La subida del IVA a los productos pesqueros pasando del IVA reducido del (8%) al general (18%), significará un lastre que puede agilizar la desaparición de los pescadores costeros. De hacer una reforma del Impuesto sobre el Valor Añadido (I.V.A.) a los productos pesqueros, debería ser planificada con parámetros socioeconómicos y ambientales reales y, promoviendo el debate y la participación del sector pesquero. Además, es imprescindible hacer una diferenciación del tratamiento fiscal entre la pesca de caladero del Estado Español.
Sin duda, es necesario realizar una diferenciación en el tratamiento fiscal de los productos pesqueros en base al origen y sostenibilidad de los métodos pesqueros, cosa que no parece que está en el ánimo del Gobierno español. La flota española de importación y la flota española litoral no deben ser tratados fiscalmente del mismo modo. Esta cuestión, se basa en que la flota de caladeros foráneos, en comparación con la flota litoral, consume mayores recursos públicos, muchísimo más combustible y emplea a muy poco personal debido a la representación institucional en la asignación de cuotas, ofreciendo productos pesqueros con una huella ecológica muy superior al de la flota costera-litoral, y aún más pronunciada cuando se compara con la flota artesanal y de bajo impacto de nuestro litoral.
Una subida del 10% del precio de los productos pesqueros puede ser definitiva para la caída del sector pesquero costero, entre ellos el vasco, basado en una economía local con estructura familiar, que en muchos casos no podrá competir con el mercado de importación, ni con la flota industrial en caladeros foráneos, ambos modelos basados en una marcada economía empresarial.
Desde hace años el sector pesquero se enfrenta a un declive constante. Incluso tras haberse destinado millones de euros en recursos públicos, desde el año 1986 se ha registrado en el Estado Español una disminución del 38% de capturas desembarcadas, una pérdida de población activa en el sector pesquero superior al 63%, y una disminución de la flota del 48%.
Estas cifras muestran por sí solas la grave situación en la que se encuentra el sector pesquero, y en general las comunidades dependientes de la pesca, entre ellas la vasca. Por lo que una subida al 18% afectará sin duda alguna a nuestro modelo de consumo y por consiguiente a los pescadores costeros de nuestro litoral. Si las políticas pesqueras y la mala gestión crónica no cambian, es más que previsible una continua pérdida de empleo y de desembarcos en los próximos años. Afectando aún más a la socio-economía de cientos de pueblos costeros altamente dependientes de la pesca.
En definitiva, la posible alza del IVA ahogará aún más al sector pesquero litoral, afectando gravemente a la parte de la flota que genera más beneficios sociales, económicos y ambientales, esto es, al sector de artes menores y, al cerco con mareas pequeñas. Por el contrario, se deja al insostenible sector de caladeros lejanos como el único con poder económico para afrontar esta medida.