El coto intensivo del río Araxes ofrece una magnífica opción de pesca para los largos periodos de veda.
Injustamente eclipsado por la vecindad del coto intensivo del Leizarán , se considera la pesca en este tramo como una opción alternativa. Una segunda opción. Desde estas líneas me gustaría animar a nuestros amigos lectores a descubrir un coto que, a pesar de estar enclavado en un ambiente cada vez más industrializado, nunca ha perdido el carácter de río de montaña característico.
La estrechez del cauce unido a la exuberante vegetación arbórea que lo acompaña, incomoda los lances largos, obligando al pescador de mosca a practicar lances poco frecuentes en otros escenarios más abiertos. Pequeños rodados, lances en spey, son estrategias habituales de los que gustan de tentar a las arcoíris con imitaciones de ninfa.
La pesca en este coto es muy natural. Las truchas residentes ocupan rápidamente las abundantes corrientes, obligando al pescador a depurar la técnica de pesca a ninfa a punta de caña. Obligado está a acortar los bajos y realizar presentaciones precisas y muy, muy, controladas. Un tándem de dos ninfas, con una bien lastrada permite escudriñar los fondos de las corrientes al tiempo que se mantiene la tensión continua del aparejo. Es la única manera de detectar a tiempo la picada producida.
El coto es muy largo y variado. Va, desde la presa de barrio de Txarama, en Tolosa, hasta la presa de Insalus, en el término municipal de Lizarza. Los interesados tenéis más información en la Web de la federación Guipuzcoana de pesca.
Es un tramo de lo más divertido, y exigente.
Si eres de los que piensa que la pesca en los intensivos es una manera fácil y cómoda de sacar peces, no es éste tu coto. A los demás os espero.