En mi escrito anterior expuse algunos de los factores, pero no los complementé con otros que también cuentan al caso. Probablemente más de un lector los habrá echado a faltar. Omití que en aquellos comienzos cazaba con paralela, cañones de 71 centímetros y choques de una y tres estrellas. Mi acción generalmente consistía en tapar y disparar a tenazón y claro, esto con esos choques y con perdigón para perdiz (7 y 6) a distancias generalmente cortas, producía el destrozo que citaba. En esas condiciones es cuando comencé adelantar un poco a las que iban de través y por encima a las de rabo, buscando el encuentro en su colodrillo.
Influyen mucho los choques y los perdigones en el daño a la pieza. Posteriormente he usado semiautomática con cañón choque fijo de 3 estrellas; ya abre el tiro algo más. En terrenos con espesuras, donde generalmente se dispara a menor distancia, utilizaba perdigón del 8 como primer cartucho, considerando que iba a perdiz.
He cazado invitado en fincas particulares con abundancia de conejos (sin perdiz) y entonces alimentaba perdigones 10, 9 y 8, cartucho de 32 ó 34 gramos. Cuando me hice con un cañón de 65 centímetros y cilíndrico lo llevaba con esos perdigones en las cacerías de conejos a campo abierto. También en los descastes con hurones utilizaba ese cañón y munición, con muy buenos resultados; raramente se fugaba alguno y comprobaba que revolcaba más conejos que mis dos compañeros de madriguera, buenos tiradores con cañones largos, estrangulados y perdigones más gruesos.
El cañón corto y cilíndrico lo adquirí porque con el de 70 centímetros y 3 estrellas aquellas codornices que obligan a disparar a tenazón porque botaban a enmatarse, desaparecían en el aire con ese zumbido característico, no encuentro otra onomatopeya mejor que “Fuummm”, para sorpresa del perro que llegaba al sitio mientras las alas caían suavemente y sólo hallaba una pata o una pizca de tejido y nervioso buscaba el cuerpo. Este cañón me da buenos resultados para codorniz, sorda y descaste de conejos. Cierto que, con este cañón, no me preocupo tanto del daño, ni de apuntar finamente a la cabeza del conejo.
La combinación de cañón cilíndrico, perdigón menudo (10 y 9) y dejar la distancia posible hacen que no se maltrate excesivamente la carne de los conejos. Por descontado, si además los plomos los recibe en la cabeza, fetén. Las liebres demandan más longitud de cañón, algún estrechamiento y sobre todo plomos más gruesos; eso no quiere decir que excepcionalmente se consigan con menos; mi última liebre fue cazando sordas, con cañón corto, cilíndrico y 40 gramos perdigón del 10. Igualmente es sabido los descuelgues de torcazas que se hacen con lo mismo quienes van a sorda y las tiran al arranque desde las copas del arbolado.