Nadie debe de poner en duda la buena voluntad de todas las asociaciones y federaciones representativas de los cazadores, que tratan de colaborar en la gestión cinegética de esta especie emblemática, para cada vez más cazadores de la península. Lo que está claro, es que en lo referente a la su caza, existen dos tendencias bastante definidas entre los aficionados.
No se trata de pretender cargarse de razones por el mero hecho de representar a más o menos cazadores o por disfrutar de una mayor o menor influencia sobre quienes regulan la caza. Sino consensuar entre todos, basándose en estudios científicos y la información de los cazadores.
Como en casi todo, nadie tiene la razón al 100%, por mucho que algunos se pasen el día mirándose al ombligo y creyéndose los más listos e informados por sus datos. No vallamos a caer en las contradicciones y autocomplacencia de SeoBirdlife, o como dice Juan Palomo, “yo me lo guiso y yo me lo como”.
A juicio de quien escribe estas líneas, básicamente hay dos tendencias entre los becaderos. Siendo consciente, que las dos posiciones pueden incluir numerosos matices por quienes las defienden, que no están reflejadas es este escrito: La primera mantiene que la caza de la becada debe de ser regulada en cuanto a fechas y cupos, ya que la presión sobre esta especie es cada vez mayor.
La segunda argumenta que se debe de regular más a nivel europeo y que las capturas actuales en las zonas becaderas tradicionales no suponen un daño excesivo para sus poblaciones. Que los daños reales se realizan en las zonas de cría del norte de Europa, donde la regulación de la caza de esta especie, brilla por su ausencia, y se realizan auténticos escarnios incluso en época de celo.
Ahí están las dos posiciones enfrentadas. Seguro que ninguna de las dos partes está en posesión de toda la verdad. Pero de lo que si estoy seguro es que las dos posturas están condenadas a entenderse y a gestionar la caza conforme a los criterios del siglo XXI. Desde este humilde blog hago un llamamiento a las entidades representativas de cazadores, a que profundicen en este tema, de una manera transparente, sin protagonismos, sin vetos ni jugarretas a escondidas que pretenden imponer modelos provinciales y aplicaciones conjuntas de “días de fortuna” en determinadas zonas de España. Pero este será tema de un próximo post para este blog cuando esté más cerca el invierno, no os lo perdáis “que tiene miga”
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