Según ha podido conocer DESVEDA por parte de vecinos de Vitoria, más de 25 ciervos han muerto durante la últimas semanas y posiblemente otros seguirán la misma suerte durante los próximos días. en el humedal de Salburua que gestiona el Ayuntamiento de Vitoria.
La mayoría de ejemplares muertos son hembras y crías, pero también hay machos adultos. Las fuentes consultadas por DESVEDA hablan de problemas de alimentación de los ciervos, a los cuales se les ha intentado mantener con piensos los últimos días vista su situación después de los temporales de fío y nieve. Los Los vecinos y visitantes asiduos al humedal de Salburua critican que existen solicitudes al Ayuntamiento de aporte extraordinario de hierba a los venados, pero que esta se realiza muy de vez en cuando.
Desde el Ayuntamiento de Vitoria afirman que se encuentran trabajando para recabar toda la información para conocer, entre otros aspectos, si el manejo de los animales ha podido influir en su muerte.
En ese sentido, se ha solicitado información a la empresa que gestiona el grupo, al mismo tiempo que se le ha instado a aumentar las medidas de control y vigilancia sobre el grupo de ciervos.
La investigación la está llevando a cabo el Departamento de Medio Ambiente y Espacio Público y la Policía Local de forma coordinada, que han trasladado un mensaje de «tranquilidad».
En 2015 se produjo un caso similar
Coincidiendo con unas fuertes nevadas producidas en febrero de 2015, un total de 67 cuervos murieron en Salburua.
El informe de NEIKER de fecha 13 de marzo de 2015 sobre las necropsias realizadas, concluyó que las lesiones observadas son compatibles con las descritas en procesos de intoxicación, carencias vitamínicas o en acidosis ruminales. La acidosis ruminal suele estar ligada a un cambio de alimentación, pero hay que descartar que ese cambio tenga que ver con la gestión realizada: (Desde el 10 de diciembre de 2014 se utilizó maíz para intentar atraer a los ciervos al capturadero. Es decir, para cuando aparecen los primeros animales muertos se llevaba ya casi 2 meses echando maíz. Por otro parte, según las observaciones de los guardas, fueron pocos los individuos que se habituaron a comer el grano, por lo que no puede considerarse como un “cambio de alimentación” por ser muy residual)
Fotos DESVEDA