Nunca he sabido explicar con palabras lo
que la caza significa para mí, cerrando
siempre mis pensamientos con la
reflexión de que «es mi estilo de vida».
Quizás a muchos os pase como a
mí, e incluso os pongáis
nerviosos, como una servidora, cuando
tratáis de hacerle ver a alguien que son
muchos los sentimientos clavados en nuestro
corazón cuando pronunciamos la
palabra caza.
Son muchas veces, incluso tengo un relato
exclusivo para ello, las que he dicho que no
hay mayor ecologista que un verdadero
cazador que vive, hace y ama el medio que
está dentro de su ser y que tan bonitos
recuerdos les hace guardar en su memoria.
Es por ello que al ver los ataques de esos
que se hacen llamar «ecologistas», manchando
dicho término, comienzo a sentir mi
corazón palpitar desbocadamente,
como cuando un bravo toro sale al ruedo.
Esta mañana me he prometido a
mí misma que no entraría a su
juego, y de hecho, no lo voy a hacer, porque
el juego y estas palabras van dedicadas a
vosotros, compañeros y
compañeras de afición.
Si realmente tanto nos daña, tanto
nos afectan sus amenazas o palabras, y
creedme, a nadie le afecta más que a
mí la amenaza de un disparo,
¿por qué no ponemos medios?.
¿por qué razón no nos
unimos tal y como ellos han hecho?.
Estamos en el año 2015, casi 16 y
aún seguimos aguantando sus
represalias, hablando nosotros con la boca
pequeña y poniendo la cara para que
nos den el guantazo bien a su placer.
En España, la caza mueve mucho
dinero, somos muchas las personas que
disfrutamos y vivimos la afición. Pero
también somos muchos los que
pensamos en nosotros mismos y en no hacer
mucho ruido para pasar desapercibidos y
así, evitar que se puedan dirigir a
nosotros de manera reprochable.
¿Realmente así
esperáis cambiar la situación
cazador-anticaza?
Como dice el dicho, «una para todos y
todos para una». UNÁMONOS, dejemos
de lado la idea de que todo lo ajeno a
nosotros, no nos afecta.
No, compañeros, no.
Si de verdad queremos luchar por esta
afición, tenemos que levantar la voz
todos a la vez, que dar muchos
pequeños pasos que hagan un largo
camino; debemos dejar el miedo a un lado y
defender nuestros derechos y principios,
porque seremos cazadores, pero ante todo,
tenemos educación y somos personas.
Y como dichas personas educadas que
somos, debemos transmitir, mostrar al mundo
y hacer valorar la cultura cinegética
que a nosotros nos inculcaron un día
porque como un sabio decía, «con
buenas palabras se puede negociar».
No merece la pena entrar en su absurdo
juego de críticas, sino tomar medidas y
mostrar al mundo el verdadero significado de
la caza.
¿Comenzamos? o ¿Ponemos
el otro lado de la cara?
Parece que nadie , se atreve a suscribir tus palabras, he visto como en medios de comunicacion , hacen la reverencia a los ecolojetas y se acoj…nan por no querer ni mentarles, pero que esto, que parece que robamos, mecaguen todo.
Los ecologistas , animalistas o yo que se son una panda de aprovechados , que no hacen optra cosa que inventyarse una buena excusa para vivir del cuento con subvenciones que les dan los politicos por tenerlos callados, y que no vayan a por ellos , al no defender a los animales.
Estos mismos , que con las subvenciones , barbaras que cobran, de hasta 150.000 e. organizan buenas jamadas de animalillos, sacrificados, porque en el fondo algunos animalistas incluso estan rechonchetes de comer cojonudamente bien.
Anda y que os den,y ya de paso , ir de uno en uno cuando haya alguna caceria a tocar los coj…, haber que tal os reciben….