¿Son todas las perdices de granja iguales? Malolientes, con caca en las patas, mal vuelo, peor pluma, los perros las cogen sin llegar a volar???la respuesta es rotunda: NO. Este mes voy a explicaros el por qué, y como en otras ocasiones, mis palabras irán soportadas por un video para demostrar su credibilidad, dado que ya sabemos que una imagen vale más que mil palabras.
Durante la temporada pasada, uno de los muchos desconocidos que contactan conmigo interesados por el Grupo Serbal, y que tras media hora de conversación telefónica dialogando entusiasmados sobre caza menor, perros de muestra y cotos tradicionales, acaba por ser un gran amigo, aceptó mi invitación para venir a conocer el coto que gestionamos en la provincia de Burgos y qué mejor forma de conocerlo que cazandolo juntos.
En la tercera perdiz de la mañana y tras un estrepitoso fallo del que os escribe, mi nuevo amigo, siguiendo el vuelo casi infinito de la perdiz, exclamó entusiasmado: ???¡esa sí! ¡esa perdiz es salvaje!???.
Si yo fuera un gestor al uso, habría ratificado su opinión sin dudarlo y mi amigo se hubiera ido encantado diciendo que en el coto del Grupo Serbal hay perdices salvajes. Pero como uno es de esas personas raras que dice lo que piensa fastidie a quien fastidie y además tiene la fea costumbre en este mundillo cinegético de decir la verdad, respondí: ???Manuel, esa es de repoblación igual que estas dos que llevamos en el colgador???. Mi compañero sacó a lucir sus años de experiencia (sesenta y pico años…) para demostrar que él estaba en lo cierto. Para zanjar la cuestión le dije: ???Vamos a intentar rebuscarla???.
Y así fue. Un momento después llegamos donde la habíamos visto echarse y allí ya no había nada. Las dos setter trabajaron la zona y unos cincuenta metros más arriba dieron de nuevo con ella. Tras una guía impresionante donde veíamos correr a la patirroja doce metros por delante de las perras zigzagueando en el peón, intentando así engañar a mis ???chicas???, llegado el cambio de ladera, la perdiz estalló en un nuevo vuelo fuera del alcance de tiro. Mi compañero sonrió y se ratificó con cierta ironía: ???cómo se notan las que son salvajes???.¿eh???? El menda que os escribe esto, se calló educadamente, sonriéndose por dentro.
Y tercera guía, muestra, y vuelo de la perdiz que, esta vez sí, cae fulminada en un disparo largo, al segundo tiro. Mientras la perra trae la pieza, pregunto haciéndome el tonto:??? ¿Era esta no???? y mi compañero afirma rotundo y emocionado: ???¡Sí!???. Los segundos que tardó la perra en traer el pájaro nos parecieron una eternidad.
Con él ya en la mano, mi amigo cazador, tras examinarlo una y otra vez y explicarle qué tenía que mirar para justificar sin lugar a dudas la procedencia del pájaro, exclamó con cara atónita: ???De verdad Mikel, ¡me lo cuentan y no me lo creo!, ¡hubiera jurado por el comportamiento y el vuelo que era salvaje!???. Yo había ganado la apuesta y él había ganado en sabiduría al quitarse los prejuicios sobre la perdiz de repoblación.
Y es que contrariamente a la opinión y vago conocimiento popular, se pueden criar (y de hecho se están criando) perdices en granja que tienen un excelente comportamiento y dan un juego difícil de creer por el cazador de a pie . La razón de la tan mala fama de la perdiz de repoblación es que la mayoría de los cazadores conocen las de los intensivos y juzgan a todas las demás por la calidad de estas. Dejadme que os abra la mente, un mes más.
Alimentación.
Las perdices de granja son alimentadas desde su nacimiento con piensos especializados acordes a las distintas etapas de crecimiento y, al igual que ocurre con el piensos para perros, encontramos distintas calidades, desde el del supermercado a 0.50 euros kilo, hasta las marcas Premium con mejores ingredientes, a 3.5 euros kilo.
