Referente a los cazadores reales, yo creo que es de obligado cumplimiento citar a los Borbones a quienes siempre gustó la caza en general y la del oso en particular, si bien es cierto que en lo que se refiere al monarca actual, quién ha dejado a su padre en calidad de “emérito”, se sabe poco de él en lo que a caza se refiere. Y menos, todavía, si ha abatido algún oso, qué no lo sé, y caso de que lo sea, habrá sido fuera de España. Pero cazador, posiblemente lo sea, pues la revista Vanitatis en su tirada de fecha 19-05-16 dice lo siguiente: “Los íntimos de Felipe VI y Alejandro Agag, están detrás del mayor coto de caza privado en Madrid. No está en la milla de oro de la caza (Toledo – Ciudad Real), pero es el coto privado más importante de la comunidad, propiedad del grande de España Manuel Falcó”. En estas fincas de los “GRANDES Y SIMILARES” no nos vamos a enterar de si se dispara a los osos traídos de fuera tal y como ocurrió en Monterrubio de la Serena (Badajoz), donde se cazaban hasta tigres. ¡¡¡Toma ya!!!. Bueno, a alguno de la Jet Venatoria ya le denunciaron y no pasó nada. Claro, ya no estaba el militar Franco para auxiliarle y lo emplumaron como ocurrió con el vástago mayor del dictador. ¡¡Qué cotos con aeropuertos privados y todo!!!.
GRANDES CAZADORES DE OSOS ESPAÑOLES
- 20-02-2015 – Los cazadores, respaldados por el Presidente de la Federación Asturiana de Caza, Valentín Morán, pidieron poder cazar osos cuando la especie de estos plantígrados “se recupere”. Así lo ha reflejado La Nueva España, tras la celebración de las I Jornadas ‘Realidad de la actividad cinegética en Asturias. Caza y sostenibilidad’, en las que Valentín declaró que: “Si el oso pardo se recupera, consideramos que tendría que estar permitida su caza”.
- Según el Tratado de Caza de 1846 (D. Carlos Hidalgo y D. Antonio Gutiérrez González), se describe al oso como una alimaña en aquella época y además, narra ciertas normas para cazarlos: Buscando a través de Internet, podemos ver imágenes antiguas sobre la caza del oso en España. No ha llovido tanto desde que en el año 1967se prohibió –definitivamente- su caza. Antes, hubo un período de veda generalizada en el país de 5 años (del año 1952 al 1957) para que la población se recuperara, pero definitivamente, en el año antes mencionado, se protegió hasta hoy en día.
- Entrevistas en la Historia. Ignacio Gracia Noriega nacido en la Villa de Sub (Teverga) en 1831, fue el mayor cazador de plantígrados de Asturias, con 99 ejemplares abatidos en su casi centenaria vida.
- Osos y otras fieras en el pasado de Asturias, 1700-1860.
- Cuadernos de Campoo – NÚMERO 21 – Los escritores que se han ocupado del tema de la caza, sobre todo si a la vez que investigadores son aficionados a este deporte, suelen ser indulgentes al tratar el tema de los cazadores furtivos, que, como dice Hoyos Sainz, «son los cazadores primitivos y naturales, el enemigo admirado y envidiado por el cazador de alcurnia». De ellos se ocupó el Conde Yebes en su obra Veinte años de caza mayor y el poeta Villalón les dedicó un poema. Al cazador furtivo no se le debe considerar como sucesor del alimañero, que ha existido en todas las regiones con caza y aún les sigue habiendo, aunque no sea con dedicación exclusiva, sino continuadores de una actividad en cierto modo deportiva, a la que muchos campesinos se han entregado influidos por el ambiente y, también, reclamados por exigencias de las ordenanzas municipales. El medio natural de la comarca campurriana ha sido favorable para el desarrollo y práctica de la caza en su forma primitiva; este ambiente se vive intensamente en las zonas rústicas, sin embargo, las modernas partidas de caza se organizan en los grandes núcleos de población.
