Regalos navideños en clave cinegética para cazadores
Las armerías de Euskadi ofertan variadas propuestas de escopetas y accesorios para obsequiar en estos días a los aficionados a la caza
J. Zengotitabengoa
En las fechas tan señaladas que están a la vuelta de la esquina, regalar enseres, materiales e incluso actividades relacionadas con la práctica cinegética, puede resultar una buena alternativa de cara a quienes necesitan adquirir algún tipo de obsequio con el que agasajar a algún allegado aficionado a alguna modalidad deportiva relacionada con la caza.
El mercado ofrece un buen número de artículos de todo tipo que pueden contribuir a renovar el equipo y los accesorios que necesita cualquier aficionado. Desde escopetas y otras armas destinadas a diferentes modalidades deportivas, hasta accesorios como cartuchos, visores y otros complementos, pasando por elementos textiles para la práctica cinegética, beepers o gps para los perros, las propuestas son casi infinitas y, a buen seguro, resultarán muy satisfactorias para quien reciba esos presentes.
Para adquirir los productos más adecuados para cada cazador, el armero Rufino Eizmendi recomienda desde su establecimiento de Villabona “acudir a una tienda especializada”, donde recibirá información puntual “tanto de las novedades como de los productos más adecuados para cada uno. Hay gente que realiza las compras por internet y luego se llevan unos chascos enormes porque lo comprado no cumple las expectativas o, incluso, porque se adquiere algo que no se necesita”.
Eizmendi asegura además que al acudir a un armero de confianza el aficionado puede ser “correctamente asesorado sobre las novedades que ofrece el mercado y sobre lo que cada uno necesita. No es lo mismo comprar una escopeta para cazar con perro, que debe ser más ligera que la que se necesita para permanecer en un puesto”, subraya.
Buenas oportunidades
Los precios son un factor a tener muy presente. Por ejemplo, en el caso de los diferentes modelos de escopetas existentes, puede oscilar entre los 600 y los 2000 euros. Algo similar sucede con el vestuario y el calzado, donde existe una gran variedad e, incluso, prendas que son casi de usar y tirar. “Pagando un poco más igual compensa comprar elementos que resguardan del frío y de la lluvia y, encima, sean más duraderas”, señala.
Algunas propuestas de complementos de la firma Beretta están en estas fechas al alcance de los aficionados “con unos precios excelentes”, según apunta Iñigo Sarasketa desde su armería de Amorebieta-Etxano. Entre las propuestas que ofrece esa marca se incluyen “unas botas de monte con membrana de Gore-Tex, al precio de 99 euros; camisetas interiores que sacan el sudor que normalmente están a 80 euros y que ahora vendemos a 25 euros, además de otros complementos como bolsas y mochilas que están muy bien de precio”.
Para quienes estén dispuestos a realizar un mayor desembolso Sarasketa sugiere la escopeta Raffaello Be Diamond, de Benelli, un arma considerada como de las mejores que ha fabricado esa marca.
Un elemento imprescindible entre los cazadores con perro son los beepers y los GPS, “que pueden evitar más de un disgusto” ya que en el caso de los localizadores aportan información exacta sobre la ubicación del perro. “Además de tener buenas piernas y buenos perros, hoy en día es imprescindible contar con un GPS ya que permite al aficionado saber en todo momento donde están sus perros, lo que al final de la jornada garantiza que el cazador regrese a casa con ellos”, apunta Eizmendi.
Impacto socioeconómico
Entre los modelos de geolocalizadores que mejor están siendo aceptados entre los cazadores, destaca el Dogtrace X20, a un precio de 399 euros el collar y el mando, “que es un modelo excelente para aquellos perros que son utilizados en la caza de becada”, apunta el responsable de la armería Sarasketa.
Recurrir a alguna de estas propuestas de cara a Olentzero o Reyes puede contribuir además al impulso de un sector económico de gran implantación en Euskadi. En 2015 la actividad cinegética vasca generó un impacto socioeconómico directo de casi 300 millones de euros de producción y daba empleo a 1842 personas, según se desprende del estudio ‘El impacto socioeconómico de la actividad cinegética vasca’ que elaboró Hazi, entidad dependiente del Departamento de Desarrollo Económico y Competitividad del Gobierno Vasco.
Ese mismo estudio indica que la familia de cazadores vascos es un colectivo que aglutina a más de 60.000 personas, que cuentan con los permisos de armas de tipo E o D. Además se señala que el gasto del conjunto del colectivo cazador vasco durante aquel ejercicio ascendió a un montante de 180,9 millones de euros, lo que aporta una idea concreta sobre su peso específico en el PIB de Euskadi.