El primer trabajo para obtener una buena perdiz, consiste en encontrar una granja que apueste por una alimentación de calidad, pues está claro que una mejor alimentación redunda en una perdiz más saludable y por tanto, mejor (pluma, fuerza, rusticidad???). Ahora bien, como se ha invertido más dinero en ella, el precio de venta es también mayor, y aquí viene la madre del cordero: ¿qué cazador está dispuesto a pagar más de veinte euros por perdiz en un intensivo?, nadie.
Para los intensivos se requiere por tanto una perdiz barata, que es lo que está dispuesto a pagar el cazador-consumidor de intensivos y por tanto, obtiene la calidad acorde al precio que está dispuesto a pagar.
Añadiré también que la perdiz de granja es muy sensible a los cambios de alimentación, siendo un problema muy serio que puede significar la muerte de un gran número de ejemplares. Cuando las perdices pasan del voladero de la granja al voladero del intensivo, se les cambia el alimento bruscamente, pasando a ser fundamentalmente trigo, y eso les produce cólicos y diarreas que merman su calidad y las hacen enfermar. Cuanto más tiempo pasen estas perdices en los voladeros del intensivo peor será por tanto su comportamiento y calidad.
La Selección.
Como ocurre en la cría de cualquier especie animal, a pesar de haberse alimentado y cuidado a todos los individuos por igual, siempre hay algunos que por genética, o por la razón que sea despuntan notablemente sobre el resto y, de igual manera, existen otros no tan sobresalientes.
El intensivo demanda una perdiz a un precio bajo porque debe añadirle al precio de compra un margen para obtener ganancia y como os digo, el cliente final (el cazador) quiere perdices a 14 euros o menos.
Para que se entienda, si usted va a una granja y quiere perdices a seis euros el granjero le dará toda la morralla que tenga, pero si usted paga por la calidad un precio mayor, obtendrá unos ejemplares sorprendentes.
Para obtener una perdiz sobresaliente, hay que seleccionar ejemplares sobresalientes y pagar el dinero que valen, pero como explico más adelante no interesa que la perdiz destinada a intensivo sea excelente, sino todo lo contrario.
Los voladeros de transición.
Si usted gestiona un intensivo, no puede saber los cazadores que tendrá durante el mes y por tanto no conoce la demanda de perdices que tendrá, por lo que no puede comprar directamente los ejemplares a la granja y que se los traigan en el mismo día, pues decirle a una granja que le traiga diez perdices, aparte de mandarle a tomar por saco le ocasionaría unos gastos de transporte exacerbados. Así que, como gestor, llama a la granja, se acopia de un montón de perdices, consigue un precio por volumen muy ajustado y las almacena en un voladero de transición en sus instalaciones, del que irá sacándolas según la demanda futura.
Estos voladeros tienen tamaños muy inferiores a los voladeros de las granjas de cría y cuantos más días pasan las perdices en este entorno, más capacidad de vuelo pierden. Tenga en cuenta que cuando una persona entra en el voladero, la perdiz lógicamente se asusta y pega un vuelo, chocando contra la red del mismo y eso, le duele. A fuerza de golpes, va aprendiendo hasta dónde puede volar sin hacerse ???pupita???. Un voladero corto hace que la perdiz tenga un vuelo más corto.
Otro factor importante; las buenas granjas de cría están situadas alejadas de ruidos que provoquen estrés en las perdices, pero cuando pasan a los voladeros de transición de los intensivos están sometidas a mucho stress por el ruido de coches, detonaciones de armas, gente, estar en un voladero pequeño, la presencia de otras especies (faisán), el encontrarse en un lugar distinto a lo que conocen y por tanto, muchas mueren por ese estrés sin ni siquiera llegar a ser vendidas. Estas bajas, el gestor de intensivo las debe repercutir en el precio final como si realmente las hubiese vendido, por lo que para mantener el precio de venta de catorce euros por perdiz debe comprarlas a la granja a un precio cercano a los cuatro o cinco euros, muy por debajo de coste si se quiere una perdiz buena, por lo que al final se compran los peores ejemplares.