- Alimañeros: el fin de una leyenda. … Aun rezumaba humo la cueva cuando ante los ojos del chaval apareció la bestia. Grande, gorda, furiosa tras haber sido despertada de su letargo. ¿Qué hacía un extraño en su territorio? El oso se irguió sobre las dos patas traseras, exhalando un rugido que hizo temblar a todo el cordal, y Toribión sintió la tensión eléctrica que solo invade a aquellos que caminan entre la vida y la muerte. Aquel era su momento. Era 1808, tenía dieciséis años, y la piel tersa de los infantes. Se abrazó al oso y le hundió el cuchillo carnicero en el corazón. Aquel fue el primero al que mató. Acabarían siendo más de sesenta los que pasase a cuchillo y solo uno a escopeta, cuando ganó para comprarla. En aquella ocasión, a Toribión se le encasquilló el arma y el animal se le echó encima. Nunca más volvió a usarla, ya, Ignacio Rodríguez, su alumno más aventajado, le aseguró que lo más eficaz era matar al oso con las propias manos de uno, a cuchillo, en combate cuerpo acuerpo. Lo más noble, también. “Pase lo que pase, nun tien qu’estremase ún del osu, nun puede soltalu. Nun hai que day la oportunidá del lanzar la zarpa, de nenguna manera. La clavetá en nun soltar al osu, en garrase bien al pelo y a la carne y nun dexar que te tireen nengún momentu, y clavar y clavar el cuchiellu hasta queyá ande débil, hasta que yá caya. Primero de too, nunca lo sueltes.” Véase el caso de Toribión, elevado a la máxima fama. Cuentan que llegó a aparecer retratado en las cajas de cerillas
- Xuanón de Cabañaquinta, el gigante carlista que mataba osos de nombre nombre Juan Díaz-Faes, que así lo habían venido a bautizar sus padres en el Aller de 1821, creció hasta casi los dos metros de altura y, aunque apasionado carlista, se codeó con Isabel II y Alfonso XII, que le llegó a invitar a irse con él de cacería a Felechosa e incluso le regaló una escopeta. Todo un honor. Aquello ocurrió solo una vez, pero el de Aller, en cuyo haber dicen que se cuentan hasta noventa y dos víctimas plantígradas, también compartió muchas veces caza con Juan Prim y Prats (en catalán, Joan Prim i Prats) (Reus, 6 de diciembre de 1814-Madrid, 30 de diciembre de 1870), conde de Reus, marqués de los Castillejos y vizconde del Bruch, fue un militar y político liberal español del siglo xix que llegó a ser presidente del Consejo de Ministros. En su vida militar participó en la Primera Guerra Carlista y en la Guerra de África, donde mostró relevantes dotes de mando, valor y temeridad. Tras la Revolución de 1868 se convirtió en uno de los hombres más influyentes en la España del momento, patrocinando la entronización de la Casa de Saboya en la persona de Amadeo I. Murió asesinado poco después. La caza funcionaba como sigue: el alimañero salía a la búsqueda de alimañas, principalmente aquellas que más perturbasen la tranquilidad de los ganaderos, las mataba y daba cuenta de ello, presentando una pieza (una oreja del oso, el rabo del lobo, las garras del águila) ante el párroco que ejerciera en el lugar más próximo y el Ayuntamiento pagaba la correspondiente tarifa, establecida año tras año por la Administración. Aquello, claro, daba lugar a muchos fraudes. Muchísimos. Remiendos con hilo y aguja en las orejas –que, una vez cobradas, se marcaban con un tajo-, pieles de animales cazados una sola vez, pero cobradas unas cuantas más, etc et.
