El pasado 26 de septiembre fue un gran día para la caza. En vísperas del inicio de la temporada, el Congreso de los Diputados de nuestro país aprobó una proposición no de ley en la que animaba al Gobierno a adoptar medidas que impulsen la actividad cinegética. De esta manera, los diputados reconocían el importante papel que nuestra actividad desempeña tanto a nivel económico como a nivel medioambiental en España. Un reconocimiento que ha llegado precisamente cuando la crisis más se ha recrudecido y en un momento en el que hay que buscar alternativas que ayuden a reactivar la economía y a reparar el resquebrajado mercado laboral que ha dejado el derrumbe de la construcción. Un momento, al fin y al cabo, en el que se necesitan soluciones y se necesitan ya.
Uno de los datos más positivos de esta iniciativa es que, a pesar de haber sido propuesta por el Grupo Popular, despertó el interés y el apoyo del Grupo Socialista y de CIU, algo hasta ahora inédito en la cámara. Ojalá este sea el inicio de un camino de atención hacia la caza en el que el entendimiento entre los dos grandes partidos políticos del país sea el verdadero protagonista. Porque la caza no tiene color político y porque los cazadores forman parte de un colectivo millonario con un gran número de problemas a los que hay que dar soluciones.
Sobre este y otros temas hemos charlado en este número con Teófilo de Luis, secretario técnico del Grupo Popular, diputado y auténtico artífice de la proposición no de ley aprobada el pasado mes de septiembre. A lo largo de la entrevista que publicamos más adelante, Teófilo nos desgrana el importante papel que personalmente ha desarrollado a favor del mundo de la caza durante los últimos lustros y nos desvela la positiva receptividad que el Gobierno que en estos momentos dirige su partido hacia el mundo cinegético. Una receptividad que, unida al excepcional e intachable trabajo que están desarrollando los representantes del sector –la Oficina Nacional de la Caza que preside Juan Antonio Sarasketa y Aproca España, comandada por Luis Fernando Villanueva– está haciendo avanzar al sector cinegético a un ritmo hasta ahora inédito.
De esta manera, en los últimos meses los equipos de profesionales de ambas organizaciones han defendido ante los ministerios de Interior y de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente medidas de apoyo al sector que han sido escuchadas con una disposición muy positiva. Después de reunirse con diferentes responsables de la administración central, Aproca y la ONC han solicitado, por ejemplo, que se busque una fórmula para tratar de armonizar de alguna manera la compleja y dispar legislación cinegética que rige en las diferentes comunidades autónomas de nuestro país. También han trasladado al Ministerio del Interior la urgente necesidad de llevar a cabo la modificación del actual Reglamento de Armas, para lo que han pedido recuperar el borrador que ya se consensuó con el sector cinegético en el año 2003 y han pedido que se ponga fin al grave hecho de que muchas licencias de armas sean retiradas o denegadas por el simple hecho de que el solicitante tenga antecedentes administrativos, que en la mayoría de ocasiones no conllevan expediente sancionador alguno. Los problemas de los daños que los animales objeto de caza provocan a la agricultura y la lacra de los accidentes de circulación producidos por las especies cinegéticas también forman parte de la hoja de ruta que Sarasketa y Villanueva están trazando con el Gobierno central, tal y como Teófilo de Luis reconoció a esta revista durante nuestra entrevista.
En resumidas cuentas, podemos decir que, pese a la crisis, el sector cinegético se encuentra en un momento dulce gracias al fluido diálogo que hay entre sus representantes y el gobierno central, algo que nunca había sucedido de una manera tan fructífera. Una oportunidad histórica que hace que este mes iniciemos estas páginas con una actualidad inusualmente optimista. Lástima que se haya visto empañada por el esperpento democrático en el que se han convertido las elecciones a la Real Federación Española de Caza. Unos comicios que posiblemente acaben resolviéndose en los tribunales debido a las presuntas irregularidades que han denunciado las cinco federaciones territoriales más importantes del país y según las cuales miles de federados habrían quedado fuera del censo electoral.
Pasen y lean, que este mes venimos bien cargados…