Si el intensivo ya no es ni de los normalitos, ni tan siquiera tendrá voladero de transición, con lo que los pájaros permanecen en las jaulas de transporte varios días, enfermando con sus propias heces, sin alimento ni agua, anulando su salud y su capacidad de vuelo notablemente amen de todo su instinto.
Así que no se extrañe si su perdiz de intensivo no vuela casi nada, su perro la coge con la boca o en el caso de volar, en vez de realizar un vuelo horizontal, se eleva hacia el sol en un vuelo vertical y antinatural.
Y es que no interesa que vuelen.
Y es que al gestor del intensivo no le interesa que sus perdices vuelen, porque en realidad, a su cliente cazador tampoco le interesa.
Si el gestor soltara unas perdices de calidad, estas volarían o apeonarían lejos de la ridícula media hectárea que el cazador tiene asignada para su jornada. El cazador, no cazará por tanto ninguna y se sentirá engañado por lo que exigirá a grito y porrazo la devolución del dinero. Como todo empresario sabe, un cliente descontento significa diez clientes que no volverán.
El cazador de intensivo busca además, rentabilidad por euro invertido. Si le sueltan diez perdices, espera matar diez o incluso más. Si mata cinco, se enfada.
El cazador habitual de intensivo suele tener en mente que la caza es una competición en la que el mejor cazador es el que más mata y que sus compañeros se reirán de él si no trae ???carne???, por lo que si le ofrecemos una caza fácil, cazará, y podrá pavonearse delante de sus amigos presumiendo de perros, puntería, piezas cazadas y sentenciando con ???bah! Las perdices estas ya se sabe, no son un reto ni para mí ni para mis excelentes perros???.
Por tanto, ofertando pájaros de baja calidad y poco vuelo, en una zona de caza minúscula, obtenemos la solución perfecta para garantizar la carnicería que el consumidor de intensivos reclama y evitar líos mayores. Es el claro ejemplo del triunfo de la cantidad frente a la calidad.
En el Grupo Serbal.
Explicado lo anterior, se entiende y se justifica la mala fama que tienen las perdices de granja, pero como hemos dicho, existe ???otra perdiz???.
En el Grupo Serbal se aboga por la colaboración estrecha entre gestor y granjero. No tenemos la clásica relación entre proveedor que pone un precio y cliente que siempre busca un descuento, este tipo de relación no solo no funciona sino que a la larga perjudica a ambos y en estancia final al propio cazador.
Como entendemos, nos interesamos y ayudamos a las granjas de cría, y sobre todo no las exprimimos. La relación entre ambos es excelente y eso aporta ventajas a ambas partes. En lo que se refiere a nosotros, nos permite seleccionar y reservar los mejores ejemplares, campaña tras campaña.
El no ser una empresa, el no vivir ninguno de nosotros de esto, el ser simplemente nuestro hobby y el lugar donde queremos cazar, pues no olvidemos que aquí se trata al cazador como debería hacerse en todos los sitios pero dónde lamentablemente no es así, hace que además de ponerle cariño y pasión, no tengamos presión por llegar a fin de mes con dinero o necesidad de tener un Hummer en la puerta de casa, y eso repercute positívamente en la cuota que pagamos todos los cazadores.
El saber exactamente la cantidad de perdices que se van a repoblar y los días exactos, nos permite que las perdices pasen directamente de los voladeros de la granja, al campo, sin pasar estancias en voladeros de transición y todo en menos de dos horas, con lo que la bravura de origen y el vuelo están garantizados.
Las dos granjas que trabajan para nosotros tienen sendos voladeros diferenciados del resto y que contienen únicamente las perdices del Grupo Serbal, a las cuales, paulatinamente se las pasa de una dieta de pienso a otro mixta de cereal y verde, con lo cual, en su puesta en libertad, el consumir trigo de nuestros comederos o picar cualquier cosa que les apetezca no les ocasiona problema gástrico alguno, manteniendo toda su fuerza y adaptándose al campo sin problema.