- Mi buen amigo que se identifica en los medios digitales con el Nick TXOKA y con quien juntos hemos colaborado en la radio y otras webs, me orienta y anima un montón, pues no en vano es ornitólogo y cazador. Natural de Irún y residente en Asturias, ha leído mis posts en esta web sobre el oso y me ha recordado a Xuanon de Cabañaquinta (Aller, Principado de Asturias, 1821 – 1894). Ay … ¡¡¡ y yo que hice el firme propósito de no meterme en el tema del oso con las monarquías y otros señores muy principales, aun cuando tengan ahora su casa en los penales, voy a entrar al trapo como un Miura, pues nunca tuve por mengua vaciarme por la lengua … y si de algo vale lo que escribo, es por la ayuda que me prestan personas como TXOKA y otros amigos “tapados”, que a su debido tiempo destaparé. Pero sé más de lo que escribo, transcribo, o hablo en la radio. Ya saben: “Ojo de lince. Paso de buey, vista de halcón, diente de lobo… y hacerse el bobo”. Eh… campeones… ¿a qué no sabéis quién dijo esto refiriéndose a quién?. Pues lo dijo el León de Fuengirola refiriéndose al militar Franco. El citado León era nada menos que José Antonio Girón de Velasco (Herrera de Pisuerga, 28 de agosto de 1911 – Fuengirola, 22 de agosto de 1995) fue un político español de extrema derecha, conocido por su papel durante la dictadura del militar Franco. Xuanon de Cabañaquinta dicen que era uno de los muchos “¿allegados”? a Isabel II con quien también fue a cazar osos y a otros menesteres que no ha lugar publicar en un medio de caza, pero no me he atrevido a volver a sacar a la luz las viñetas que circularon por toda España por groseras e indecentes. Bien. ¡¡Lo que fue aquella época!! , pues fue Prim quién desterró a Isabel II y abolió la monarquía en beneficio propio. Ambos amigos de Xuanon, compartiendo más amistad con la reina casada con Francisquito de Asís que con Prim. Pero no queda aquí la luctuosa casualidad. La fama de Xuanón de Cabañaquinta traspasó las fronteras del municipio y de la propia región por sus andanzas como cazador, hasta el punto que a lo largo de su vida dio muerte a noventa y dos osos. Por haber dado muerte a un oso a cuchillo en los montes de Vegarada sirvió para participar en numerosas cacerías con la realeza y la nobleza de la España de su tiempo. La reina Isabel II, el Rey Alfonso XII, el general Prim, Bernaldo de Quirós, marqués de Camposagrado y Alejandro Pidal fueron algunos de sus compañeros de batida más conocidos. Esta vocación cortesana de Xuanón trajo alguna que otra anécdota. Hay una con la Reina Isabel II, de la que se cuenta que “una vez cuando la Reina acudió a la localidad de Felechosa en el concejo de Aller no se atrevía a vadear un arroyo y Xuanón la cogió en el cuello y la pasó al otro lado, diciéndole: “Hay Reina. Usté ye como el tordu, tien el picu flacu y lo demás gordu”.Una de estas anécdotas tiene un cierto sabor picante. Se cuenta que Xuanón hacía de guía en una cacería de la familia real y parece ser que una de las Infantas tenía problemas para subirse al caballo. Xuanón se acercó a la atribulada infanta y le dijo: “ ¿Quiere que la monte, señora?”. El chisme cuenta que la real mujer le dedicó una pícara sonrisa al fortachón de Cabañaquinta. “No, muchas gracias, Xuanón”. Hizo una gran amistad con el general Prim, con el que salió en numerosas ocasiones por los montes de Asturias. Xuanón era grandón de cuerpo, palabra y obra. Cazaba con el general Prim cuando Xuanón pidió a todos los que le acompañaban que cuando se encontraran con el oso no le dispararan, buscaba el cuerpo a cuerpo con el animal. Prim, sorprendido ante la ocurrencia del asturiano, le dijo: “ Para qué quiere hacer eso si tenemos dos fusiles”. Xuanón respondió muy ufano: “ Ye que, como soy juez de paz, no puedo andar a palos por les romeríes y se me oxiden los brazos”. El Rey Alfonso XII le llegó a regalar una escopeta de su armero real.
