abanico es
mucho más amplio y
se completa con otras
denuncias sobre la normativa
de caza y pesca, por
ejemplo, de incendios o
quema de rastrojos que se
vienen realizando sin permiso
ni
autorización.
Tampoco hay que olvidar
que en temas
medioambientales siguen
produciéndose
atentados en los que hay
vertidos en los montes y
obras no autorizadas en
cauces de ríos;
alteraciones de uso; malos
aprovechamientos de los
montes y corta o arranques
de vegetación;
pastoreo ilegal;
repoblaciones de especies
autóctonas y sin
ningún permiso… Y,
por supuesto, en muchos de
los casos que afectan a caza
y pesca, con el uso y la
utilización de artes no
autorizadas (cazar o pescar
sin permisos ni licencias y
hasta en zonas prohibidas
acompañadas en
algunos casos de resistencia
a la autoridad cuando han
sido sorprendidos por los
agentes forestales en alguno
de los capítulos
anteriores).
La mayoría de
las sanciones que afectan a
propietarios de
vehículos todo
terreno han sido calificadas
como leves. Hay algunas
graves (cazar sin permisos
en cotos, en vedados, con
resistencia a la autoridad, en
tiempos de veda…) y tienen
otra
consideración.
El panorama de
infracciones no se limita al
uso y abuso de
prácticas deportivas.
Otra de las referencias es la
quema de ribazos, rastrojos y
encender fuegos en
áreas recreativas
(110 en total); o el
aprovechamiento de madera
de montes públicos;
la corta o arranque de
vegetación, asuntos
muy característicos
del mundo rural.
No hay que olvidar la
entrada en vigor este
año de una normativa
sobre setas. Este año,
de momento, ya se han
impuesto dos sanciones
graves, una de las cuales ha
sido por destrozos en un
terreno de producción
de trufas y otra por
resistencia a la autoridad.