En la suelta en el campo, tampoco se las marea y se las deja debajo de un árbol o se las agarra en la mano y arroja desde un coche en marcha, sino que se realiza un tipo de suelta sin estrés. Se deja la jaula de transporte en el suelo, se abre y nos alejamos de allí el tiempo que sea necesario para que las perdices vayan saliendo a su ritmo, libremente, sin contacto con humanos, y se dispersen en vuelo o en peón por toda la zona de caza. Para que se haga una idea, en un intensivo se tardan unos diez minutos en soltar 80 perdices, en nuestras repoblaciones se tarda hora y media en soltar la misma cantidad. Las cosas bien hechas, requieren su tiempo.
La zona de caza comprende seiscientas hectáreas para diez cazadores, y cada cazador no tiene una zona concreta y reducida de media hectárea como ocurre en un intensivo, si no que caza libremente por la totalidad del coto, con lo que a diferencia del intensivo, nos interesa que las perdices se dispersen lo máximo por el coto para que la latencia de caza sea la adecuada y la experiencia de caza sea un éxito semana tras semana.
Y finalmente y lo más importante de todo es que nuestros cazadores son amantes del trabajo de sus perros y no carniceros que pretenden rentabilizar al céntimo su dinero invertido. Aquí sabes que hay perdiz, pero de ningún modo se garantiza su caza, y los cazadores lo saben, y esto redunda en el bien común, prueba de ello es que quien caza una vez con nosotros, no se va.
Muchas gracias un mes más por vuestro tiempo.
Buenas tardes,veo que son expertos en perdiz roja, serian tan amables de decirme que diferencia hay entre un macho de unos tres años y otros de 8 meses.Es que e criado en cautividad en un jaulon de tres x tres y el padre ha perdido la marca (anilla) y no soy capaz de saber cual es.Muchas gracias . Un saludo
Agradezco tu respuesta Mikel. Y dejar claro que ninguno somos santos y el futuro está en llevar de la mano la responsabilidad que decimos tenemos algunos con la coherencia en los actos, cuestión harto difícil para todos (yo el primero). Es verdad que no te doy datos suficientes y la única solución sería que los visitaras, pero en respuesta a lo que dices, hay perdiz, por lo menos más de la que crees (cazadero muy difícil, unos bandos más que listos, con zonas de reserva pegadas a la querencia o su propio territorio para que me entendáis etc.), he visto y disparado todos los días, pero también te digo que eso no quiere decir que sea mucha o suficiente y que salvo en 2 o 3 zonas, el resto del coto debería de estar como tu bien dices, vedado, eso seguro. Probablemente no me he explicado bien, cuando digo que he estado 2 años sin cazar, quiero dar a entender de lo que soy capaz de aguantar por un fin, que podría ser incluso más… Y cuando digo un precio razonable va con ironía, en el sentido que tú ya comentaste, sé que la recuperación de la perdiz ha sido en un 70% por la buena cría de las últimas temporadas y solo el 30% (por decir unas cifras de referencia) gracias al tipo de gestión. Ahí hay mucho margen y sé que el coto tiene beneficios, a pesar de ser tan razonable la cuota ;).
En cuanto a lo que te he planteado, creo que no me has contestado (sé que sería largo) y te has ido un poco por las ramas. Que si ojala tal??? que si aplicas recetas, ¿innovadoras?, ¿¿lógicas?? y ¿¿arriesgadas?? .. Espero ver algo de esto cuando lo expliques, con el «ellas tienen dinero y fuerza, yo solo soy un toca..», echas un poco balones fuera. A mi también me gusta tocar un poco los??? jeje.
Saludos.
