Es muy difícil hacer un balance general habida cuenta de que los cazadores vascos son un colectivo de los que más se desplazan por España y por el extranjero para cazar. Y es difícil informar por carecer de datos fidedignos que nos aporten esa realidad que al repetirse año tras año los cazadores van dejando de cazar más por desengaño que por edad, aun cuando es grave la falta de relevo generacional.
Nunca hubo tanta caza mayor ni tan poca menor. Y lo que es peor, nunca hubo tantas asociaciones al olor de las subvenciones ni tantos medios de comunicación que amparan lo anteriormente expuesto. En esto último nos parecemos a los ecologistas. Para terminar este rosario de cuentas infelices, la administración en general cada vez solicita una mayor información que requiere puntualmente firmada por los técnicos pertinentes, pero luego, a diferencia de autonomías tales como por ejemplo Castilla y León (con una web actualizada y muy bien gestionada), esa información que el cazador aporta en aras de una solución y de una transparencia en la gestión, nadie la ve reflejada en ningún sitio, motivo éste por el que los datos que se aportan se hacen sin ilusión. Y mucho más cuando se dan a determinados medios de comunicación cuando le conviene a la administración y no al cazador. En definitiva, ninguna administración superpuesta, yuxtapuesta o repetida (lo cual en España es cosa sabida) no nos tiene en cuenta para nada que no sean tasas, prohibiciones sin sentido y sanciones.
LA PALOMA TORCAZ
La pasa año tras año viene pintando mal, pues las palomas pasan tarde, muy altas, en uno o dos golpes de pasa y fuera de los recorridos tradicionales como consecuencia de la variación de los vientos por el Cambio Climático y los molinos eólicos, entre otros. Motivos todos ellos por los que ya quedan más puestos libres que los que se alquilan a unos precios en función de lo que fueron, qué no de lo que son. Luego, cada vez se quedan menos palomas en una Dehesa Ibérica maltratada por La Seca, la vejez de sus árboles, la falta de regeneración natural de sus ecosistemas, el sobrepastoreo y en definitiva por la falta de una ley que ponga coto a los desmanes actuales y potencie la ganadería extensiva en todas sus vertientes. Los técnicos de España no hablan con los técnicos de Ceuta y Melilla y mucho menos con los Portugueses. Así nos va. No obstante, cada vez hay más torcaces como consecuencia de que no tienen inconveniente en vivir o pernoctar en las poblaciones importantes donde son plaga en ciudades tales como Zaragoza o Huesca, sin ir más lejos.
LA MEDIA VEDA
Cada año empeora más como consecuencia de una agricultura agresiva con un laboreo que da vergüenza ver como aniquila todas las aves tanto venatorias como no venatorias. La maraña de sociedades venatorias lanzan soflamas hueras y poco más.
LA BECADA
La becada es escasa y no llega para quienes se fían de la propaganda que concitan esos estudios grandilocuentes. Estudios que no son científicos ni tienen datos verídicos. Estudios que antes de pagar había que auditar. Este año la becada ha salvado la temporada del norte húmedo en el que podemos incluir a prácticamente todo el territorio de Euskadi. Pero luego pasará lo de todos los años. En Castilla y León la sequía ha propiciado una ausencia casi total de becadas.
DICEN QUE LA PERDIZ HA CRIADO BIEN
Sí. Y yo no lo pongo en duda. Pero cuando se desvedó la especie había muchas que todavía tenían problemas de pelicheo por la sequía, hacía mucho calor y no se vedó tal y como debe de hacerse en estos casos.
Pero vamos a ver: si hay pocas perdices, por mucho que críen no van a salvar la situación y si tienen alguna duda en lo que escribo, pregunten a quienes hayan ido tras de ellas después de la sementera.
Las pocas que hay viven en las casas abandonadas de los pueblos de Castilla, en los corrales y (lo digo con todo el respeto que me merece) en los cementerios.
La perdiz está corriendo un grave riesgo cuya vuelta atrás es casi imposible, pero como beneficia a unos granjeros “tan importantes …” pues a callar o a pagar las de los cotos intensivos que las compran a seis euros en producción y las venden a 50 en el cazadero. Y los que ya están en el machito, tiran aún más los precios de una producción que ya prácticamente está centralizada para perjuicio general de los cazadores.
NOTA FINAL
He resumido demasiado, pero muchos saben que no tengo por mengua eso de vaciarme por la lengua o la pluma, pero de paso que les he informado en líneas generales de la temporada, les he citado los motivos por los que el año que viene seremos muchos menos los cazadores. Qué nadie hable de millón y medio, porque mentiría, déjenlo -tirando por alto- en 600.000 y piensen que todos los que vienen a cazar a España por un día a los 5 cotos VIP que cita Vanitatis (sí, con aeropuerto privado y todo) sacan licencias de caza. E insisto, son muchos más los cotos VIP de España dedicados en exclusiva a la caza. ¿Nosotros?: nosotros, los cazadores de a pie no tenemos quien nos saque las castañas del fuego y si decimos esta boca es mía, nos la cierran como lo vienen haciendo desde hace siglos, sólo que ahora utilizan métodos más sibilinos y mendaces.