- Aquella oscura época de España cuando se perdieron las colonias y se presentían “asonadas” casi a diario, don Ramón María del Vallé Inclán (Marqués de Bradomín) lo retrató con una maestría literaria que no tiene que envidiar a ningún gran escritor de las Españas presentes y pasadas. Don RAMÓN MARÍA DEL VALLE-INCLÁN – LA CORTE DE LOS MILAGROS – Aires Nacionales. I El reinado isabelino fue un albur de espadas: Espadas de sargentos y espadas de generales. Bazas fulleras de sotas y ases. II El General Prim caracoleaba su caballo de naipes en todos los baratillos de estampas litográficas: Teatral Santiago Matamoros, atropella infieles tremolando la jaleada enseña de los Castillejos: —¡Soldados, viva la Reina!. III – Los héroes marciales de la revolución española no mudaron de grito hasta los últimos amenes. Sus laureadas calvas se fruncían de perplejidades con los tropos de la oratoria demagógica. Aquellos milites gloriosos alumbraban en secreto una devota candelilla por la Señora. Ante la retórica de los motines populares, los espadones de la ronca revolucionaria nunca excusaron sus filos para acuchillar descamisados. El Ejército Español jamás ha malogrado ocasión de mostrarse heroico con la turba descalza y pelona que corre tras la charanga. IV —¡Pegar fuerte! La rufa consigna bajaba de las alturas hasta la soldadesca, que relinchaba de gusto porque la orden nunca venía sin el regalo del rancho con chorizo, cafelito, copa y tagarnina. Los edictos militares, con sus bravatas cherinolas proclamadas al son de redoblados tambores, hacían malparir a las viejas. El palo, numen de generales y sargentos, simbolizaba la más oportuna política en las cámaras reales. La Señora encendida de erisipelas, se inflaba con hucheo de paloma: —¡Pegar fuerte, a ver si se enmiendan! Don RAMÓN MARÍA DEL VALLE-INCLÁN – LA CORTE DE LOS MILAGROS – 3 V ¡No se enmendaban!. Ante aquella pertinaz relajación, la gente nea se santigua con susto y aspaviento. Las doctas calvas del moderantismo enrojecen. Los banqueros sacan el oro de sus cajas fuertes para situarlo en la pérfida Albión. La tea revolucionaria atorbellina sus resplandores sobre la católica España. Las utopías socialistas y la pestilencia masónica amenazan convertirla en una roja hoguera. El bandolerismo andaluz llama a sus desafueros rebaja de caudales. El labriego galaico, pleiteante de mala fe, rehúsa el pago de las rentas forales. Astures y vizcaínos de las minas promueven utópicas rebeldías por aumentar sus salarios. El huertano levantino, hombre de rencores, dispara su trabuco en las encrucijadas, bajo el vuelo crepuscular de los murciélagos. El pueblo vive fuera de ley desde los olivares andaluces a las cántabras pomaradas, desde los toronjiles levantinos a los miñotos castañares. Falsos apóstoles predican en el campo y en los talleres el credo comunista, y las gacetas del moderantismo claman por ejemplares rigores. Entre tricornios y fusiles, por las soleadas carreteras, cuerdas de galeotes proletarios caminan a los presidios de África. VI – Se pegó muy a conciencia. No faltó la ley de fugas, ni se excusaron encarcelamientos regidos de ayuno y maltrato de verdugones…
CAZADORES REALES, NOBLES, ARISTÓCRATAS Y DEMÁS SUJETOS DE ALTA “ALCURNIA”.
- LA LEYENDA DEL OSO DEL GUADARRAMA. `De leyenda´ – Por Rosa Alonso. En nuestro tiempo, resulta complicado imaginar que la Sierra de Guadarrama albergó oseras hasta el segundo cuarto del siglo XVI. Aunque el Libro de la Montería, encargado por Alfonso XI de Castilla, menciona a Madrid como un “buen emplazamiento para el puerco y el oso”, fue D. Gonzalo Argote de Molina, humanista coetáneo, quien retrató a Felipe II como el último príncipe que cazó osos en El Pardo. Ante su escasez y los nuevos gustos palaciegos, la montería del oso perdió interés en favor de la del ciervo.
