La pandemia ha provocado una disminución de novedades en el mercado, pero las armerías se esfuerzan en mantener una oferta de calidad
La afición a la caza afronta otra media veda “pandémica” con ilusión por disfrutar de la actividad, pero con las incertidumbres propias de una época tan excepcional. A las habituales dudas sobre cómo se comportarán las especies cinegéticas, se suman las dificultades que la covid está infligiendo a un sector que se esfuerza por seguir presentando productos de calidad en el mercado.
A pesar de todas las dificultades, Iñigo Sarasteka, de la armería Sarasketa de Amorebieta, considera que el negocio “está al alza”. “La gente se ha tirado al monte en cuanto se han reducido las restricciones, tanto para cazar como para disfrutar de otras actividades en la naturaleza”, comenta.
Pero es evidente que esta irregular situación ha lastrado la aparición de novedades en el mercado. “Hay que tener presente que las dos ferias internacionales más importantes (la de Nuremberg y la de Las Vegas) llevan dos años sin celebrarse”, señala.
Las principales marcas que se han mantenido a la vanguardia han vuelto a ser Benelli y Beretta. “Siguen saliendo novedades, pero no en la cantidad a la que estamos acostumbrados, porque se ha parado mucho la producción”.
Los problemas de suministros se han extendido a todos los ámbitos y sectores, pero el mundo de la caza se ha visto afectado por sus propios motivos. “En el tema de las armas y las municiones hay otra explicación”, aclara Sarasketa. “Joe Biden prometió una regulación en Estados Unidos al coger el testigo de Trump en la presidencia del país y la gente se ha puesto a comprar como loca antes de empiecen los controles”.
Ese aumento desmesurado de las ventas en un mercado como el americano, “que es el pulmón del sector a nivel mundial, ha afectado mucho al resto del planeta. Por cada 5.000 escopetas Benelli que vendemos aquí, allí comprarán 5 millones”. Esta situación ha provocado un aumento del precio, “tanto en armas como en municiones”.
Productos destacados
Pero quien desee renovar su equipo para esta media veda podrá encontrar productos destacados como la escopeta superpuesta Benelli 828, “muy moderna y con mil posibilidades de adaptación”; la Becaccia Supreme semiautomática, “una de las más vendidas”; o la Belmonte, “sintética y más asequible”.
En calzado, Sarasketa resalta la marca Zamberlan, unas botas “mucho más técnicas y cómodas, que no patinan y son muy fuertes y resistentes”. Tampoco se olvida de recordar la oferta en seguridad canina “como los collares GPS de la marca Dogtrace. Disponemos de los modelos X20 y X30, que te indican dónde se encuentra el animal, a qué distancia, si está parado… Son muy recomendables para localizarles”.
La ropa, como todos los veranos, precisa ser ligera y transpirable, “sin desatender la protección contra los rastrojos, que pueden ser como cuchillas”. Para ello, sugiere optar por pantalones con tratamiento cerámico “y que sean impermeables para aislarse del rocío de primera hora”.
Ligereza y resistencia
Fermín Uralde, de la armería Uralde de Vitoria-Gasteiz, coincide en las recomendaciones. “En armas se siguen pidiendo modelos ligeros y resistentes, como la escopeta superpuesta Beretta Ultraleggero, que es de las pocas novedades de este año tan raro”, comenta.
En su caso, si aconseja cierta premura a la hora de comprar, ya que ha detectado que el mercado “está un poco ralentizado por la ausencia de componentes. Sobre todo entre la munición, lo que se puede traducir en problemas de abastecimiento, aunque las armerías hemos intentado acopiar bastante”.
De nuevo, achaca al mercado norteamericano que haya acaparado producto. “Y en Europa Oriental ha ocurrido algo parecido”, alerta. “En munición estamos empezando a tener problemas ya que el principal fabricante nacional, Maxam, tiene roturas de stock en toda su gama”.
Respecto a la ropa, Uralde vuelve a destacar la marca Beretta, y en calzado, Chiruca; así como Benisport “en un rango más económico”. Y como consejo final, insiste en no olvidar llevar Urbasón inyectable en el chaleco “en caso de que el perro sufra la picadura de alguna víbora”.
Animar el consumo
Rufino Eizmendi, de la armería Eizmendi de Villabona, señala que es “imprescindible” que la gente se anime a comprar material para remontar esta etapa. “No es tanto problema de que no haya productos, sino que el consumo ha bajado mucho. Ya no hay la alegría de otros años”, lamenta. “La gente está con las ‘orejas tiesas’, a la espera de ver cómo va evolucionando la temporada”.
Respecto a las elecciones de la clientela, estas “son las de siempre por estas fechas: armas ligeras, y vestimenta resistente y cómoda”. De esta oferta, “tenemos unidades suficientes para satisfacer la demanda. Solo falta que el público se decida a adquirirlo”.
Sí detecta cierta escasez de munición metálica para caza mayor en algún modelo en concreto, “pero se prevé que en septiembre nos vuelvan a suministrar”, adelanta. Aunque no teme que haya carencia de uno de sus productos más solicitados en agosto “los cartuchos de escopeta para paloma y codorniz”.