Los mejores gestores de «lo nuestro» están en la Administración

Dado que ésta es una web orientada a la NATURALEZA en general, tal vez esté escribiendo sobre una obviedad, pero ustedes me disculparán al sentirme muy dolido por ciertas críticas que se hacen a la Administración personalizando en unos funcionarios honestos y honrados a carta cabal. Yo, critico a la ADMINISTRACIÓN en general. Y la critico por sustentarse en leyes de obligado cumplimiento que los cazadores y pescadores nos vemos obligados a acatar. Leyes éstas, que los funcionarios tienen la obligación de hacer cumplir, lo que no quiere decir que ellos estén de acuerdo con ellas y mucho menos que sean justas. Y por supuesto, de esas leyes, los funcionarios no tienen la culpa. Habrá funcionarios malos, pero en el mismo tanto por ciento que en cualquier colectivo, no digo que no, pero no se puede extrapolar gratuitamente.  

Vaya por delante que, muchas veces, a las personas físicas de la Administración les criticamos sin darnos cuenta de que, a lo peor, tienen una mala dotación técnica y humana contra la que no pueden luchar y encima se tienen que callar. Tanto por mi cercanía con ellos, como por mi edad, amistad y oficio, he conocido a verdaderos portentos en absolutamente todos los campos de la Administración de este Ruedo Ibérico cuyos perentorios patrones (los políticos) permiten los insultos y el acoso a sus funcionarios, mientras, ellos dedican los fondos a asuntos más valorados de cara a la galería.

Sepan que la CAZA y la PESCA, donde menos interés despierta es en las diferentes administraciones del Estado. Donde hasta hace poco,  han primado a ciertos advenedizos ANTICAZA que sin haber opositado para estos negociados, llegaron a ellos con la venia de los políticos. El tiempo les va poniendo en su sitio.

No se lleva hablar bien de la gente, no, salvo para lograr algo a cambio. Pero a mí ya me ha salido la hoja roja en mi vida laboral y en otros ámbitos de mi devenir vital, motivos todos ellos por los que antes de pasar a ser difunto, quiero decirles la verdad sin corporativismos ni tapujos de ningún tipo. Quiero que sepan que ya apenas gestiono cotos sociales, ni otros de ningún tipo. Jamás en mi vida gestioné un coto con “animus lucrandi”. ESO, NUNCA. Sigo en la Mirandesa de secretario por fidelidad, aun cuando apenas voy a cazar a sus cotos, pero  AHORA en ella no hay más que quebrantos y trabajo sin lucimiento. Que cuando lo hubo, las mieles se las llevaron otros.  
     
La documentación que habitualmente manejo, en su mayor parte, la obtengo de quienes de verdad  se preocupan por los asuntos venatorios y, por ende, tienen una evidencia documental con la que pueden avalar su transparente gestión sin trampa ni cartón. Me estoy refiriendo, entre otros,  al ingeniero superior de montes Don Carlos Cabanas Mur (en la foto, a la izquierda), Jefe de Sección de Caza y pesca de la Excma. Diputación Foral de Álava. Un hombre sin tacha cuya principal virtud radica en que a todo el mundo trata por igual. Muy bien, por cierto. Por eso me río yo cuando escucho a determinados “Torrentes” presumir por ciertos villorrios de tener mano en Diputación a la vez que en determinado partido político. Y ya la tendrán en los partidos, no digo que no, y en su casa a la hora de comer, puede ser. Pero en la Diputación Foral de Álava, el señor Cabanas les va a tratar como a uno más. Escrito esto,  tengo que decir que la gestión del señor Cabanas, aun con pocos medios, es modélica en todo el Estado, cuyo parangón bien puede situarse a la altura de la del abogado Don Xesús Marquina Olmedo (en la foto, a la derecha), que es el jefe de Caza y Pesca de la Xunta Gallega. Bueno, el citado señor es el motor del Comité Interautonómico de Caza y Pesca Continental, ente éste al que están adheridos todos los FUNCIONARIOS de caza y pesca de las diferentes autonomías y provincias de España. Ente que está llevando a cabo importantes estudios aun cuando haya por ahí algún figurón, muy calado, que quiere adornarse con un relumbrón que ha pagado otro y que no le corresponde a él. Me refiero a estudios tales como el del Salmón Atlántico o al de las Becadas transistorizadas, por citar dos ejemplos cuyas medallas, en alguno de ellos, se reparten quienes no debieran de hacerlo.

Pero no se queda ahí la cosa, no, ahora -el citado comité- le está metiendo el diente al tema de daños a la agricultura y al de los accidentes de carretera causados, ambos, por especies cinegéticas, cosa arto difícil, sobre todo si tenemos en cuenta que hay varias leyes estatales que se entrecruzan y que luego las competencias en materia de caza y de pesca continental son totalmente autonómicas. Por eso existe una ley por autonomía y a veces por provincia. Aquí mucho pían ciertos advenedizos aupados por la cosa política ¡¡del momento!!! , pero sigue sin resolverse el asunto de la LICENCIA ÚNICA para todo el Estado. Menos mal que en el citado comité no tienen cabida los figurones sin oposición y ajenos a la Administración aun cuando quieran suplantarla en más de una ocasión.

Luego, está la Real Federación Española de Caza con varios asuntos, pero claro, sus conclusiones no son vinculantes y a veces es la tela de araña en la que se queda atrapado quien no sabe qué carta ha jugado o le han cambiado el palo en mitad de la partida.

En definitiva, estamos en lo de siempre, demasiadas cabezas de ratón y algún que otro figurón. Ese y no otro es el mal de los cazadores de a pie, que los otros, no quieren saber nada de nosotros a no ser para que se les invite y condecore en “nuestros fiestorros patrios de esta vieja y usurera  Piel de Toro” . Fiestorros a los que los muy cucos siempre andan al loro. Yo, a esos petulantes y marquesorrros les apagaría la luz cuando les están condecorando y les hinchaba los morros. Eso se hacía en nuestros pueblos patrios con los malos comediantes de antaño. Y ya,  puestos en fastos, le atizaba algún pescozón a esos presentadores (predicadores) trasnochados con cara de condón reciclado.

Y como estos dos funcionarios modélicos, puedo citarles a miles en muchísimos negociados, secciones y servicios de todo este nuestro Ruedo Ibérico. Pero si los sinvergonzones son cuatro. Los funcionarios son gente con alma que no pierde la calma ante la infamia de la crítica descarnada sin ser antes sopesada y -sobre todo- analizada.

Miguel Ángel Romero Ruíz, informático de profesión y tanto cazador como pescador de vocación. Miguel Ángel es, ante todo, un hombre que ama al Mundo Rural en todas y cada una de sus dimensiones. Nació en mayo de 1951 en Fuente Andrino (Palencia) y lleva más de 40 años fuertemente arraigado en Euskadi. Es un amante incondicional de las culturas autóctonas y por ende de las cazas tradicionales.