- 24-08-1915 – Efectivamente, el 24 de agosto de 1915, acompañado por su caballerizo mayor, el Marqués de Viana y el Conde de Lombillo, llegó el Rey Don Alfonso XIII al puerto de Saja, donde le esperaban varios espoliques y los organizadores de la expedición Carlos Pombo y Gregorio Obeso. Como consecuencia de las explosiones de las bombas de mano, que lanzaban los ojeadores, salió huyendo una osa que mató el Marqués de Viana, al pasar por el puesto que ocupaba. Almorzaron cerca de la casilla de Bustandrán y reanudaron la faena sin resultado alguno. Hasta que, en un tercer ojeo, el Rey, desde su puesto del «canto del agua», disparó sobre un oso al que acertó, haciéndole rodar «hecho un ovillo»
- –08-1882 – CACERÍAS REALES EN PICOS DE EUROPA – Alfonso XII fue un asiduo visitante de los Picos de Europa. Había ido a cazar acompañado de su hermana, doña Isabel, en 1881. Regresó en agosto de 1882 donde cazó rebecos en Ándara y osos en Bedoya antes de retornar a Comillas. Las muestras de cariño fueron continuos durante su estancia en las cumbres y ya de retirada al pasar por todos los pueblos desde Espinama hasta Potes, donde pernoctó, o en San Pedro de Bedoya. Por su parte, él dejaba a los alcaldes cientos de reales para repartir entre los pobres. Por lo que parece, Alfonso XII ya reconocía el valor paisajístico de los Picos de Europa . Un periódico de la época hace referencia a una frase del monarca: “¡Qué equivocados están en España los que van a Suiza en busca de alturas pintorescas teniendo aquí estas inmensas e imponentes!” .
- 21-09-1882 – En las visitas de Alfonso XII o Alfonso XIII a Liébana participaron en cacerías de osos, no solamente de rebecos. Por ejemplo, en la que participó Alfonso XII en los montes de Bedoya el 21 de agosto de 1882. Se habían visto 3 buenos ejemplares los días antes pero ese día no lograron ninguno. Cacerías en que iba acompañado por nobles y aristócratas nacionales e internacionales, como el príncipe de Mónaco.
- 12-10-2004 – El Rey Emérito caza osos y jabalís en Rumanía. El Rey Juan Carlos hizo durante el pasado fin de semana una visita privada a Rumanía para participar en una cacería de osos y jabalís en los Cárpatos, según informaron ayer los organizadores. Una responsable de la organización Abies Hunting, indicó a la agencia AFP, pidiendo no ser identificada, que el Monarca español «pasó el fin de semana en Covasna»
- (Agencias /PD).- 22-10-06 El Rey Emérito Juan Carlos I mató el pasado mes de agosto a un oso en cautiverio, al que le habían dado de beber vodka, según una publicación rusa.
LA CAZA MAYOR EN LA EDAD MEDIA MEDIANTE MONTERÍAS
La montería desarrollada en aquella época, que fue la primera mitad del siglo XIV, constaba de siete centurias de por medio. En montes sólo difícilmente asequibles a caballo o a pie. Como armas la jabalina, la azcona, el cuchillo y la naciente ballesta.
En bosques de osos, jabalíes, lobos y toda clase de venados pululan a través de toda España. Como “melicinamiento”,la farmacopea medieval de hierbas y emplastos. Todo esto con experimentados monteros “omes de bocerío” y “mozos de canes”, comunicándose por el tañido de las trompas metálicas, cuernos venadores y el ladrido de los canes. Esperando a la presa a pie firme y jabalina en mano, ballesta o azcona. Como capitán de la montería el Señor Rey de Asturias, de León y de Castilla, Don Alfonso el Onceno, apellidado el Justiciero. (Libro de la Montería de Alfonso XI).
