La campaña electoral ha llegado hasta Desveda, como decía un forero «los tentáculos de la política llegan hasta aquí». Pues sí, el 22 de mayo se celebraron las elecciones locales y forales en toda Euskadi. Los últimos días son numerosos los comentarios en los que se habla de los partidos políticos, de los candidatos, etc. Algunos nos han intentado convencer diciéndonos qué partidos son “procaza”, cuáles “anticaza”,…
Primero hay que partir de una base: la caza/pesca al ser hobbies o aficiones no entran en el marco de las ideologías. A esto tenemos que añadir que en Euskadi somos muchísimos miles, tanto en pueblos muy rurales como en las grandes ciudades. Cada uno entiende su afición de manera distinta, aunque todos conformamos un colectivo sobre unos valores. Hay temas en los que nosotros mismos tenemos diversidad de opiniones. En Euskal Herria somos más de 100.000 cazadores/pescadores, de derechas y de izquierdas, abertzales y constitucionalistas, etc. No podemos hablar del cazador/pescador homogéneo; ni debemos hacerlo. No somos como dijo Narbona «Señoritos de sombrero con pluma»; y menos en Euskadi, donde la caza está unida al mundo baserritarra o agrario. ¿En qué baserri no hay una escopeta o un aficionado a la caza?
La caza, al igual que el mundo rural, está muy unida al medio natural. Si al medio ambiente le va mal, a la caza no lo puede ir bien. Por culpa de los grupos “anticaza”, la etiqueta «ecologista» no gusta ni en el colectivo de cazadores ni en el de pescadores ni entre los baserritarras (en este caso por otros motivos como los daños causados por los lobos en la ganadería). Creo que ya es hora de separar estos dos conceptos de una vez, ser ecologista es algo mucho más amplio y plural que ser un simple «anticaza». Cada día estoy más convencido de que nosotros, cazadores y pescadores, somos los más ecologistas (aunque repito, no nos guste emplear esta palabra). Hoy en día, ¿quién se preocupa de los ríos?, ¿de la cría de la perdiz?, ¿de la migración de la malviz? En definitiva, ¿del medio ambiente? Pues nosotros y unos cuantos ecologistas de bien, ni más ni menos.
Yo creo que la mayoría compartimos esta misma afirmación, pero no lo demostramos en la práctica. Cuando vemos que algún partido o asociación tiene un «aire ecologista» o «medioambientalista» enseguida nos echamos para atrás y le catalogamos como «anticaza» la mayoría de las veces antes de dejarle expresarse sobre el tema. Creo, sinceramente que estamos acomplejados, y esto no es positivo. No tenemos que tener miedo a ningún ecologista, porque nadie mejor que nosotros conoce y defiende a la naturaleza. Que no venga nadie a darnos lecciones sobre medio ambiente a los que nos pasamos horas y horas en los bosques, en las cumbres de las montañas, en los ríos, en el mar…
No tiene nada que ver ser animalista (o vegano) con ser ecologista. Si todos fuéramos veganos, no existiría el ganado, ni las campas, etc. Sería un desastre ecológico.
Volviendo a la política. Hoy en día la mayoría de los partidos políticos europeos se consideran, o simpatizan, con el ecologismo, con el respeto al medio ambiente. La sostenibilidad es un concepto que está en las agendas de todos los partidos.
No nos podemos acomplejar y arrinconar porque si no, estamos dando la razón a los que se oponen a la caza; les estamos poniendo en bandeja eso de que «caza y respeto a la naturaleza son contrapuestos». Caminamos hacia un mundo más ecologista y nosotros tenemos que buscar nuestro hueco; sin arrinconarnos.
Por último quisiera pedir a los nuevos diputados generales y junteros de los distintos territorios históricos que nos escuchen. Que nos hagan más caso, que no se dejen engañar por los que sin tener ni idea de la naturaleza intentan eliminarnos. Estoy convencido de que una Euskadi sin cazadores y pescadores sería el peor desastre ecológico que podríamos dejar a nuestras próximas generaciones. Y que nadie se confunda, gobierne quien gobierne siempre nos tendrán enfrente si intentan perjudicarnos.
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Estoy de acuerdo, gobierne quien gobierne si este intenta tirar por la calle de en medio, se topara con nosotros de frente.