Exacto, no hemos sabido vendernos, no hemos sabido vendernos como cazadores y no hemos sabido vender nuestro producto, la caza. Luego nos extraña que haya gente que se sorprenda de que uno sea cazador, o que la gente se asombre ante el hecho de que una persona salga al monte con la intención de dar caza a un animal salvaje en su hábitat. Lo cierto es que no nos debería extrañar en absoluto, puesto que toda esa gente no ha sabido ver la caza tal y como es en realidad y tienen una imagen distorsionada y manipulada, tanto por los medios de comunicación como por pequeños grupos anti-caza, que muchas veces, aunque sean cuatro y el tambor, han sabido venderse mejor que nosotros, por mucho que nos pese. Por cierto, cuando me refiero a la gente no me refiero a gente extremista anti-caza por naturaleza y nuevos ecologistas con hambre de subvenciones y demás vividores del cuento semejantes, me refiero a gente normal, gente que ve la caza como algo arcaico, algo estancado en un pasado y practicado únicamente por cromañones. Cierto es, y no nos vamos a engañar, que la mayoría de esta gente son urbanitas, que creen que las especies animales se limitan a las palomas del parque, los gorriones, las ratas de alcantarilla, los perros y los gatos.
Me da mucha rabia leer y tener que escuchar bobadas y tonterías acerca de la caza y los cazadores de gente que nunca ha pisado el campo, pero soy consciente de que parte de culpa la tenemos nosotros mismos. Tenemos un buen producto, un producto que te une a la madre naturaleza, un producto que te hace disfrutar del aire fresco, que involucra una actividad física importante, que ayuda a las regiones y comunidades en las que se practica y que además reporta beneficios a las arcas públicas. Sé que me he dejado muchas más cosas, pero aún y todo, viendo todas las cosas buenas que tenemos no hemos sabido llegar al gran público y tiempo hemos tenido.
Pero entonces, ¿en qué hemos fallado?
Hemos fallado en creer que como la caza tiene un montón de años y forma parte de la cultura del ser humano no era necesaria una reforma, o una especie de acercamiento al mundo urbano, lo hemos dejado estar y así se ha quedado, estancado. Hemos fallado también en creer que como la caza llevaba tantos años practicándose, que no iba a desaparecer nunca, hasta que le hemos visto ya en varias ocasiones los dientes al lobo y es ahí cuando hemos empezado a ponernos firmes, aunque siempre que nos ha pasado lo mismo, en cuanto hemos conseguido solventar el problema hemos vuelto a nuestro clásico estado de estancamiento, de quedarnos a verlas venir hasta que volvamos a estar contra las cuerdas para entonces, y sólo entonces, reaccionar.
¿Ahora qué?
Pues ahora, con todo este jaleo de la nueva Ley de Caza que nos acecha en Euskadi, nos vemos otra vez entre la espada y la pared, trataremos de salir de ésta y lo que no podemos hacer es volvernos a quedar parados, porque tenemos que ser conscientes que nuestros parones dan vida a todos aquellos que no nos quieren ver ni en pintura. Lo que tenemos que hacer es que el movimiento de rechazo que ha surgido hacia la nueva ley no decaiga y dé lugar a otro tipo de movimiento, a un movimiento de unión y solidaridad entre cazadores, a un movimiento que tiene que tener como único fin acercarnos a la gran masa social que se muestra indiferente o reacia hacia la caza. Por supuesto, intentar cambiar de opinión a todos aquellos que nos tienen un paquete increíble lo doy por imposible pero bueno, todo sería intentarlo. Los cazadores tenemos que ser conscientes de que vamos unidos al mundo rural y por ello nuestra colaboración y trabajo conjunto con ganaderos, agricultores, etc. ha de ser vital para nuestra supervivencia y para darnos a conocer en un mundo que, aunque a nosotros nos parece que no nos comprende, la realidad es que no nos conoce, y ese desconocimiento crónico es el que ha generado que hoy en día estemos como estamos.
Está en nuestras manos el sacar todo esto adelante y el saber vender nuestro producto; medios tenemos y gente dispuesta también, con un poco de organización y con ganas de trabajar todo es posible.f
Tienes bastante razon Mikel. Por eso creo que desde Desveda estais haciendo una buena labor en la red y en la radio. Es necesario que la sociedad conozca la realidad de la caza y la pesca de primera mano. Animo!