Sobre el monte perfectamente conocido y escatimado o registrado por los monteros días antes, se establecía un amplio dispositivo de ojeadores, perros, vigilantes y enlaces que iban sacando a las reses de sus encames y encauzándolas hacia los lugares, paranzas o puestos donde les esperaban los cazadores. Por la dificultad en ello se emplea la técnica con xorco o buitrón, se establecían sendas con empalizadas o ramajes para dirigir a la res a los puestos. Movilizaba centenares de hombres y perros y suponía una operación militar, utilizándose como academia de armas. Los monteros eran gente experimentada, de afición, de oficio y eventualmente “monteros de ventura” La “andadura” o rececho medieval exigía acercarse mucho a la pieza dado el corto alcance de la ballesta. Por ello se avanzaba tras un buey o un caballo, “cacería de buey”, más tarde sería un animal fingido con lienzo y mimbre, “cacería del maniquí”. Paralelas a las monterías reales o señoriales estaban las comunales o populares, más toscas y con el objetivo de acabar o limitar los animales que causaban daño a hombres, animales y cultivos o dificultaban el tránsito por caminos. En muchos casos los buitrones acababan en una gran trampa de foso y ahí remataban a las piezas, pero nunca se usaban en las reales.
REVISTA DEL ARMAMENTO MEDIEVAL DE CAZA
Las armas de caza en la Edad Media podían dividirse, fundamentalmente, en tres clases: ARMAS DE MANO: herían sin separarse del brazo y se subdividían en: Armas de puño. Se cogían con una empuñadura (cuchillos, dagas, espadas…) Armas de asta. De largo mango (lanzas, azconas, jabalinas, hachas…) ARMAS ARROJADIZAS: se lanzaban directamente con el brazo:venablos, jabalinas, azagayas y a veces también azconas. Se pueden considerar mixtas (de asta o arrojadizas…) con alcance entre 8 y 10 metros. ARMAS DE PROYECCIÓN: despedían un proyectil mortal y eran 3: el arco la ballesta y la honda. El arco ya de origen prehistórico. La ballesta de origen bizantino y, aunque ya se conocían en España en el siglo XII, no se usó en montería, hasta el XIII. La honda se usaba para hostigar y encauzar a las piezas ojeadas. La diferencia entre las armas de caza y de guerra era, sobretodo, que las de caza eran más cortas y muy afiladas. El arco de guerra era más alto (1.75 -1.80) que el de caza (1.40 – 1.50). Pero en estos últimos las puntas eran más largas y afiladas. Las ballestas, más certeras, pero menos manejables, se acabaron usando para la caza, no así el arco de mayor alcance, útil para la guerra. En las monterías populares cualquier útil de labranza, acoplado a un palo: hoz con mango… Extractos y copias del LIBRO DE MONTERÍA DE ALFONSO XI (El Onzavo o Justiciero).
PERROS UTILIZADOS EN LA ESPAÑA MEDIEVAL PARA LAS BATIDAS.
Alanos Perros de presa De perseguir De renuevo |
Sabuesos De rastro Con las armadas De trailla |
Mastines De levantar Tomador Perneador |
Podencos De sujetar Maestro De vallestero |
La historia, y absolutamente todo, siempre fue manipulado por los poderosos y la historia regia de las Españas fue siempre la misma que tan bien describe don Ramón María del Valle Inclán en LA CORTE DE LOS PILAGROS cuando dice: El reinado isabelino fue un albur de espadas: Espadas de sargentos y espadas de generales. Bazas fulleras de sotas y ases. Pero trasladar esto a la caza, cuyas repercusiones son mayúsculas, lo vamos a dejar para otra ocasión, pues con este artículo y con otro doy por finalizada esta entrada para proseguir después con un volumen donde la caza y todo lo que la rodea, tendrá carta de naturaleza dentro del marco que le corresponda. Pues me gustaría haber pormenorizado sin salirme de la caza cuando los próximos a los reyes en Aragón jugaban con la frase: «Nos, que somos y valemos tanto como vos, pero juntos más que vos,…. Vulgarmente capada y denominada Juramento de los Reyes de Aragón. Un conocido aforismo dice que en “Aragón antes hubo leyes que reyes”. Etc. etc. Posiblemente si seguimos profundizando en estos temas llegaríamos a la conclusión de que es de justicia beatificar a los Borgia y a los Medici. Faltaría más. Miren ustedes, llevamos siglos inventando y creyéndonos dioses cuando lo único que hemos hecho ha sido dotar al mundo de aparatos tecnológicos para permitir a los de siempre gobernar: A este respecto don Francisco de Quevedo y Villegas dijo:
Toda esta vida es hurtar,
no es el ser ladrón afrenta,
que como este mundo es venta,
en él es proprio el robar.
