En los últimos años el porcentaje de cazadores ha disminuido considerablemente. Al contrario, cada vez existen más mujeres que se suman a esta afición, adquiriendo un papel notable en la actividad cinegética y su difusión.
Según datos estadísticos del Gobierno de España en el año 2014 había 2.729 mujeres cazadoras, con un incremento hasta 2.938 durante el año 2015 y 2.949 en el 2016. Este aumento incluso sobrepasa a ciertos deportes como la esgrima o el automovilismo. Se considera que dentro del colectivo de cazadores un 99,2% son hombres frente a un 0,8% de mujeres.
Si hablamos ya concretamente por comunidades autónomas, en 2016, Andalucía se encuentra con el mayor número de cazadoras, en concreto 794, seguidas de la Comunidad Valenciana 464 y Cataluña 230 respectivamente. En cambio, La Rioja y Asturias, son las comunidades autónomas con menor porcentaje de mujeres cazadoras.
Este incremento que cada año es más visible se debe gracias a organizaciones, asociaciones y mujeres pioneras que han luchado directa e indirectamente en difundir la actividad cinegética entre las mujeres y la defensa de los derechos de las mismas. Mujeres, siendo cada una de ellas distintas y únicas, aportan un granito de arena en esta afición. Uniéndose para contribuir a ello. No solo trabajando en la defensa de la caza, si no también saliendo a la práctica de esta actividad. Gracias a todas ellas se ha conseguido todo lo que tenemos y somos actualmente.
Pero a pesar de todos los esfuerzos, todavía ese 0,8% sigue siendo un porcentaje relativamente bajo en comparación con el 92% de nuestros compañeros cazadores. Queda trabajo por hacer en la integración de la mujer en esta actividad y con el número de cazadoras, pues debe aumentar. Porque el primer gran paso ya se dio, pero todavía queda camino por hacer y solo desde la unión entre nosotras y el apoyo de todo el colectivo cazador, podemos conseguirlo.