Por muy puristas, refinados y buscadores incansables del “más difícil todavía” que seamos, por más infatigables al desaliento que nos mostremos ante una serie consecutiva de “bolos”, todos, todos, tenemos derecho (y necesidad) de obsequiarnos una jornada de esas en la que te duele el brazo de sacar peces. ¡Vamos! Lo que se conoce por “un baño de autoestima”.
Lugar: Coto SM del Oria (Debajo de la presa de la central)
Libre SM del Oria (Aguas abajo del cruce de Azpeitia, hasta Berazubi en Tolosa)
Especie: Barbo.
Modalidad: Ninfa con cola de rata.
Época: Julio en el coto y además Agosto y Septiembre en el tramo libre.
La densidad de peces que hay en estos dos tramos es espectacular. El buen tamaño de las piezas capturadas y su natural fortaleza, ofrecen una pelea que contrasta con la idea que tenemos de un pez lento con hábitos de recolector.
Primer problema: la densidad es tan alta que entremos donde entremos provocaremos la estampida de un gran número de peces.
Solución: Mantener la calma y esperar en el lugar elegido a que los barbos vuelvan a colocarse en los lugares adecuados. Hay que recordar que el barbo es un merodeador incesante, poco territorial. Cuando se produce un desplazamiento masivo y queda algún espacio interesante libre, es ocupado en breve por otros ejemplares de la zona.
A partir de Julio, coincidiendo con el final de la freza del barbo, se empieza a notar de manera importante el efecto del estío. Los tramos en cuestión quedan en una sucesión de pequeños remansos conectados a través de hilos de corriente. Todo con profundidades que no superan, salvo los pozos de siempre, los 50cm.
Aparejamos una hermosa ninfa al terminal de 0,16. Ninfa peluda, algo lastrada y montada en un anzuelo del 12. Que… ¿Qué ninfa? CUALQUIERA. Cualquiera que navegue sumergida a un palmo de agua. Más lastrada o menos lastrada en función de la fuerza de la corriente. Lo mejor es elegir una que nos guste y presentarla en los lugares que mejor le van. La única precaución que debemos tener es la de mantener la línea tensa, aunque la arrastremos un poco, ya que muchas de las picadas se producen con el pez nadando aguas abajo. El barbo toma la ninfa y la acompaña, por lo que no modifica la trayectoria de la línea y resulta imperceptible.
Como este artículo pretende mostrarte una pesca eficaz y sin complicaciones, te contaré un secreto: HUEVA DE SALMON. Una imitación tan sencilla como eficaz. Se ve perfectamente, por lo que la tendremos localizada en todo momento. En cuanto dejamos de verla… clavar, pelear, liberar y volver a empezar. ¡Y así todo el día!
No cometáis el error de intentar pescar barbos en freza. Parece que están “a huevo” pero realmente no entran a nada y resultan totalmente desesperantes. Esperad a la post-freza.
Por ultimo recordad que como cualquier pez deportivo, el BARBO merece todo nuestro respeto.
Capturadlo de la forma menos lesiva posible y liberadlo en las mejores condiciones. Todos te lo agradecemos, buena pesca.
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