Nadie verás castigar
porque hurta plata o cobre:
que al que azotan es por pobre
de suerte, favor y trazas.
Este mundo es juego de bazas,
que solo el que roba triunfa y manda.
LOS OSOS HAN MATADO A GRANDES FIGURAS DE LA HISTORIA Y EN MI CASO, A UNO DE MIS MEJORES AMIGOS.
- Sobre el asturiano rey Fáfila o favila, ya he escrito en esta remesa de artículos para DESVEDA. La historia dice que a FÁVILA lo mató un oso, pero los hagiógrafos de la época también apuntan a motivos políticos. ¿A Saber?.
- Por culpa de un oso murió Juan Prim y Prats (en catalán, Joan Prim i Prats) (Reus, 6 de diciembre de 1814-Madrid, 30 de diciembre de 1870), conde de Reus, marqués de los Castillejos y vizconde del Bruch, fue un militar y político liberal español del siglo XIX que llegó a ser presidente del Consejo de Ministros. En su vida militar participó en la Primera Guerra Carlista y en la Guerra de África, donde mostró relevantes dotes de mando, valor y temeridad. Tras la Revolución de 1868 se convirtió en uno de los hombres más influyentes en la España del momento, patrocinando la entronización de la Casa de Saboya en la persona de Amadeo I. Murió asesinado poco después. Joan Prim i Prats falleció el 30 de diciembre de 1870 a causa de una sepsis causada por la infección que le produjo, al introducirse en su pecho, algunos restos del abrigo de piel de oso que llevaba ese fatídico día.
- El día 10-04-2001, dos osos mataron a José Ignacio Aresti, director del parque en el que vivían. El Parque Educativo de Sobrón (Álava) es tristemente famoso porque el 11 de julio de 1999 tuvo lugar un suceso de similares características a las de Prim, pero en el cuerpo de una turista alicantina que perdió una pierna tras ser atacada por uno de los osos que yo tantas veces tuve en mis manos. Desde entonces, el parque permanecía cerrado. EL MUNDO -11-07-1999. He escrito poco y copiando prácticamente todo de la noticia que cito, pues todavía no estoy emocionalmente preparado para escribir o hablar de un tema que nunca ha sido tratado en profundidad. Ustedes me perdonarán, pero es que un servidor de ustedes, qué soy yo, estuvo con Aresti en el Servicio Militar, entramos a trabajar juntos en un ente oficial el mismo día y antes, mientras él aprendía cetrería y todo lo que se debe saber en la entonces cerrada escuela de Armentia (Vitoria) que él tenía alquilada y pagaba de su bolsillo, yo montaba a caballo siempre que podía en un picadero que había al lado. Un picadero regentado por un andaluz de solera que se llamaba Antonio y nuestras charlas nadie nos las quitaba. Otro día seguiré con los osos, pues me vienen a la mente amargos recuerdos propiciados por verdaderos rufianes. José Ignacio: ¿has encontrado a alguien en el Cielo que ame tanto como tú a los animales y no vaya detrás de las subvenciones?. Pax Domini sit semper vobiscum. Acosar hasta desestabilizar, ¿eso?: eso es matar. Ya escribiré, a su debido tiempo, sobre esos fariseos que son capaces de provocar muertes de forma indirecta, pero eficaz. Todavía alguno sigue mandando de forma genuflexa, otros ya se han retirado y permanecen en el olvido que se ganaron y hasta los hay con unas cornamentas de las que nos reíamos tanto. No te preocupes, José Ignacio, que ya está avisado Pedro Botero para que cuando lleguen a su vera y le hagan la pelota, les caliente el morro como se merecen.
Miguel Ángel Romero Ruíz
Foto principal- EXPANSIÓN
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