Con la llegada del viento sur las palomas asoman por la costa en bandos que colman el cielo, y las brecas van asomando por los fondos camufladas a la sombra de las palomas. Mientras el txipi se acerca a desovar a la costa, la breca viene para alimentarse y aflora en aguas menores dando mañanas y tardes de gustoso disfrute. A la breca le gusta comer sobre el fondo y en reposo a pesar que una pequeña deriva o arrastre por el mismo no le siente nada pero que nada mal, la puntera no deberá sobrepasar el 0,35, deberá ser larga, y a ser posible, estaría bien emplear fluorocarbono.

Con la llegada del veranillo de San Miguel, estamos disfrutando de unas jornadas de pesca realmente interesantes, los ya comentados txipirones van creciendo y gran parte de los espáridos que pueblan nuestras aguas van acercándose a tiro de caña. Con unas gusanitas y muchas ganas de hacer algo interesante nos dirigimos al punto de pesca, a primera hora de la mañana antes de amanecer, nos dedicamos a sacar unos pocos txipis, para comer y otros para cumplimentar la carnada que llevábamos; en total salieron cerca de 15 unidades de porte medio en poco más de una hora.

Estamos en plena ebullición de la temporada de txipis, aguarines, poteras, peces, plomos, perlitas, luces, aparejos, egging... Bueno, como por toda la costa vasca, me imagino que los tentáculos encubridores de la tinta negra están haciendo estragos en los aparejos de los pescadores de costa y embarcación. A día de hoy existen varias técnicas para pescar los txipis, cada cual usa la que cree más conveniente para ello. Los cebos a emplear se pueden dividir en: poteras plomadas, peces (tipo gamba y pez) y varilla para fresco.

 Andoni Ibarra será el responsable de atraparnos en relatos sobre la pesca en el mar. La primera de sus historias narra una salida de pesca con vinilos.

La verdad es que nos demoramos en exceso para zarpar y hasta las 20:40 horas no abandonamos el puerto rumbo a la zona de pesca; a pesar de todo no se encuentra muy lejana ya que en escasos diez minutos desde la bocana de puerto llegamos al punto. Una vez lo alcanzamos nos encontramos con una gran población de redes y palangres por lo que hubo que cambiar de escenario y nos dirigimos a algo más de agua, al estar sobre los 35-40 metros, montamos las cañas y montamos los vinilos; había algo de mar de fondo y un poco de viento que nos hace derivar bastante por lo que montamos cabezas algo mayores...