Plan para la gestión del jabalí en Álava. La caza tradicional recreativa constituye, hoy en día, una herramienta fundamental para la regulación y correcta gestión de las poblaciones de caza mayor presentes en nuestros ecosistemas. Si bien estas poblaciones han pasado por diferentes tendencias demográficas en el último siglo, y que en algunos momentos se llegaron a erradicar casi por completo en algunas áreas peninsulares, en la actualidad, y debido a múltiples circunstancias, entre las que caben destacar los cambios sufridos en los aprovechamientos agrícolas, ganaderos y forestales en los últimos años, son especies que gozan de una prosperidad demográfica sin parangón en la historia natural reciente. Pero esta evolución positiva de las poblaciones de ungulados cinegéticos, en algunos momentos, y cada vez con más frecuencia, supera la capacidad territorial económica del medio, y produce cuantiosos perjuicios a las explotaciones agroganaderas y forestales, así como afecciones a la seguridad vial de la amplia red de caminos rurales y carreteras del territorio alavés, al verse involucradas en centenares de accidentes cada año por irrupción de estos animales en la calzada. Además, sus elevadas densidades y su relación directa con el ganado doméstico, favorecen el riesgo de transmisión de diferentes enfermedades.
Pero esta evolución positiva de las especies, también está generando una fuente de recursos esenciales para el medio rural, al mantener un movimiento socioeconómico importante en torno a su aprovechamiento cinegético, constituyendo una fuente de ingresos capital para las Juntas Administrativas y Ayuntamientos –en forma de rentas por arrendamientos de los cotos de caza-, y para el sector servicios en ese entorno.
En la situación actual, la actividad cinegética se convierte en una herramienta fundamental de gestión y regulación de sus poblaciones, a la vez que implica en sí, un beneficio social importante arraigado aun en una cultura rural que, no obstante, se va perdiendo progresivamente en las nuevas generaciones.
En este sentido, y en el caso del jabalí sobre todo, la situación está llegando a una realidad preocupante en la que daños, accidentes de carretera, problemas sanitarios y número de cacerías necesario para el control de la población, pueden colapsar la actividad cinegética y provocar el abandono de muchos cotos ante la falta de recursos económicos y humanos para ejercer el necesario control poblacional y afrontar unas indemnizaciones de tan enorme magnitud.
En este contexto, la Diputación Foral de Álava, consciente del problema, ha encargado, durante 2018, el inicio de los trabajos para la elaboración de un Plan de Gestión de la población de jabalí en el Territorio Histórico de Álava, que va a contemplar los siguientes apartados:
- Estimación de la capacidad de acogida para el jabalí a nivel práctico (daños a cultivos y accidentalidad en carretera), con recomendación de un protocolo de actuación para canalizar las reclamaciones por daños producidos por los jabalíes.
- Seguimiento de la dinámica poblacional a través de unos parámetros indicadores (demográficos, etológicos, etc) y basado, tanto en los datos aportados por los propios cazadores como en información específica obtenida a pie de campo.
- Organización de la actividad cinegética y establecimiento de las líneas de aprovechamiento según los resultados de cada temporada y según una zonificación del Territorio en Unidades de Gestión.
- Plan de control especial al margen de la actividad cinegética.
- Plan de vigilancia sanitaria.
Entre los trabajo previstos para este primer año de desarrollo, cabría destacar la puesta en marcha de una mesa de trabajo compuesta tanto por los Departamentos Forales implicados en la gestión del jabalí, como por agricultores, ganaderos y cazadores con la pretensión de llegar a acuerdos sólidos, fruto del debate, que establezcan las líneas maestras de actuación para el control de la población de jabalíes. Por otro lado, se pretende elaborar una cartografía temática que recoja aquellas zonas y cultivos más afectados por la problemática de daños provocados por la especie con la intención de diseñar métodos eficaces de protección y líneas de actuación en materia agraria que minimicen este problema.
Paralelamente, se ha formado un grupo de trabajo formado por técnicos de las tres Diputaciones Forales de la Comunidad Autónoma del País Vasco, destinado a la puesta en común de información y elaboración de líneas conjuntas de gestión de la población de jabalíes.
Sin duda es nuestra responsabilizar garantizar la perpetuación del jabalí de forma equilibrada y dentro de la capacidad territorial económica y, a la vez, asegurar un aprovechamiento cinegético sostenible y racional de la especie de forma que tanto usuarios como propietarios de los terrenos vean cumplidas sus expectativas.
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