Hola JulenG. Gracias de verdad por tu comentario, Un día os contaré la historia completa del Grupo Serbal que como tu bien preguntas empieza por perdiz salvaje, creo que puede ser interesante y sorprendente y creo que abrirá mentalidades. Por otra parte lo que me asusta y me preocupa son las palabras sobre tu experiencia de caza esta temporada y que te agradezco compartas. Fíjate que estas muy emocionado por haberla cazado tres dias (de 365 que tiene el año y de los mas de 30 que tiene la temporada hábil en CyL) y por haber cazado tres perdices. Para mi ese es el auténtico problema, que se este cazando una especie con esos números y que el cazador este contento y diga que lo que le cobran es justo. La perdiz no esta bien, tiene un gravísimo problema y los cazadores tienen otro, que no quieren verlo y quieren seguir cazandola. Un coto como el tuyo (con los pocos datos que me has dado) no debería abrirse, debería estar vedado. Si la caza es controladora de las poblaciones animales y protectora de los mismos, en tu coto (y en otros miles) no se justifica, y no esta sirviendo de ayuda a la fauna, esta sirviendo de ayuda a un ayuntamiento a enriquecerse con un recurso que no cuidan y a una administración a la que la importa un huevo lo que pase. Y todo ello a costa de tu dinero. Lo dije en otro artículo, el dinero que pagamos los cazadores por cazar debería ir destinado a las especies de caza y no a las fiestas del pueblo. No he tirado la toalla, por eso escribo en Desveda y sigo urgando en la conciencia de cazadores, revistas y administraciones, hasta que dejen de hablar y se pongan de verdad a hacer (ellas tienen dinero y fuerza, yo solo soy un toca cojo..jajaja). Mientras ese día llega (si llega) aplico en el coto que entre amigos llevamos recetas innovadoras, lógicas y arriesgadas que están funcionando y sorprendiendo pero que aun asi, a mas de uno le incomodan y no le interesa ni ver ni valorar. La perdiz de repoblación es el futuro porque es el futuro más económico pero te juro y prometo que ojala se recuperara la perdiz salvaje, nosotros seguiríamos existiendo porque aunque la gente tiende a confundir Grupo Serbal con repoblación eso no es así, Grupo Serbal es más que eso, es sobre todo una forma diferente de tratar a los cazadores, con la verdad, honestidad y las cosas claras. Y si nos ahorramos dinero en comprar perdices porque hay salvajes, las cuotas serian mas baratas y yo, que pago como el resto el primero en alegrarme!. Un abrazo Julen y gracias por leer y dejar tu opinión. Y lo prometido, antes de tres meses te cuento todo el periplo que tuvimos antes de llegar a la perdiz de repoblación, ok? Gracias amiguete!
Egunon Mikel! He leido creo que todos o casi todos los articulos aqui publicados. «El lado oscuro» me parece interesante y muy necesario y con ello tu opinion, la cual comparto casi al 100%. Pero sin animo de meterme en lo personal e hilando con este tema.
En cuanto a este articulo, totalmente de acuerdo. Pero viniendo de ti, no se como no has volcado tus esfuerzos en intentar de una manera u otra el conseguir un coto con perdiz salvaje y mantener una poblacion decente o interar recuper la que haya. ¿¿Realmente has tirado la toalla?? Seguro que tu granja es «mejor» que otras, pero no deja de ser una granja y fomenta lo que fomenta. Si tanto crees en la calidad y no la cantidad… Simplemente me da pena, con tu mentalidad y la repecusion que tienes aquique te hayas rendido por completo, creo que nos hace falta en el colectivo gente como tu, pero me gustaria que este ultimo punto cambiase.
He estado 2 años sin cazar a la perdiz, por diversos motivos. La vuelta ha sido fabulosa, un coto muy dificil (por la cantidad y el terreno) y he visto perdices todos los dias. Dieron 4 dias habiles y he cazado 3 dias con un resultado en la percha de 3 perdices(las unicas que salieron cerca). 2-1-0. El ultimo dia canalice mi ira inicial al sacar un bando a las 13:50 dejandolas y yendome contento porque se quedan para criar. Me siento afortunado por todo, los tiempo que corren, «cerca», precio muy razonable y la calidad ha sido excelente.
Entiendo que la mayoria no se conforman con esto pero ¿No crees que merece la pena intentarlo?
Un saludo y sigue asi.
en mi caso todos los perros buenos que he tenido y tengo no le hacen ni el minimo caso a las piezas de granja, las evitan de forma exagerada. eso si los malos , solo cazan las repobladas. No creo que sea casualidad.