Pescar
pulpos es una de
esas aficiones que
practican con
asiduidad muy pocos
especialistas en
nuestras costas.
Durante el verano, y
cuando los
bañistas se
desplazan en masa a
las costas,
muchísimos
domingueros se
entretienen
intentando hacerse
con estos moluscos.
Pocos son los que
consiguen alguna
captura pues
normalmente
desconocen tanto las
artes de pesca como
las costumbres de
este animal. Ahora
bien, el cupo de
capturas es diferente
dependiendo de las
distintas
comunidades, incluso
en algunas
está hasta
prohibido.
Así
que antes de intentar
cazarlos conviene
consultar la normativa
del lugar. Cuanto
más bajas
sean las mareas
mucho mejor para
localizarlos y si no se
quiere perder el
tiempo es preciso
meterse en el agua
hasta la cintura para
poder experimentar la
satisfacción de
un buen lance. Es
preciso disponer de
una caña de
tres metros de largo y
un palo de un metro.
En el extremo de la
caña hay que
atar fuertemente
unos pedacitos de
tela de todos los
colores posibles, de
forma que las puntas
de las mismas
estén sueltas.
Este constituye el
cebo que debe
cogerse con la mano
izquierda. En la mano
derecha se
cogerá el palo
al que en la punta
deberá
colocarse dos
anzuelos muy
grandes, separados
uno del otro.
Dispuestos
ya los dos artilugios
hay que caminar
entre las rocas muy
despacio, paseando
el señuelo ( los
pedazos de tela ) por
la superficie, de modo
que el pulpo fije en
ella su
atención
creyendo ver una
presa. Cuando
así suceda,
alargará uno
de sus
tentáculos y
cuando crea cogerla
se hallará
sorprendido y
enganchado por la
rápida
acción del otro
palo. Hay quien suele
utilizar un solo palo
con ganchos en la
punta entre el
señuelo, si bien
es más
manejable hacerlo
con dos cuando se
trata de zonas de
muchas rocas. Al
sacarle a la orilla
conviene darle la
vuelta a la cabeza y
arrancarle el diente.
Antes habrá
cambiado de color
disminuyendo su
volumen hasta el
punto de quedarse
reducido a una
especie de vejiga
blanda y sin forma.
Dan más
sensación de
peligrosidad que la
que tienen aunque es
prudente con los de
cierto tamaño
realizar la
operación que
hemos indicado
anteriormente para
no verse mordido por
su único
diente.