Cada año cuando se acerca el 8 de Octubre , días antes mi mente se va a La Mancha, alli se desveda, la caza menor, y allí hace 4 años conocí un paraíso cinegético que hoy en día espera a todo el que quiera visitarlo y disfrutar de verdad de una o varias jornadas de caza espectaculares.
Cerca de Toledo, en la localidad de Nambroca, se encuentra esta finca de caza menor de 800 has, la cual esta gestionada maravillosamente por la familia Lopez del Cerro, con Juan Jose a la cabeza, que pone toda su ilusión, cariño y fuerza para ser “una de las mejores fincas cinegéticas del país”, dicho por la prensa especializada de caza, titulo que se lo han ganado a base de mucho trabajo y dedicación, por y para la caza, y el cual yo personalmente suscribo , ya que he tenido la oportunidad de cazar allí en cuatro ocasiones, y siempre he salido con la sensación de haber disfrutado de un sueño cinegético, esos que alguna vez todos hemos soñado despiertos.
Entrar por el arco principal y adentrase, en Mochares, significa, entrar en una ilusión que va en aumento a medida que cruzas aquellas lomas y vallejos, donde perdices, liebres, conejos o faisanes (estos crían en libertad), pueden hacer que cada lance sea una verdadera sorpresa cinegética.
Lo primero al llegar a la casa es el recibimiento familiar, y un buen desayuno de migas típicas de la zona para coger fuerzas. Posteriormente se puede salir de la casa cazando, ya que se encuentra enclavada en mitad de la finca.
Diré que el terreno es muy ameno de cazar, salpicado de esparteras, sembrados de cereal, exclusivos para las especies de caza, cañaverales y cerretes con suaves lomas hacen que el cazadero sea muy divertido y a la vez si uno quiere un poco exigente con alguna laderita que subir de vez en cuando si así lo quiere el cazador.
Por toda la finca hay 35 fuentes de agua de un metro cuadrado, donde los animales y nuestros propios perros pueden saciar la sed del duro clima manchego cuando el sol aprieta.
En este devedé, nos reunimos alli, la mayoría de periodistas del sector cinegético y un servidor que iba en representación de Desveda.
Después del recibimiento y de desayunar, salimos en dos manos de 7 y 8 escopetas con dos direcciones opuestas para así batir la mayor parte de la finca. Pronto se escucharon los primeros disparos, ya que los conejos están prácticamente por todos lados.
Un equipo de TVE nos acompaño durante la jornada y pudo comprobar in situ, lo ameno de la cacería, grabando lances preciosos con perdices y faisanes.
Poco a poco se peino gran parte del coto, y los cazadores iban resolviendo lances de muy bella factura, mientras los disparos sonaban, aquí y allá, incluso se abatió un zorro. También pudimos comprobar que el gran duque habita en la finca y nos deleito la vista con su elegante vuelo.
Al final , cuando el calor apretaba en tierras manchegas, sobre las 14:00 horas , dejamos de cazar, arrimando a la junta de piezas, 35 perdices, 27 faisanes, 26 conejos y dos liebres, entre las 15 escopetas que salimos al campo, esto, dio un bonito tapete y permitió comprobar que todo el mundo pudo disfrutar de algún lance.
Para despedir la jornada, nos ofrecieron un arroz con capon de chuparse los dedos y aprovechamos para dar un pequeño brindis- homenaje a Paco, su guarda de toda la vida, que se jubilaba merecidamente, después de toda una vida dedicada a cuidar el campo y la caza.
Con las fotos de recuerdo, reparto de piezas, y abrazos de despedida, salimos cada uno para nuestro destino. Desde estas palabras, no nos queda mas que agradecer a Juan José y toda su familia, su buen hacer y su invitación, y esperar a que pase un año para volver a visitar su gran fina Mochares.
La jornada de caza cuesta 390 e.
El precio incluye:
Desayuno, taco campero, y comida
12 piezas, a elegir entre perdiz, faisan, conejo o liebre.
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