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La caza mayor es una práctica muy común que se caracteriza por el mayor tamaño de las piezas respecto a la caza menor. Las especies más comunes son el jabalí, el corzo, el ciervo o venado, el gamo, el muflón y la cabra montés.

Las modalidades de caza mayor son:

La montería en la caza mayor.

Es la montería la más clásica y tradicional modalidad de caza mayor. En ella se abaten generalmente jabalíes y venados. En un monte o mancha de varios cientos de hectáreas se dispone una serie de armadas, o líneas de puestos con cazadores, que rodean y cubren el terreno. Desde un extremo determinado, o desde más de uno, se procede a la suelta de las rehalas que, conducidas por sus respectivos perreros, batirán la mancha en diversas direcciones con el objeto último de que las piezas de caza mayor en su huida traten de atravesar las líneas de monteros o sean avistadas por estos. A pesar de la apariencia de acción muy planificada, lo cierto es que la montería es una modalidad de caza mayor que requiere de la máxima observación, atención, silencio y puntería  por parte del cazador.

El rececho en la caza mayor.

El rececho, junto al aguardo, constituye probablemente una de las modalidades de la caza mayor en la que el cazador se integra más perfectamente en el entorno natural, ejercitando una acción individual en la que el aficionado, a pie, trata de localizar y aproximarse a las reses durante el día para realizar el disparo en las mejores condiciones una vez valorado el animal que va a intentar abatir. Con la excepción del jabalí, que se caza generalmente en montería y a la espera, todas las especies de caza mayor española son cazadas o susceptibles de ser cazadas en la modalidad del rececho.

La batida en la caza mayor.

La batida admite numerosas similitudes con la montería tradicional aunque algunas diferencias la caracterizan como una modalidad distinta. La batida puede realizarse con o sin y el terreno o monte suele batirse en una sola dirección. Jabalíes, zorros, lobos y ocasionalmente en algunas Comunidades venados, gamos o corzos constituyen piezas habituales en las batidas en la caza mayor.

 La caza selectiva en la caza mayor.

El principio y el sentido de esta caza mayor es el necesario control de la biomasa y de las poblaciones animales existentes en determinados espacios y ecosistemas, en orden al más correcto mantenimiento de su salud genética y del número óptimo de ejemplares de cada especie. Esta caza mayor selectiva se realiza de acuerdo con unas prorratas prefijadas de edad, tamaño, sexo, animales enfermos o depauperados…

La espera en la caza mayor.

La espera o aguardo es, junto a la montería, la modalidad más practicada en la caza mayor para cazar el jabalí en España, especialmente durante los atardeceres y las noches de los meses de verano. Esta modalidad requiere de una gran paciencia y silencio por parte de sus practicantes y es básicamente nocturna y solitaria por lo que las noches de luna llena son muy propicias para practicar esta modalidad de caza mayor.