Pronto comenzará una nueva temporada y muchos de nosotros nos desplazaremos a tierras Castellano-Leonesas en pos de la codorniz, algunos antes lo harán detrás de algún duende, pero lo que sí es, que muchas escopetas vascas tenemos que emigrar a otros lares en busca de un cazadero más o menos poblado de caza y poder allí dar rienda suelta a nuestra afición.
Son cotos la mayoría regidos por Ayuntamientos locales, en los cuales, lo único que les importa es la peseta (perdón, el euro). Y a ser posible, cada vez que se encarezca más. Aunque la caza vaya en picado para abajo.
Se aprovechan de nuestra ceguera cinegética (los vascos tenemos esa fama) y de ahí que les dé igual que críe bien o mal la perdiz, que cada vez vaya a peor la caza, que se recoja la paja de los rastrojos, si la quieres ver en agosto la pagas también, ya todo vale, ¡QUÉ PAGUEN LOS CAZADORES!
Ya escribí hace tiempo en una revista sobre esto, y lo titule “La gallina de los huevos de oro”, haciendo un símil con el cuento, y de qué si no cuidaban a los cazadores se les iba a acabar el chollo. O por lo menos rebajar el asunto.
Ya se empiezan a oír casos de cotos que han salido a subasta y se han ido a la baja, otros cotos que los cazadores se lo han dejado al pueblo, y es que con la situación actual debemos dejar de ser ciegos y si hay que negociar, ir a la baja, porque no es broma los tiempos que corren. El problema lo generamos nosotros, pensando en que nos quedamos sin coto y vienen otros que pagan más. Hay que ser fríos y jugársela.
Otro asunto que quiero denunciar es ese tipo de personas que se dedican a ir por las subastas de cotos metiendo precios a la alta para luego negociar con los anteriores inquilinos con derecho a retracto y posteriormente, retirarse de la subasta pero aprovechándose de los anteriores y sacándoles suculentas sumas de dinero. A esos es a los que hay que agradecer que muchos cotos se encarezcan: Es por ello que debería estar supervisada cada subasta y las fianzas ser muy altas, incluso de un 50% de la prica presentada.
En fin, que entre todos la mataron y ella sola se murió. Si algún lector se ve envuelto próximamente en la subasta de su coto, que negocie antes a la baja. Se están dando muchos casos, y más que se van a dar, tiempo al tiempo y lo veremos mejor.
Ir a cazar tiene ya un coste desorbitado, al coto hay que sumarle gas-oil, autopistas, etc… para que luego te den gato por liebre y no te dejen paja o te siembren el 30 % del coto.
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